Cafetería 2 "Offtopic World"
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Aquí tomando una cerveza y entra uno que no tiene ni idea y quiere aprender a tocar la guitarra, y pide consejo.
Estoy solo y no tengo vuestra ayuda. Yo no sé tocar y soy casi tan principiante como él.
"No soy quién para dar consejos"
Otra cerveza y en la conversación me animo. Y le digo: No tengas prisa, poco a poco y procurando hacerlo bien. ¡Imprescindible el metrónomo!
Seguimos y le digo que tiene que conocer mínimamente el instrumento. Me dice que sabe lo que es la afinación estandar y que le han dicho que tiene que conocer una cantidad de acordes.
Otra cerveza y sigo más locuaz, y recordando algo de lo que he aprendido le digo que la escala está dividida en doce tonos o notas. Normalmente se escogen 7 ordenadas en frecuencias o tonos ascendentes, y le cuento que la escala mayor es el punto de partida de la música en nuestra cultura occidental.
No tiene problemas en memorizar la escala mayor de DO, y le resulta curioso que le diga que a todas las notas le sigue otra nota que no está en la escala y que se llama igual que la anterior pero añadiéndole el apellido "sostenido" (no le hablo de bemoles por no marear) excepto las notas que acaban en i, como Mi y Si que no tienen sostenidos. Son las reglas de nuestra música.
Ya empieza a impacientarse y a no aguantar mi rollo. ¡Venga otra cerveza!
Me dice -eso está muy bien, pero de tocar ¿qué?-
Le explico como sale cada nota en una cuerda al acortar la longitud al apoyar los dedos en el diapasón. No es tonto y lo entiende.
Puede darse cuenta que puede reproducir una melodía moviéndose por el diapasón con un solo dedo y pulsando las cuerdas de una en una buscando las notas adecuadas.
Me dice -Vale, ¿y lo de mezclar dedos todos a la vez para que suene eso que se llama acordes?-
-"Uff , en que lío me estoy metiendo" - Pienso.
Más cerveza y me vengo arriba.
-Mira, cuando una cuerda vibra, además de su sonido también lleva asociados otros sonidos que son múltiplos de sus frecuencias. Cojo una servilleta y le hago una gráfica aproximada de como vibra la cuerda y porqué aparecen los armónicos. (Vuelvo a pensar que me estoy metiendo donde no debo)
Sí que entiende lo de los armónicos y vuelve a la carga -¿y eso qué tiene que ver con lo que pregunto de los acordes?-
Apuro la cerveza de un trago y tomo impulso.
Le digo que si pulsa la cuerda de La, el segundo armónico es la misma nota (La) que el primero pero una octava más aguda, y que el tercero es la quinta nota a partir de ese La. Si consigue tocar esas tres notas a la vez poniendo los dedos convenientemente conseguirá reforzar la nota principal. Vamos que le he explicado lo que son lo que llaman acordes de quinta y le digo que tocando un poco fuerte, con esos acordes, va a poder empezar con riff's de rock.
Ya le ha cambiado la cara y parece más animado. Yo pienso que debe ser más por causa de la cerveza que por mis explicaciones.
De nuevo otra cerveza y con ánimos renovados me pregunta ¿Y todo ese rollo de acordes mayores y menores no sirve para nada?
Trago de cerveza para aclarar y sigo y le digo que, si además de haber contado la nota principal y su quinta, le añades la tercera (siempre empezando el uno en la nota principal o fundamental) tendrá un nuevo acorde resaltando un nuevo armónico.
Empezamos a formar sobre el papel los acordes de la escala mayor de Do. -Oye- me dice -El acorde de La no es el que yo conozco-
Le explico que si forma los acordes a partir de una escala le van a salir mayores y menores porque ha de coger notas de la escala.
Formamos la escala mayor de La y se da cuenta que ahora cambian algunos acordes de menor a mayor y otros al revés.
Trago de cerveza y de nuevo le digo: eso es algo que llaman armonizar la escala, y si haces una progresión de acordes deberías respetar el que pertenece a la escala. Pone cara rara pero no me discute.
-¿Tú sabrás tocar muy bien?- me dice.
¡Cielos, NO!, yo solo he procurado entender las reglas, pero ahora se trata de la práctica y ahí mis dedos son muy rebeldes y hacen lo que quieren. Aún tengo que dominarlos.
Le digo, ya en tono paternalista, que se tiene que buscar un buen profesor y le doy ánimos para que siga, que esta actividad es bonita y cada día da nuevas satisfacciones, aunque por el camino va a encontrar algunos escollos.
Y ahora pienso ¿dónde están los colegas de la cafetería?
Me vuelvo y os veo entrar por la puerta ¡Por fin! Ahora os toca a vosotros que sabéis, explicarle las dudas y despejar las malas informaciones que yo le he dado, porque si no perdemos un futuro guitarrista.
Y además aprovecho para ir al servicio porque, con lo que habéis tardado, tengo la vejiga llena.
