Bueno, aqui va, es la primera toma en la que logro cantarlo y tocarlo mas o menos,asi que no esta muy alla todavia , con cascos suena mejor, aqui os dejo la letra
LETRA:
Deja que la luna elija
cuando llegará el momento,
de cubrirte de amapolas
y fumarte a fuego lento.
Deja que los pajaros te lleven
dormida hasta al cielo.
Para olerte desde abajo
y enredarme entre tu pelo.
Deja que la noche
muestre su latido.
Deja que sea libre el aire
que se ahoga en tu vestido.
Que vengo a mudarme
dentro de tu ombligo.
Que es la ría de Vigo plateada por un sol dormido.
Deja que el tambor que tienes
en el pecho sea el latido,
que se grabe en mi cabeza
cuando escuche tus gemidos.
Deja que en mis manos se estremezcan
todos tus sentidos.
Que hoy es la última cena
y tengo mucho apetito.
Deja que tus ojos
grises sean más claros.
A ver si las olas del invierno pueden imitarlos.
Deja que tus dedos,
guien a mis manos
y marquen a fuego un corazón
en mitad de tus labios.
Deja que me beba el manantial que nace en tu regazo
y cuando te mueras de placer tranquila yo te abrazo.
Deja que reviente las caderas que me están atando.
Que hoy no hay otra manera
que la de morir clavados.
Ya se que mañana
solo soy tu amigo
por eso doy gracias a la suerte por dormir contigo.
Y cuando amanece,
se acabó el partido
adiós cuidate preciosa
son ya horas de haberme ido.
Adios cuidate preciosa son ya horas de haberme ido.
LETRA:
Deja que la luna elija
cuando llegará el momento,
de cubrirte de amapolas
y fumarte a fuego lento.
Deja que los pajaros te lleven
dormida hasta al cielo.
Para olerte desde abajo
y enredarme entre tu pelo.
Deja que la noche
muestre su latido.
Deja que sea libre el aire
que se ahoga en tu vestido.
Que vengo a mudarme
dentro de tu ombligo.
Que es la ría de Vigo plateada por un sol dormido.
Deja que el tambor que tienes
en el pecho sea el latido,
que se grabe en mi cabeza
cuando escuche tus gemidos.
Deja que en mis manos se estremezcan
todos tus sentidos.
Que hoy es la última cena
y tengo mucho apetito.
Deja que tus ojos
grises sean más claros.
A ver si las olas del invierno pueden imitarlos.
Deja que tus dedos,
guien a mis manos
y marquen a fuego un corazón
en mitad de tus labios.
Deja que me beba el manantial que nace en tu regazo
y cuando te mueras de placer tranquila yo te abrazo.
Deja que reviente las caderas que me están atando.
Que hoy no hay otra manera
que la de morir clavados.
Ya se que mañana
solo soy tu amigo
por eso doy gracias a la suerte por dormir contigo.
Y cuando amanece,
se acabó el partido
adiós cuidate preciosa
son ya horas de haberme ido.
Adios cuidate preciosa son ya horas de haberme ido.