Y digo reeencarnación porque desde mi juventud, no habia vuelto a tocar una guitarra; pero este es el momento en que mis hijos me han regalado un ampli, y he vuelto a desenpolvar la vieja guitarra y claro, ya esta el gusanillo engordando con los recuerdos y nostalgias, lo que ayudado por internet aun engorda mas aprisa el gusanillo dichoso.
Un abrazo a todos y que no os quepa la menor duda: LOS VIEJOS ROCKEROS NUNCA MUEREN.