Madre mía, han pasado 3 años ya...
Voy a contar como ha sido mi proceso de aprendizaje ya que igual anima a más personas en mi situación (o a cualquiera que quiera aprender guitarra y crea que es ya tarde por su edad).
La verdad es que los primeros meses gracias a la ayuda de un profesor los progresos eran lentos pero sentías que ibas por buen camino porque cada cosa que aprendías "encajaba" con otras; había un orden en la adquisición de conocimientos; además, era muy gratificante cuando hacías algo bien (o que tú pensabas que estaba bien, je je je) porque el profe te animaba y te estimulaba para continuar.
Lo más duro al principio, al menos para mí, fue que yo quería entender todo, saber el porqué de todo en vez de limitarme a recibir el conocimiento y practicar. Esto y claro, lo que me dolían los dedos... pensé que era broma cuando me lo dijeron pero... joder... o tengo los dedos muy sensibles o no se, porque tela marinera. En cualquier caso, en un par de meses ya notaba como se endurecían las yemas y podía practicar más cómodo... y entonces... LLEGÓ EL BACHE.
Tuve que dejar a mi profesor por problemas económicos e intenté continuar por mi cuenta pero sentía que no avanzaba, tenía ansiedad por avanzar más rápido de lo que mi escaso talento y habilidad me permitían, empezaba a aprender canciones que nunca terminaba, eran canciones fáciles "para aprender" y a mi me costaban un montón porque además me cuesta mucho utilizar el dedo meñique por una lesión deportiva de hace años. No disfrutaba, que era lo que yo buscaba al fin y al cabo.
Y lo dejé. Durante meses estuvo la guitarra en la funda y me ponía malo solo de mirarla. Era ya la 2ª vez que intentaba aprender y de nuevo estaba frustrado. Además me sentía fatal porque la guitarra me la habían regalado con mucho cariño, sabían lo mucho que me gusta la música y que siempre había tenido esa ilusión de aprender a tocar.
Llegó la pandemia y el confinamiento. Supongo que como todo el mundo, me vi con mucho tiempo libre encerrado entre cuatro paredes y tenía que distraerme de alguna manera para sobrellevar la preocupación por la situación tan tremenda que estaba sucediendo. Me refugié en la lectura, el cine y la música. A fuerza de escuchar temazos clásicos del rock me animé a volver a intentarlo, pero esta vez no quería entender nada, solo quería evadirme y aliviar mi cabeza.
En apenas unas semanas ya podía destrozar alguna canción de ACDC, de los Clash o de Nirvana, y cada vez que tocaba me sentía mucho mejor, si sonaba como el culo me daba igual, solo sabía que me aliviaba y hasta sudaba de la emoción cuando un acorde caía a tiempo con la backing track (que inventazo este!!).
Como tenía todo el tiempo del mundo empecé a cacharrear con plugins, jugando a crear sonidos, sin más. Leía todo lo que se escribía por este foro, alucinando con todo lo que sabía la gente y recogiendo todo lo que me servía para aprender.
Un año después, practico casi todos los días y me he comprado la acústica más barata que he encontrado, le cambié cejuela, selletas y aprendí a hacer los ajustes básicos... y sin darme apenas cuenta me vi tarareando una canción de Bowie mientras tocaba... me puse tan contento que me grababa tocando y se lo mandaba a los colegas de la ilusión que me hacía, y aunque no sonaba muy bien, cada vez que me grababa pisaba mejor las cuerdas, cambiaba de acorde más rápido y empecé a interesarme por variaciones de los acordes abiertos básicos, a sustituir los que a mi puñetero meñique le costaban, resultando más fácil aprender canciones nuevas porque cada vez mi oído también iba mejorando.
Es curioso que cuando empiezas tu oído apenas diferencia entre el sonido una guitarra u otra, no aprecias la dinámica de las notas, todas las distorsiones te parecen iguales... pero amigo, empiezas a escuchar a guitarristas buenos de los que no conocías ni el nombre (muchos de ellos recomendados en este foro) y tu oído empieza a "despertar", a darse cuenta de que aquel preset que habias configurado no es que estuviera mal o que tu guitarra fuese una mierda... es que tus manos no iban y tu oído no se daba cuenta.
Resumiendo, que me lío mucho, contaros solamente que el día que pude tocar en la acústica "More than words" y mi mujer entre en el cuarto y me dice:"oye, que bonito sonó eso!, pensé que no eras tú..." ese día se me dibujó una sonrisa de oreja a oreja y no pensé ni en el covid, ni en los políticos, ni en las putas mascarillas.
Os animo a todos lo que queráis aprender, nunca es tarde y el camino es difícil y frustrante a veces, pero la música devuelve más de lo que tú le das. Mi ilusión en cuanto acabe esto será volver asistir a conciertos en directo, de todo tipo de géneros, ahora valoro muchísimo más la labor de los músicos y quiero disfrutarla a tope.
Gracias a todos los que participáis en el foro solucionando dudas y aportando conocimiento, hay tanto que aprender...
Un saludo y nos vemos pronto en los conciertos!