En principio, iba a escribir un post para ilustrar la forma de obtener y grabar tonos británicos con el POD XT... Ya iba por la sexta página y pensé que igual me estaba pasando tres pueblos, de manera que me lo he repensado y me centraré en el modelo del Marshall JTM 45. Más adelante, escribiré otros tutoriales para los modelos del Marshall Super Lead, el JCM 800, etc... Si es que hay interés, claro. Pero antes de entrar a destripar el JTM 45, sí que quiero aclarar algunos puntos sobre el uso de emuladores.
El POD es un emulador, o sea, un artefacto o chisme que imita el efecto que producen otros artefactos o chismes sobre la señal de la guitarra. De modo que, si lo sabemos utilizar, podemos obtener sonidos parecidos a los que obtendríamos con aquellos aparatos que estamos emulando. De modo que para ello, debemos conocer bien los cachivaches en cuestión, ya que el POD va a responder de forma parecida a estos. Osease, que para obtener un resultado óptimo con el POD, hay que trastearlo como si fuera el ampli real, utilizando las mismas técnicas y trucos. Dicho de otra manera, para que el POD suene como debería de sonar un JTM 45, debemos maltratarlo del mismo modo que maltrataríamos al susodicho armatoste, en caso de tenerlo.
Pero antes hay que aclarar algo: El POD no solo emula el ampli, emula todos los elementos de la cadena de señal. De hecho, está concebido para funcionar como si fuera un estudio de grabación virtual que emula cada paso que da la señal y añade el color propio de cada elemento de la cadena. Por eso hay quien dice que tal o cual modelo de amplificador y pantalla no se parece en absoluto al ampli real. Error. Sí se parece, y mucho, lo que ocurre es que se parece a ese ampli captado por un determinado modelo de micrófono, en una determinada posición respecto a la pantalla, con un determinado ambiente de sala y entrando a la mesa a un determinado volumen. Efectos a parte. Es decir, la percepción que tenemos cuando usamos el POD no es la del guitarrista que tiene el ampli a su lado reventándole los tímpanos, si no la del técnico que está al otro lado de la pecera y no oye directamente la guitarra, sólo la señal del micro que recibe a la mesa. Por lo tanto, si queremos sacar sonidos “realistas” del POD, debemos olvidar nuestra percepción como guitarristas y pensar con mentalidad de técnico. Por ejemplo, los guitarristas asociamos tono y volumen... Pues bien, el POD permite disociar tono y volumen del mismo modo que lo hace el técnico cuando se sienta a la mesa. Entender esto es fundamental para poder trabajar con emuladores. Y ahora sí, pasemos al análisis.
Se ha escrito mucho sobre el origen de Marshall. Lo que parece mejor contrastado es que Marshall era un técnico electrónico que tocaba la batería en una banda de Jazz. Por lo visto, el bajista de la banda le pidió que le fabricara un clon del Fender Bassman... Y ahí empezó todo. Así pues, parece que JTM 45 era un Bassman construido con válvulas y altavoces europeos. Marshall substituyó las 6L6 por 5881 o KT66 (según las versiones) y montó un 4x12 Celestion G12 haciendo las funciones del 4x10 Jensen original.
La cosa es que el JTM 45 tenía las mismas virtudes y defectos que su primo americano. Como aquel, sonaba fuerte, puesto que era un Push-Pull en clase B que rendía 45W, la mitad de los cuales eran útiles, es decir, relativamente libres de distorsión. De modo que podía entregar un sonido limpio a mayor volumen que el VOX AC30, un ampli de 30W en clase A, que por aquel entonces, y gracias a bandas como The Shadows, era el amplificador estándar en la Gran Bretaña. Por contra, a volúmenes altos distorsionaba mucho. En aquella época la distorsión se consideraba un defecto, por eso VOX montaba amplis en clase A, por su respuesta más lineal y limpia... Pero Fender, en su empeño de fabricar amplis a bajo coste que sonaran fuerte, fusiló varios diseños de la CBS para amplificadores en clase B, originalmente destinados a formar parte de aparatos de radio, TV y alta fidelidad. Estos amplificadores no estaban pensados para sonar limpios, si no para ser eficientes, montar el mínimo numero de componentes y ser baratos. Aun y así, el Bassman sonaba bastante bien ya que las 6L6 americanas eran muy lineales y tenían una muy buena respuesta en frecuencia. No era el caso de las 5881 o peor, las KT66 que montaba el JTM 45. Pero como es bien sabido, pronto se descubrió que el JTM 45 podía rendir mucho y bien, siempre que no se utilizara como ampli de bajo, si no de guitarra. Exactamente igual que había ocurrido con el Bassman.