Id pidiendo una pinta para mí que ahora vuelvo
Estoy solo y no tengo vuestra ayuda. Yo no sé tocar y soy casi tan principiante como él.
"No soy quién para dar consejos"
Otra cerveza y en la conversación me animo. Y le digo: No tengas prisa, poco a poco y procurando hacerlo bien. ¡Imprescindible el metrónomo!
Seguimos y le digo que tiene que conocer mínimamente el instrumento. Me dice que sabe lo que es la afinación estandar y que le han dicho que tiene que conocer una cantidad de acordes.
Otra cerveza y sigo más locuaz, y recordando algo de lo que he aprendido le digo que la escala está dividida en doce tonos o notas. Normalmente se escogen 7 ordenadas en frecuencias o tonos ascendentes, y le cuento que la escala mayor es el punto de partida de la música en nuestra cultura occidental.
No tiene problemas en memorizar la escala mayor de DO, y le resulta curioso que le diga que a todas las notas le sigue otra nota que no está en la escala y que se llama igual que la anterior pero añadiéndole el apellido "sostenido" (no le hablo de bemoles por no marear) excepto las notas que acaban en i, como Mi y Si que no tienen sostenidos. Son las reglas de nuestra música.
Ya empieza a impacientarse y a no aguantar mi rollo. ¡Venga otra cerveza!
Me dice -eso está muy bien, pero de tocar ¿qué?-
Le explico como sale cada nota en una cuerda al acortar la longitud al apoyar los dedos en el diapasón. No es tonto y lo entiende.
Puede darse cuenta que puede reproducir una melodía moviéndose por el diapasón con un solo dedo y pulsando las cuerdas de una en una buscando las notas adecuadas.
Me dice -Vale, ¿y lo de mezclar dedos todos a la vez para que suene eso que se llama acordes?-
-"Uff , en que lío me estoy metiendo" - Pienso.
Más cerveza y me vengo arriba.
-Mira, cuando una cuerda vibra, además de su sonido también lleva asociados otros sonidos que son múltiplos de sus frecuencias. Cojo una servilleta y le hago una gráfica aproximada de como vibra la cuerda y porqué aparecen los armónicos. (Vuelvo a pensar que me estoy metiendo donde no debo)
Sí que entiende lo de los armónicos y vuelve a la carga -¿y eso qué tiene que ver con lo que pregunto de los acordes?-
Apuro la cerveza de un trago y tomo impulso.
Le digo que si pulsa la cuerda de La, el segundo armónico es la misma nota (La) que el primero pero una octava más aguda, y que el tercero es la quinta nota a partir de ese La. Si consigue tocar esas tres notas a la vez poniendo los dedos convenientemente conseguirá reforzar la nota principal. Vamos que le he explicado lo que son lo que llaman acordes de quinta y le digo que tocando un poco fuerte, con esos acordes, va a poder empezar con riff's de rock.
Ya le ha cambiado la cara y parece más animado. Yo pienso que debe ser más por causa de la cerveza que por mis explicaciones.
De nuevo otra cerveza y con ánimos renovados me pregunta ¿Y todo ese rollo de acordes mayores y menores no sirve para nada?
Trago de cerveza para aclarar y sigo y le digo que, si además de haber contado la nota principal y su quinta, le añades la tercera (siempre empezando el uno en la nota principal o fundamental) tendrá un nuevo acorde resaltando un nuevo armónico.
Empezamos a formar sobre el papel los acordes de la escala mayor de Do. -Oye- me dice -El acorde de La no es el que yo conozco-
Le explico que si forma los acordes a partir de una escala le van a salir mayores y menores porque ha de coger notas de la escala.
Formamos la escala mayor de La y se da cuenta que ahora cambian algunos acordes de menor a mayor y otros al revés.
Trago de cerveza y de nuevo le digo: eso es algo que llaman armonizar la escala, y si haces una progresión de acordes deberías respetar el que pertenece a la escala. Pone cara rara pero no me discute.
-¿Tú sabrás tocar muy bien?- me dice.
¡Cielos, NO!, yo solo he procurado entender las reglas, pero ahora se trata de la práctica y ahí mis dedos son muy rebeldes y hacen lo que quieren. Aún tengo que dominarlos.
Le digo, ya en tono paternalista, que se tiene que buscar un buen profesor y le doy ánimos para que siga, que esta actividad es bonita y cada día da nuevas satisfacciones, aunque por el camino va a encontrar algunos escollos.
Y ahora pienso ¿dónde están los colegas de la cafetería?
Me vuelvo y os veo entrar por la puerta ¡Por fin! Ahora os toca a vosotros que sabéis, explicarle las dudas y despejar las malas informaciones que yo le he dado, porque si no perdemos un futuro guitarrista.
Y además aprovecho para ir al servicio porque, con lo que habéis tardado, tengo la vejiga llena.
Id pidiendo una pinta para mí que ahora vuelvo
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