Escrito por Pedro León
martes, 07 de agosto de 2007
Las lluvias de meteoros, o conocidas popularmente como lluvias de estrellas, están provocadas por los restos de polvo dejados por los cometas al atravesar la órbita terretre. El cuerpo progenitor de las Perseidas es el cometa Swift-Tuttle. Estos restos viajan a lo largo de la órbita del cometa alrededor del Sol que en este caso tarda unos 130 años.
El tamaño de las partículas de estos restos varía siendo la mayoría como granos de arena, algunos con masa mayor llegan a tener un brillo considerable, y se los denomina bólidos. Sólo cuando los meteoros poseen una masa considerable pueden atravesar la atmósfera por completo hasta llegar a la superficie. Estos meteoros pasan a recibir la denominación de meteoritos.
La Tierra en su órbita anual alrededor del sol pasa por esta fina zona de restos cada mediados de agosto. Cada meteoro entra en la atmósfera superior de la Tierra a unos 60 kilómetros por segundo, creando un rastro incandescente de aire ionizado (efecto parecido al que ocurre en el interior de los tubos fluorescentes de nuestras casas). Este rastro, y no el pequeño meteoro, es lo que vemos.
Las Perseidas son una de las lluvias de meteoros más fuertes del año y consideradas las mejores por la época del año en la que tienen lugar, agosto, con un clima más adecuado para observaciones hasta altas horas de la madrugada. Además debemos añadir que este año la luz de la luna no nos molestará al estar en su fase nueva y podremos observar más cantidad de meteoros.
Este año el máximo de las Perseidas tendrá lugar en la noche del 12 al 13 de agosto y se presenta muy favorable para su observación. La Tierra atravesará la zona más poblada de meteoros sobre las 05:00 horas T.U. en la madrugada del 13 de agosto. El oeste de Europa y Norte de América serán los lugares más privilegiados para su observación.
Los cálculos de meteoros/hora varían de una fuente a otra, pero aproximadamente está previsto que este año ronden los 100 meteoros/hora, previsión esta que por experiencia sabemos que no suele acertar.
En la cantidad de meteoros observados influye y mucho el grado de contaminación lumínica del lugar en el que nos encontremos, así desde una gran ciudad serán pocos y sólo los más brillantes meteoros los que podamos observar. En cambio en el campo ocurrirá todo lo contrario.
La fase lunar también influye pero como he comentado tendremos luna nueva y podemos descartar este factor.
Los meteoros se podrán ver en cualquier parte del cielo, pero si fuésemos capaces de hacer que los trazos permanecieran nos daríamos cuenta que todos parecen provenir de un mismo punto, el norte de la constelación de Perseo (cerca de Casiopea) y es ahí donde se encuentra el radiante (lugar de donde parecen provenir los meteoros). Es por ello por lo que se llama a esta lluvia Las Perseidas.
El radiante es un efecto de perspectiva, las partículas están viajando en paralelo por el espacio. Los meteoros que verás cerca del radiante serán lentos y cortos debido a que vienen hacia nosotros casi de frente. En cambio los que aparezcan lejos del radiante serán más largos y fuertes porque los estamos viendo de costado.
Al comienzo de la noche el radiante está muy bajo en el noreste, los meteoros rozan la atmósfera en un ángulo bajo y no se ven muchos. Según avanza la noche, el radiante gana altura, los meteoros llegan más directos, entonces se verán en mayores cantidades.
Justo antes del amanecer el radiante (la constelación de Perseo) se encontrará a unos 60º (Para el cáculo de la altitud tened en cuenta que la palma de la mano abierta, con el brazo extendido, cubre aproximadamente 20º del cielo, el puño 10º y el ancho del dedo pulgar 2º) de altura sobre el horizonte NorEste para los observadores de latitudes medias del norte (Mapas de localización).
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¿Cómo observarlas?
Debemos buscar un lugar en el campo libre de contaminación lumínica. A ser posible elevado o que no tengamos obstáculos tales como árboles que nos oculten parte del cielo. Una hamaca, colchón hinchable o una simple manta puede valer para tumbarse y poderlas observar de las forma más cómoda. Ropa de abrigo (aunque no lo parezca en las noches de agosto hace frío y más al estar tumbado o quieto) y algo de comida y bebida por si se alarga la observación.
La dirección a la que hay que mirar es a cualquier parte alrededor del radiante, pero hay que localizarlo claro y no todo el mundo es capaz, para no equivocarnos el mejor punto al que mirar es justo sobre nuestras cabezas, el cénit, por eso lo de hamacas y tumbonas. Por la posición del radiante durante el máximo y por mi experiencia en otras observaciones recomiendo tumbarse con la cabeza apuntando al NorEste y los pies al SurOeste.