Llegados a este punto, queda claro que lo que obsesionaba a los músicos de la época era el volumen. De lo que se trataba era de obtener el máximo volumen posible con el mínimo coste en términos de distorsión. Después, a mediados de los años 60, vendrían las distorsiones salvajes de The Who, Cream y otras bestias de pezuña. Pero de momento vamos a experimentar con el POD en términos de volumen y no de distorsión. En este sentido, el secreto del tono del JTM 45 está en encontrar el punto exacto de ganancia donde el ampli empieza a distorsionar pero sin que esta distorsión se haga molesta. Ese punto varía en función de la guitarra utilizada y del oído de cada cual pero en fin, yo diría que en el modelo del POD XT está entre el 4 y el 6 del control de ganancia. Se trata de afinar el oído y probar. También, y siguiendo con la filosofía de obtener el máximo volumen, podemos subir al máximo los controles de ecualización, exceptuando el de presencia, que utilizaremos para ajustar el tono y recortar los agudos. De hecho, esta es la configuración estándar de los controles de ecualización de todos los Plexis desde hace 40 años... Todo a tope y se regula el tono por el control de presencia. Claro que podemos experimentar, pero si queréis sobrevivir al intento de grabar una guitarra que suene a Marshall sin que os revienten los oídos, empezad por aquí. De lo contrario, acabaréis con fatiga auditiva y sin haber encontrado el puñetero tono.
Bien, ya os he aburrido suficiente con la teoría. Pasemos a la práctica. He grabado tres muestras como ejemplo de trabajo con el JTM 45. Las tres se han grabado al ordenador a través de la salida USB utilizando los drivers ASIO. La primera es una single coil un poco saturada, para que se aprecie el parecido con el Bassman. Este es un tono que me encanta para Blues, Rock, y le va de maravilla a la Stratocaster. En este caso, y para ser “históricamente correcto” he emparejado el ampli con la pantalla 4x12 que le corresponde, a saber, la que emula los Celestion G12 de 20W. Estas pantallas eran más brillantes que las posteriores (G12 de 25W) y son las que dan al JTM 45 un carácter más sesentero. El micro utilizado es el Shure SM57, un estándar de toda la vida. En resumen, para grabar la muestra he utilizado:
Guitarra:
Fender Stratocaster Hiway One “La Stratotraste de los Cojo...”
Cuerdas Elixir 0.11. Pastilla del mástil.
POD:
Ampli: Plexi 45, drive 60%, Bass 100%, Middle 100%, Treble 100%, Presence 70%.
Pantalla: 4x12 Green 20's (Celestion G12 20W)
Micro: 1:57 on axis (Shure SM57) room 12%
Reverberación: Vintage Plate, pre 33%, Decay 66%, Tone 100%, Mix 50%, Post config.
La segunda muestra se ha grabado con una Humbucker de la posición del mástil, como ejemplo del Crunch que da este ampli en las notas graves, respetando la nitidez de las notas agudas. También se ha grabado una línea de bajo utilizando el mismo ampli y pantalla. En efecto, si el JTM 45 era utilizado como amplificador de guitarra y bajo indistintamente... Podemos usar su modelo del POD XT para grabar un bajo a lo Jack Bruce... Y enguarrar la mezcla hasta que reviente. Ojo, esto no es apto para espíritus sensibles, quedáis advertidos. Dado que el JTM 45 era un ampli de poca potencia el bajo distorsionará a poco que subáis el volumen al 30 o 40% y enguarrará la mezcla obteniendo el clásico pedo u ventosidad pestilente de sonido británico de mediados de los 60. Si es que en el fondo soy un sentimental. Bruto, pero sentimental. Concretando, para la segunda muestra se ha utilizado:
Guitarra:
Talmus Mustang Series “Juan Palomo Custom”
Cuerdas Elixir 0.10, pastilla del mástil
Bajo (tocado con los dedos):
Fender Precision MiM “Pelao y mondao”
Cuerdas Ernie Ball 45-100, roundbound
POD guitarra:
Ampli: Plexi 45, drive 70%, Bass 100%, Middle 100%, Treble 100%, Presence 70%.
