Muy buenas a todos...pues le toca el turno de la review a la última incorporación...una rarísima Kramer Nightswan II de 1989.
Vamos a ponernos en situación...corren mediados de los 80 y el señor Vivian Campbell ya es bien conocido por su magnífico trabajo en Dio. Ni que decir tiene que ya aparece como una superestrella de la guitarra en la escena estadounidense, y es en una de estas presentaciones, concretamente en un salón de la guitarra en Texas, donde conoce a un luthier local con bastante renombre en la zona en aquel entonces, el señor Buddy Blaze.
Después de intercambiar opiniones y de que Vivian se interesara por alguno de sus instrumentos, comienza el inicio de una relación que daría lugar a un prototipo de lo que hoy conocemos como la Kramer Nightswan (en realidad la llamaron Shredder...lo de Nightswan fue idea de la mujer de Vivian...como para negarse a cambiarlo...jejeje).
El prototipo encanta a ambos...y a Kramer, que ve negocio a la vista y se ofrece a producirla en serie...pero Buddy también se huele el negocio y permite que Kramer la produzca, pero con royalties de cada guitarra que se venda; además, Buddy es contratado por Kramer como consultor de fabricación.
Esta relación se mantiene durante unos pocos años, hasta que Kramer se cansa de pagar esos royalties y evoluciona la guitarra, haciendo que pase de la clásica configuración HH (puente y medio), a una más convencional HSS, quitándose de enmedio los royalties (y al propio Buddy).
El futuro pinta muy bien...tienen a Vivian Campbell, tienen un guitarrón...pero llega el desastre...Kramer se declara en bancarrota y abandona la producción, haciendo que de este nuevo modelo hayan llegado a nuestros días unas pocas unidades, y en acabados muy diversos (había que aprovechar el stock de piezas y darles salida en liquidación, por lo que las pintaron con colores de pinturas que tenían disponibles).
Esto hace que estas guitarras se encuentren en acabados muy variopintos (blancas, negras, polka dot, holoflash, bolt lighting, flip flop, o el acabado natural que presentamos hoy)...y que prácticamente cada una de ellas sea una pieza única.
Bueno...vamos al lío...
Materiales y construcción:
El cuerpo está construido de caoba de Honduras con un acabado satinado muy, muy fino...deja respirar al poro de la madera, lo que le da una resonancia increíble cuando suena.
El peso es contenido, pero no te esperes un peso pluma...el sustain hay que ganárselo...
En el cuerpo encontramos los huecos característicos de las pastillas HSS, donde se alojan una pastilla doble y dos simples de factura Kramer y el trémolo Floyd Rose, en este caso, el modelo Pro, con su rebaje característico (recessed trem cavity).
Llama mucho la atención el rebaje interno del cuerno inferior, así como el rebaje de la zona de unión del cuerpo con el mástil, para favorecer el acceso a los trastes más altos.
Como controles, nos encontramos un único potenciómetro de volumen, accionado por un botón tipo dome de color negro, junto con un selector de cuchilla con las 5 posiciones habituales.
El mástil de arce y diapasón de ébano de la India es una obra de arte...con una escala de 24 3/4 de pulgada, tiene un perfil en C muy plana por la parte central y con curvas muy marcadas en los laterales, mientras que en el diapasón nos encontramos un radio de 16 pulgadas y trastes medium jumbo altos y estrechos.
En la pala, invertida, nos encontramos un clavijero Schaller de magnífica factura que mantiene perfectamente la afinación, ayudado por una estrecha cejuela de bloqueo R1 que cumple su función de maravilla.
Sonido y acción:
Es la superstrat perfecta...punto...no hay discusión posible.
Bueno...vale...suena pretencioso...pero si no es la superstrat perfecta, es la segunda más perfecta...
Segun te la cuelgas, te hace feliz...una acción super baja, de asombrosa digitación, con un acabado digno de la mejor custom shop y con unos materiales que hacen que se te caiga la baba...así de simple...y eso, sin conectarla...
Cuando se conecta, todo cobra aún más sentido...potente, articulada, definida...en todas las posiciones...es una gozada...pero, por encima de todo, ese mástil...es la definición perfecta de la comodidad en una superstrat.
Pros y contras:
Pros: todo...y no lo digo a la ligera...pero si hay que elegir algo en concreto...la comodidad del mástil.
Contra: algo elevada de peso.
Conclusión:
Una superstrat de una marca en su mejor momento de fabricación, con unos materiales, sonido, acción y un acabado impresionantes...como suelo decir "echo de menos los 80".
