La cosa empieza en aguas de Marvin Gaye (el chaval ha escuchado música y tiene bagaje) a través de secuencias de acordes "perfectas", pero claro, la banda ni es la de Marvin ni John tiene esa personalidad y swing. Pienso en una quinceañera que no tendrá la menor idea de quien es Gaye, y seguramente le resultaría demasiado black music el asunto, pero en manos de Mayer le abre la puerta al soul de manera cómoda y sin la carga racial y de fuerte significado social de los 60's.
Donde se ve que el producto es actual, es en las letras inofensivas y algunos dejes vocales estilo Ed Sheran, que están por todo el disco.
Enseguida la cosa cambia para entrar de lleno en la radiofórmula, el easy listening, y el producto escrupulosamente manufacturado pero totalmente aséptico. 0 riesgo, 0 sorpresas, 0 personalidad. Quitas a Mayer y pones a Jonas Brothers, Taylor Swift, o cualquier muchacho MTV y da igual. No hay artísta insustituible, hay unas canciones y una producción pulcra y agradable. Cualquier grande es mucho más arriesgado, se les ve la búsqueda, el hambre, la energía única y especial que les da la nota épica (Springsteen sería un gran ejemplo).
Eso si, se contiene con la guitarra donde Bonamassa ya ha tocado 3.000.000 de notas.
Suena una canción al estilo de las baladas de Otis Redding, y dices olé los huevos del chaval y que bien que todo eso llegue a mocosos y mocosas de todo el mundo, y vean un tio que trabaja y suda para hacer música y no se esconde detrás de un plato de DJ, pero nuevamente te quedas como que da igual quien la cante, o el grupo de músicos de sesión aleatorio que toque.
Sigue la desconexión estilística, ningún solo de guitarra que digas "joder no puedo vivir sin aprendérmelo ya", ni un riff que asalte tu imaginación, ni ese estribillo que vas a cantar en la boda de tu mejor amigo dentro de 10 o 15 años junto a los colegas, desgañitado y tó feliz.
Demasiado tiempo medio y lento, orientación comercial de muchos temas, ambición muy justita, demasiadas carencias para tildar esto de obra maestra. Obra maestra que sí puedes encontrar en el último de War on Drugs por ejemplo, capaces de sonar a estos tiempos incluso cuando se les nota de dónde vienen (Petty, Dylan, Springsteen) pero se siente una fe, una corriente eléctrica, la épica que todos los grandes tienen en común desde Coltrane a U2. Obra maestra son plabras mayores, quiere decir obra inusual y única, obra que define por si misma un modelo o escuela.
La que más me ha gustado ha sido "Stop this train", creo que tiene la letra más personal y real, sincera.
"Gravity" es muy buena, pero no se que le falta, ese maldito algo, y mucha mejor compañía en el resto de los cortes.
Lo seguiré escuchando porque merece la pena, pero de obra maestra por ningún lado.