Pantalla: 4x12 Green 20's (Celestion G12 20W)
Micro: 1:57 on axis (Shure SM57) room 12%
Reverberación: Vintage Plate, pre 33%, Decay 66%, Tone 50%, Mix 50%, Post config.
POD bajo:
Ampli: Plexi 45, drive 40%, Bass 100%, Middle 50%, Treble 100%, Presence 50%.
Pantalla: 4x12 Green 20's (Celestion G12 20W)
Micro: 1:57 on axis (Shure SM57) room 12%
Reverberación: Vintage Plate, pre 33%, Decay 66%, Tone 50%, Mix 40%, Post config.
Compresor: Thresh -15db, Gain 3db.
Para la tercera muestra se ha emparejado el JTM 45 con la Pantalla 4x12 Celestion G12-25W y se ha grabado con una humbucker en la posición del puente, como ejemplo de uso de este ampli a lo bestia, en la más pura tradición funde-fusibles en plan “de verdad que yo no he sido, mamá”. Naturalmente, con el emulador no vamos a matar del susto a ningún vecino, pero volumen a parte, el tono vendría a ser ese. Y para emularlo la cosa es bien simple: Todo a tope y caña al mono hasta que hable inglés. No tiene más misterio la cosa. También se ha grabado una línea de bajo, pero un pelín más limpio que en la anterior, que tampoco hay que pasarse. En fin, estos son los datos de la muestra:
Guitarra:
Talmus Mustang Series “Juan Palomo Custom”
Cuerdas Elixir 0.10, pastilla del puente
Bajo (tocado con púa):
Fender Precision MiM “Pelao y mondao”
Cuerdas Ernie Ball 45-100, roundbound
POD guitarra:
Ampli: Plexi 45, drive 80%, Bass 100%, Middle 100%, Treble 100%, Presence 90%.
Pantalla: 4x12 Green 25's (Celestion G12 25W)
Micro: 1:57 on axis (Shure SM57) room 12%
Reverberación: Vintage Plate, pre 33%, Decay 66%, Tone 50%, Mix 50%, Post config.
POD bajo:
Ampli: Plexi 45, drive 30%, Bass 100%, Middle 50%, Treble 100%, Presence 50%.
Pantalla: 4x12 Green 20's (Celestion G12 20W)
Micro: 1:57 on axis (Shure SM57) room 12%
Reverberación: Vintage Plate, pre 33%, Decay 66%, Tone 50%, Mix 40%, Post config.
Compresor: Thresh -15db, Gain 3db.
Bueno, pues esto ha sido todo, espero que os haya sido útil, o al menos ilustrativo...
El POD es un emulador, o sea, un artefacto o chisme que imita el efecto que producen otros artefactos o chismes sobre la señal de la guitarra. De modo que, si lo sabemos utilizar, podemos obtener sonidos parecidos a los que obtendríamos con aquellos aparatos que estamos emulando. De modo que para ello, debemos conocer bien los cachivaches en cuestión, ya que el POD va a responder de forma parecida a estos. Osease, que para obtener un resultado óptimo con el POD, hay que trastearlo como si fuera el ampli real, utilizando las mismas técnicas y trucos. Dicho de otra manera, para que el POD suene como debería de sonar un JTM 45, debemos maltratarlo del mismo modo que maltrataríamos al susodicho armatoste, en caso de tenerlo.
Pero antes hay que aclarar algo: El POD no solo emula el ampli, emula todos los elementos de la cadena de señal. De hecho, está concebido para funcionar como si fuera un estudio de grabación virtual que emula cada paso que da la señal y añade el color propio de cada elemento de la cadena. Por eso hay quien dice que tal o cual modelo de amplificador y pantalla no se parece en absoluto al ampli real. Error. Sí se parece, y mucho, lo que ocurre es que se parece a ese ampli captado por un determinado modelo de micrófono, en una determinada posición respecto a la pantalla, con un determinado ambiente de sala y entrando a la mesa a un determinado volumen. Efectos a parte. Es decir, la percepción que tenemos cuando usamos el POD no es la del guitarrista que tiene el ampli a su lado reventándole los tímpanos, si no la del técnico que está al otro lado de la pecera y no oye directamente la guitarra, sólo la señal del micro que recibe a la mesa. Por lo tanto, si queremos sacar sonidos “realistas” del POD, debemos olvidar nuestra percepción como guitarristas y pensar con mentalidad de técnico. Por ejemplo, los guitarristas asociamos tono y volumen... Pues bien, el POD permite disociar tono y volumen del mismo modo que lo hace el técnico cuando se sienta a la mesa. Entender esto es fundamental para poder trabajar con emuladores. Y ahora sí, pasemos al análisis.