Espero que os haya gustado la review...un abrazo a todos.
Vamos a ponernos en situación...corren mediados de los 80 y el señor Vivian Campbell ya es bien conocido por su magnífico trabajo en Dio. Ni que decir tiene que ya aparece como una superestrella de la guitarra en la escena estadounidense, y es en una de estas presentaciones, concretamente en un salón de la guitarra en Texas, donde conoce a un luthier local con bastante renombre en la zona en aquel entonces, el señor Buddy Blaze.
Después de intercambiar opiniones y de que Vivian se interesara por alguno de sus instrumentos, comienza el inicio de una relación que daría lugar a un prototipo de lo que hoy conocemos como la Kramer Nightswan (en realidad la llamaron Shredder...lo de Nightswan fue idea de la mujer de Vivian...como para negarse a cambiarlo...jejeje).
El prototipo encanta a ambos...y a Kramer, que ve negocio a la vista y se ofrece a producirla en serie...pero Buddy también se huele el negocio y permite que Kramer la produzca, pero con royalties de cada guitarra que se venda; además, Buddy es contratado por Kramer como consultor de fabricación.
Esta relación se mantiene durante unos pocos años, hasta que Kramer se cansa de pagar esos royalties y evoluciona la guitarra, haciendo que pase de la clásica configuración HH (puente y medio), a una más convencional HSS, quitándose de enmedio los royalties (y al propio Buddy).
El futuro pinta muy bien...tienen a Vivian Campbell, tienen un guitarrón...pero llega el desastre...Kramer se declara en bancarrota y abandona la producción, haciendo que de este nuevo modelo hayan llegado a nuestros días unas pocas unidades, y en acabados muy diversos (había que aprovechar el stock de piezas y darles salida en liquidación, por lo que las pintaron con colores de pinturas que tenían disponibles).
Esto hace que estas guitarras se encuentren en acabados muy variopintos (blancas, negras, polka dot, holoflash, bolt lighting, flip flop, o el acabado natural que presentamos hoy)...y que prácticamente cada una de ellas sea una pieza única.
Bueno...vamos al lío...
Materiales y construcción:
El cuerpo está construido de caoba de Honduras con un acabado satinado muy, muy fino...deja respirar al poro de la madera, lo que le da una resonancia increíble cuando suena.
El peso es contenido, pero no te esperes un peso pluma...el sustain hay que ganárselo...
En el cuerpo encontramos los huecos característicos de las pastillas HSS, donde se alojan una pastilla doble y dos simples de factura Kramer y el trémolo Floyd Rose, en este caso, el modelo Pro, con su rebaje característico (recessed trem cavity).
Llama mucho la atención el rebaje interno del cuerno inferior, así como el rebaje de la zona de unión del cuerpo con el mástil, para favorecer el acceso a los trastes más altos.
Como controles, nos encontramos un único potenciómetro de volumen, accionado por un botón tipo dome de color negro, junto con un selector de cuchilla con las 5 posiciones habituales.
El mástil de arce y diapasón de ébano de la India es una obra de arte...con una escala de 24 3/4 de pulgada, tiene un perfil en C muy plana por la parte central y con curvas muy marcadas en los laterales, mientras que en el diapasón nos encontramos un radio de 16 pulgadas y trastes medium jumbo altos y estrechos.
En la pala, invertida, nos encontramos un clavijero Schaller de magnífica factura que mantiene perfectamente la afinación, ayudado por una estrecha cejuela de bloqueo R1 que cumple su función de maravilla.
Sonido y acción:
Es la superstrat perfecta...punto...no hay discusión posible.
Bueno...vale...suena pretencioso...pero si no es la superstrat perfecta, es la segunda más perfecta...
Segun te la cuelgas, te hace feliz...una acción super baja, de asombrosa digitación, con un acabado digno de la mejor custom shop y con unos materiales que hacen que se te caiga la baba...así de simple...y eso, sin conectarla...
Cuando se conecta, todo cobra aún más sentido...potente, articulada, definida...en todas las posiciones...es una gozada...pero, por encima de todo, ese mástil...es la definición perfecta de la comodidad en una superstrat.
Pros y contras:
Pros: todo...y no lo digo a la ligera...pero si hay que elegir algo en concreto...la comodidad del mástil.
Contra: algo elevada de peso.
Conclusión:
Una superstrat de una marca en su mejor momento de fabricación, con unos materiales, sonido, acción y un acabado impresionantes...como suelo decir "echo de menos los 80".
Espero que os haya gustado la review...un abrazo a todos.