Que no me enfade, hombra. Joer.
Pero bueno. Es que a los de la RAE los perseguiría a gorraz@s. Como científico siempre me dieron mucha envidia los angloparlantes, que se basaban en diccionarios publicados que se esforzaban por recoger los vocablos en cuanto aparecían. Aquí hubo un debate serio para meter "cocretas", que no salió, pero cedieron con "almóndigas". Y yo dejé de tenerles en consideración. Igual que lo de quitar la tilde al sólo de solamente. Me da como vergüenza. Con su diéresis y su diálisis.
Pero hablando más en serio, el tema del lenguaje inclusivo y de "hablar bien", es totalmente generacional. Gente más mayor que nosotros se pone nerviosa con términos en inglés. "Tenemos una lengua maravillosa que no conocemos y no tenemos por qué importar términos de otras lenguas". Decían.
Sólo porque lo decían, nos daban más ganas de hablar en inglés. Pues el tema del lenguaje inclusivo es igual. Cuanta mayor resistencia, mayor probabilidad de que lo que pudo ser una moda pasajera -interesante desde algunos puntos de vista- se quede para siempre, para siempra y para siempro.
Es su transgresión generacional. A mí me gusta. Pone encima de la mesa un mundo que viene queramos o no. Simplemente porque nosotros, tarde o temprano, nos iremos.
PD: El término pollavieja es la forma de contraatacar al edadismo que sufrimos los millenial, sufren los centenial y sufriran los siguientes, a los que ya se les llama generación de cristal. Y no se refiere solo a hombres. Anda que no hay mujeres que laboralmente han triunfado muchísimo, a las que todo esto les suena prácticamente a chino y se muestran ultrarresistentes. Peor para ellas.
Alguna directora de marketing conozco en la cuerda floja por esto. Mujeres, pero pollaviejas.