Se ha escrito mucho sobre el origen de Marshall. Lo que parece mejor contrastado es que Marshall era un técnico electrónico que tocaba la batería en una banda de Jazz. Por lo visto, el bajista de la banda le pidió que le fabricara un clon del Fender Bassman... Y ahí empezó todo. Así pues, parece que JTM 45 era un Bassman construido con válvulas y altavoces europeos. Marshall substituyó las 6L6 por 5881 o KT66 (según las versiones) y montó un 4x12 Celestion G12 haciendo las funciones del 4x10 Jensen original.
La cosa es que el JTM 45 tenía las mismas virtudes y defectos que su primo americano. Como aquel, sonaba fuerte, puesto que era un Push-Pull en clase B que rendía 45W, la mitad de los cuales eran útiles, es decir, relativamente libres de distorsión. De modo que podía entregar un sonido limpio a mayor volumen que el VOX AC30, un ampli de 30W en clase A, que por aquel entonces, y gracias a bandas como The Shadows, era el amplificador estándar en la Gran Bretaña. Por contra, a volúmenes altos distorsionaba mucho. En aquella época la distorsión se consideraba un defecto, por eso VOX montaba amplis en clase A, por su respuesta más lineal y limpia... Pero Fender, en su empeño de fabricar amplis a bajo coste que sonaran fuerte, fusiló varios diseños de la CBS para amplificadores en clase B, originalmente destinados a formar parte de aparatos de radio, TV y alta fidelidad. Estos amplificadores no estaban pensados para sonar limpios, si no para ser eficientes, montar el mínimo numero de componentes y ser baratos. Aun y así, el Bassman sonaba bastante bien ya que las 6L6 americanas eran muy lineales y tenían una muy buena respuesta en frecuencia. No era el caso de las 5881 o peor, las KT66 que montaba el JTM 45. Pero como es bien sabido, pronto se descubrió que el JTM 45 podía rendir mucho y bien, siempre que no se utilizara como ampli de bajo, si no de guitarra. Exactamente igual que había ocurrido con el Bassman.
Llegados a este punto, queda claro que lo que obsesionaba a los músicos de la época era el volumen. De lo que se trataba era de obtener el máximo volumen posible con el mínimo coste en términos de distorsión. Después, a mediados de los años 60, vendrían las distorsiones salvajes de The Who, Cream y otras bestias de pezuña. Pero de momento vamos a experimentar con el POD en términos de volumen y no de distorsión. En este sentido, el secreto del tono del JTM 45 está en encontrar el punto exacto de ganancia donde el ampli empieza a distorsionar pero sin que esta distorsión se haga molesta. Ese punto varía en función de la guitarra utilizada y del oído de cada cual pero en fin, yo diría que en el modelo del POD XT está entre el 4 y el 6 del control de ganancia. Se trata de afinar el oído y probar. También, y siguiendo con la filosofía de obtener el máximo volumen, podemos subir al máximo los controles de ecualización, exceptuando el de presencia, que utilizaremos para ajustar el tono y recortar los agudos. De hecho, esta es la configuración estándar de los controles de ecualización de todos los Plexis desde hace 40 años... Todo a tope y se regula el tono por el control de presencia. Claro que podemos experimentar, pero si queréis sobrevivir al intento de grabar una guitarra que suene a Marshall sin que os revienten los oídos, empezad por aquí. De lo contrario, acabaréis con fatiga auditiva y sin haber encontrado el puñetero tono.
Bien, ya os he aburrido suficiente con la teoría. Pasemos a la práctica. He grabado tres muestras como ejemplo de trabajo con el JTM 45. Las tres se han grabado al ordenador a través de la salida USB utilizando los drivers ASIO. La primera es una single coil un poco saturada, para que se aprecie el parecido con el Bassman. Este es un tono que me encanta para Blues, Rock, y le va de maravilla a la Stratocaster. En este caso, y para ser “históricamente correcto” he emparejado el ampli con la pantalla 4x12 que le corresponde, a saber, la que emula los Celestion G12 de 20W. Estas pantallas eran más brillantes que las posteriores (G12 de 25W) y son las que dan al JTM 45 un carácter más sesentero. El micro utilizado es el Shure SM57, un estándar de toda la vida. En resumen, para grabar la muestra he utilizado:
Guitarra:
Fender Stratocaster Hiway One “La Stratotraste de los Cojo...”
