Quinta entrega del proyecto sangriento-dylaniano-veraniego.
Venimos de estas cuatro primeras, sobre todo en la primera se cuentan más detalles:
https://www.guitarristas.info/foros/blood-on-the-summer-t1-tangled-up-in-blue/307347
https://www.guitarristas.info/foros/blood-on-the-summer-t2-simple-twist-of-fate/307471
https://www.guitarristas.info/foros/blood-on-the-summer-t3-youre-big-girl-now/307589
https://www.guitarristas.info/foros/blood-on-the-summer-t4-idiot-wind/307724
Con esta quinta, terminamos lo que era la cara A del vinilo. Cuando salió este disco, y cuando yo me lo compré, los CDs ni siquiera existían. Había vinilos o cassetes.
Esta vez toca “You’re gonna make me lonesome when you go”, posiblemente el tema más alegre del disco, una balada ligerita, aparentemente dedicada a un amor de verano, una tal Ellen Bernstein, unos 10 años más joven que Dylan en aquel momento, y que trabajaba en la discográfica para la que él iba a grabar el álbum, a la cual volvía tras una breve excursión en otro sello, en el cual sacó el excelente “Planet waves”. Pero Blood on the tracks eclipsaría inmediatamente a su predecesor.
En fin, este temita Dylan se lo toma así como en plan ligero, no me parece que le ponga tanta pasión como a otros, es un amor pasajero, y sí, el autor se va a sentir solo cuando se vaya, pero tampoco parece que le dé mayor importancia.
A mi la chiquita me cae bien, he leído alguna entrevista con ella en un libro al respecto de la grabación de este álbum. Ella se daba largos paseos con el genio, por la campiña de Minnesotta cercana a la granja recóndita donde estuvo escribiendo las canciones, cerca de la casa de su hermano y con los críos por allí veraneando. La parienta no estaba, y de vez en cuando iba a visitarle unos días esta chica, Ellen Bernstein. Nacida en Ashtabula, y habiendo vivido en S. Francisco y Honolulu, ella le dijo los nombres de las flores que salen en la canción. Todo apunta que se trata de un temita dedicado a ella, aunque Dylan nunca suele reconocer estas cosas.
Bueno, como decía, la chiquita me cae bien, y he decidido ponerle un poco más de cariño que el que le ponía él al cantarla.
Por lo demás, la acústica que suena es una Lowden O-32 afinada en Re abierto [D-A-D-F#-A-D], con capo en 2, la eléctrica de fondo una Benedetto GA-35, enchufada directa a un cabezal DV-Mark, y hay también una breve introducción con armónica en el tono en que vas la canción (Mi). El tema me parece que pide sencillez y, más allá de darle mi toque personal en la manera de cantarle a la mozuela, no he metido más historias de mi cuenta.
Venimos de estas cuatro primeras, sobre todo en la primera se cuentan más detalles:
https://www.guitarristas.info/foros/blood-on-the-summer-t1-tangled-up-in-blue/307347
https://www.guitarristas.info/foros/blood-on-the-summer-t2-simple-twist-of-fate/307471
https://www.guitarristas.info/foros/blood-on-the-summer-t3-youre-big-girl-now/307589
https://www.guitarristas.info/foros/blood-on-the-summer-t4-idiot-wind/307724
Con esta quinta, terminamos lo que era la cara A del vinilo. Cuando salió este disco, y cuando yo me lo compré, los CDs ni siquiera existían. Había vinilos o cassetes.
Esta vez toca “You’re gonna make me lonesome when you go”, posiblemente el tema más alegre del disco, una balada ligerita, aparentemente dedicada a un amor de verano, una tal Ellen Bernstein, unos 10 años más joven que Dylan en aquel momento, y que trabajaba en la discográfica para la que él iba a grabar el álbum, a la cual volvía tras una breve excursión en otro sello, en el cual sacó el excelente “Planet waves”. Pero Blood on the tracks eclipsaría inmediatamente a su predecesor.
En fin, este temita Dylan se lo toma así como en plan ligero, no me parece que le ponga tanta pasión como a otros, es un amor pasajero, y sí, el autor se va a sentir solo cuando se vaya, pero tampoco parece que le dé mayor importancia.
A mi la chiquita me cae bien, he leído alguna entrevista con ella en un libro al respecto de la grabación de este álbum. Ella se daba largos paseos con el genio, por la campiña de Minnesotta cercana a la granja recóndita donde estuvo escribiendo las canciones, cerca de la casa de su hermano y con los críos por allí veraneando. La parienta no estaba, y de vez en cuando iba a visitarle unos días esta chica, Ellen Bernstein. Nacida en Ashtabula, y habiendo vivido en S. Francisco y Honolulu, ella le dijo los nombres de las flores que salen en la canción. Todo apunta que se trata de un temita dedicado a ella, aunque Dylan nunca suele reconocer estas cosas.
Bueno, como decía, la chiquita me cae bien, y he decidido ponerle un poco más de cariño que el que le ponía él al cantarla.
Por lo demás, la acústica que suena es una Lowden O-32 afinada en Re abierto [D-A-D-F#-A-D], con capo en 2, la eléctrica de fondo una Benedetto GA-35, enchufada directa a un cabezal DV-Mark, y hay también una breve introducción con armónica en el tono en que vas la canción (Mi). El tema me parece que pide sencillez y, más allá de darle mi toque personal en la manera de cantarle a la mozuela, no he metido más historias de mi cuenta.