Se apagó el cuerpo del genio onubense de la guitarra flamenca. Miguel Vega de la Cruz, el Niño Miguel (Huelva 27/1/1952-23/5/2013), falleció este jueves a los 61 años en la UCI del Hospital Juan Ramón Jiménez, donde ingresó hace unas semanas aquejado de una grave infección de sangre y problemas intestinales, que se lo han acabado llevando.
Se va el cuerpo del maestro, de la leyenda, del flamenco con mayúsculas, de la sangre del arte, del dolor hecho música, de la improvisación, la sabiduría y el duende.
El hombre que allá por los años 70 se adelantó a su tiempo. En aquella época en la que quizá ni se hablaba de vanguardia, Niño Miguel inventaba con sus manos acariciando la guitarra que siempre fue su compañera. El hombre que, teniendo todo en su mano para haber paseado su esencia por los escenarios de todo el mundo, se acabó conformando con hacer de las calles de Huelva su teatro, su camerino, su refugio... El hombre que de la música de la guitarra hizo metáfora para afrontar sus fantasmas. El hombre que no pudo escapar del infierno de las drogas, lo que unido a su esquizofrenia, hizo el cóctel explosivo para ir muriendo en vida. El genio siempre herido.
Se va el cuerpo del maestro, de la leyenda, del flamenco con mayúsculas, de la sangre del arte, del dolor hecho música, de la improvisación, la sabiduría y el duende.
El hombre que allá por los años 70 se adelantó a su tiempo. En aquella época en la que quizá ni se hablaba de vanguardia, Niño Miguel inventaba con sus manos acariciando la guitarra que siempre fue su compañera. El hombre que, teniendo todo en su mano para haber paseado su esencia por los escenarios de todo el mundo, se acabó conformando con hacer de las calles de Huelva su teatro, su camerino, su refugio... El hombre que de la música de la guitarra hizo metáfora para afrontar sus fantasmas. El hombre que no pudo escapar del infierno de las drogas, lo que unido a su esquizofrenia, hizo el cóctel explosivo para ir muriendo en vida. El genio siempre herido.