Cuerdas Elixir 0.11. Pastilla del mástil.
POD:
Ampli: Plexi 45, drive 60%, Bass 100%, Middle 100%, Treble 100%, Presence 70%.
Pantalla: 4x12 Green 20's (Celestion G12 20W)
Micro: 1:57 on axis (Shure SM57) room 12%
Reverberación: Vintage Plate, pre 33%, Decay 66%, Tone 100%, Mix 50%, Post config.
La segunda muestra se ha grabado con una Humbucker de la posición del mástil, como ejemplo del Crunch que da este ampli en las notas graves, respetando la nitidez de las notas agudas. También se ha grabado una línea de bajo utilizando el mismo ampli y pantalla. En efecto, si el JTM 45 era utilizado como amplificador de guitarra y bajo indistintamente... Podemos usar su modelo del POD XT para grabar un bajo a lo Jack Bruce... Y enguarrar la mezcla hasta que reviente. Ojo, esto no es apto para espíritus sensibles, quedáis advertidos. Dado que el JTM 45 era un ampli de poca potencia el bajo distorsionará a poco que subáis el volumen al 30 o 40% y enguarrará la mezcla obteniendo el clásico pedo u ventosidad pestilente de sonido británico de mediados de los 60. Si es que en el fondo soy un sentimental. Bruto, pero sentimental. Concretando, para la segunda muestra se ha utilizado:
Guitarra:
Talmus Mustang Series “Juan Palomo Custom”
Cuerdas Elixir 0.10, pastilla del mástil
Bajo (tocado con los dedos):
Fender Precision MiM “Pelao y mondao”
Cuerdas Ernie Ball 45-100, roundbound
POD guitarra:
Ampli: Plexi 45, drive 70%, Bass 100%, Middle 100%, Treble 100%, Presence 70%.
Pantalla: 4x12 Green 20's (Celestion G12 20W)
Micro: 1:57 on axis (Shure SM57) room 12%
Reverberación: Vintage Plate, pre 33%, Decay 66%, Tone 50%, Mix 50%, Post config.
POD bajo:
Ampli: Plexi 45, drive 40%, Bass 100%, Middle 50%, Treble 100%, Presence 50%.
Pantalla: 4x12 Green 20's (Celestion G12 20W)
Micro: 1:57 on axis (Shure SM57) room 12%
Reverberación: Vintage Plate, pre 33%, Decay 66%, Tone 50%, Mix 40%, Post config.
Compresor: Thresh -15db, Gain 3db.
Para la tercera muestra se ha emparejado el JTM 45 con la Pantalla 4x12 Celestion G12-25W y se ha grabado con una humbucker en la posición del puente, como ejemplo de uso de este ampli a lo bestia, en la más pura tradición funde-fusibles en plan “de verdad que yo no he sido, mamá”. Naturalmente, con el emulador no vamos a matar del susto a ningún vecino, pero volumen a parte, el tono vendría a ser ese. Y para emularlo la cosa es bien simple: Todo a tope y caña al mono hasta que hable inglés. No tiene más misterio la cosa. También se ha grabado una línea de bajo, pero un pelín más limpio que en la anterior, que tampoco hay que pasarse. En fin, estos son los datos de la muestra:
Guitarra:
Talmus Mustang Series “Juan Palomo Custom”
Cuerdas Elixir 0.10, pastilla del puente
Bajo (tocado con púa):
Fender Precision MiM “Pelao y mondao”
Cuerdas Ernie Ball 45-100, roundbound
POD guitarra:
Ampli: Plexi 45, drive 80%, Bass 100%, Middle 100%, Treble 100%, Presence 90%.
Pantalla: 4x12 Green 25's (Celestion G12 25W)
Micro: 1:57 on axis (Shure SM57) room 12%
Reverberación: Vintage Plate, pre 33%, Decay 66%, Tone 50%, Mix 50%, Post config.
POD bajo:
Ampli: Plexi 45, drive 30%, Bass 100%, Middle 50%, Treble 100%, Presence 50%.
Pantalla: 4x12 Green 20's (Celestion G12 20W)
Micro: 1:57 on axis (Shure SM57) room 12%
Reverberación: Vintage Plate, pre 33%, Decay 66%, Tone 50%, Mix 40%, Post config.
Compresor: Thresh -15db, Gain 3db.
Bueno, pues esto ha sido todo, espero que os haya sido útil, o al menos ilustrativo...