También es recomendable ir acompañado a una observación o de no hacerlo avisar a alguien del lugar donde nos vamos a encontrar por si nos pasara algo. Se organizan para este evento observaciones en diferentes puntos del país, a veces son quedadas informales y otras veces se convocan por agrupaciones astronómicas. Para más información al respecto visita los foros de la Asociación Astronómica Hubble.
martes, 07 de agosto de 2007
Las lluvias de meteoros, o conocidas popularmente como lluvias de estrellas, están provocadas por los restos de polvo dejados por los cometas al atravesar la órbita terretre. El cuerpo progenitor de las Perseidas es el cometa Swift-Tuttle. Estos restos viajan a lo largo de la órbita del cometa alrededor del Sol que en este caso tarda unos 130 años.
El tamaño de las partículas de estos restos varía siendo la mayoría como granos de arena, algunos con masa mayor llegan a tener un brillo considerable, y se los denomina bólidos. Sólo cuando los meteoros poseen una masa considerable pueden atravesar la atmósfera por completo hasta llegar a la superficie. Estos meteoros pasan a recibir la denominación de meteoritos.
La Tierra en su órbita anual alrededor del sol pasa por esta fina zona de restos cada mediados de agosto. Cada meteoro entra en la atmósfera superior de la Tierra a unos 60 kilómetros por segundo, creando un rastro incandescente de aire ionizado (efecto parecido al que ocurre en el interior de los tubos fluorescentes de nuestras casas). Este rastro, y no el pequeño meteoro, es lo que vemos.
Las Perseidas son una de las lluvias de meteoros más fuertes del año y consideradas las mejores por la época del año en la que tienen lugar, agosto, con un clima más adecuado para observaciones hasta altas horas de la madrugada. Además debemos añadir que este año la luz de la luna no nos molestará al estar en su fase nueva y podremos observar más cantidad de meteoros.
Este año el máximo de las Perseidas tendrá lugar en la noche del 12 al 13 de agosto y se presenta muy favorable para su observación. La Tierra atravesará la zona más poblada de meteoros sobre las 05:00 horas T.U. en la madrugada del 13 de agosto. El oeste de Europa y Norte de América serán los lugares más privilegiados para su observación.
Los cálculos de meteoros/hora varían de una fuente a otra, pero aproximadamente está previsto que este año ronden los 100 meteoros/hora, previsión esta que por experiencia sabemos que no suele acertar.
En la cantidad de meteoros observados influye y mucho el grado de contaminación lumínica del lugar en el que nos encontremos, así desde una gran ciudad serán pocos y sólo los más brillantes meteoros los que podamos observar. En cambio en el campo ocurrirá todo lo contrario.
La fase lunar también influye pero como he comentado tendremos luna nueva y podemos descartar este factor.
Los meteoros se podrán ver en cualquier parte del cielo, pero si fuésemos capaces de hacer que los trazos permanecieran nos daríamos cuenta que todos parecen provenir de un mismo punto, el norte de la constelación de Perseo (cerca de Casiopea) y es ahí donde se encuentra el radiante (lugar de donde parecen provenir los meteoros). Es por ello por lo que se llama a esta lluvia Las Perseidas.
El radiante es un efecto de perspectiva, las partículas están viajando en paralelo por el espacio. Los meteoros que verás cerca del radiante serán lentos y cortos debido a que vienen hacia nosotros casi de frente. En cambio los que aparezcan lejos del radiante serán más largos y fuertes porque los estamos viendo de costado.
Al comienzo de la noche el radiante está muy bajo en el noreste, los meteoros rozan la atmósfera en un ángulo bajo y no se ven muchos. Según avanza la noche, el radiante gana altura, los meteoros llegan más directos, entonces se verán en mayores cantidades.
Justo antes del amanecer el radiante (la constelación de Perseo) se encontrará a unos 60º (Para el cáculo de la altitud tened en cuenta que la palma de la mano abierta, con el brazo extendido, cubre aproximadamente 20º del cielo, el puño 10º y el ancho del dedo pulgar 2º) de altura sobre el horizonte NorEste para los observadores de latitudes medias del norte (Mapas de localización).
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¿Cómo observarlas?
Debemos buscar un lugar en el campo libre de contaminación lumínica. A ser posible elevado o que no tengamos obstáculos tales como árboles que nos oculten parte del cielo. Una hamaca, colchón hinchable o una simple manta puede valer para tumbarse y poderlas observar de las forma más cómoda. Ropa de abrigo (aunque no lo parezca en las noches de agosto hace frío y más al estar tumbado o quieto) y algo de comida y bebida por si se alarga la observación.
La dirección a la que hay que mirar es a cualquier parte alrededor del radiante, pero hay que localizarlo claro y no todo el mundo es capaz, para no equivocarnos el mejor punto al que mirar es justo sobre nuestras cabezas, el cénit, por eso lo de hamacas y tumbonas. Por la posición del radiante durante el máximo y por mi experiencia en otras observaciones recomiendo tumbarse con la cabeza apuntando al NorEste y los pies al SurOeste.
También es recomendable ir acompañado a una observación o de no hacerlo avisar a alguien del lugar donde nos vamos a encontrar por si nos pasara algo. Se organizan para este evento observaciones en diferentes puntos del país, a veces son quedadas informales y otras veces se convocan por agrupaciones astronómicas. Para más información al respecto visita los foros de la Asociación Astronómica Hubble.
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