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Pues sí, eso espero, he contado algunas de mis historias para no dormir en aviones en el hilo de "Viajar en avión con guitarra", y como vuelo unas cuantas veces al año, y soy de los de "no sin mi guitarra", he tenido experiencias de todo tipo, raras veces buenas.
Por peso y tamaño ya nunca me van a poder decir eso de "sí, tiene el tamaño permitido, pero es que el vuelo va muy lleno y hay que meter parte de los equipajes en la bodega".
Además, tiene bolsillos adicionales en los que puedes meter un libro, un MP3, un bocata...
Viajo bastante, y en viajes en coche o tren seguiré llevando una guitarra normal, pero para el avión es una solución estupenda. He mirado y probado todo tipo de guitarras para esto:
-Una Epi 339, tamaño admitido en avión, pero el peso anda por 3'5 kg, y si la llevas en bolsa blanda y te dicen lo de "el vuelo va muy lleno", ya me entran los temblores.
-Española: las que tengo son bastante buenas (con precio acorde), la más barata, una flamenca de Juan Alvarez de estudio, me costó 1000 pavos, porque era gama media, no gama económica. Si me la mandan a bodega no llego vivo a destino, me da un infarto en mitad del vuelo.
-Compré un guitalele de Yamaha, que cuesta 70 pavos y cabe dentro de una maleta un poco grandecita (es tamaño ukelele pero con 6 cuerdas), pero va afinado 2 tonos y medio por encima de la afinación estándar, y me resulta imposible cantar en ese tono, solo me sirve para hacer dedos.
Luego compré una electroacústica barata de Ibanez (una telecoustic, o sea, con forma de Teleca) sonaba bien enchufada, pero no me gustaba nada el sonido desenchufada. La verdad es que por precio y poco peso era ideal, pero su sonido desenchufada no me daba el placer que me debe dar una guitarra, me la llevé a un viaje de una semana a Italia y era un muermazo, la vendí en cuanto volví, fracaso total.
-Tuve una Juan Álvarez acústica, más arregladita de precio (creo que costó sobre los 300 pavos nueva), y tamaño levemente menor a una española, esa la llevé en avión y los de Ryan me la mandaron a bodega (los de Iberia me la dejaron llevar dentro del avión). Estaba bien para viajar, sonido bonito, piezo+afinador de Fishman. Esa la vendí por exceso de material, y decidí viajar con una parlor de Faith. Quizá fue un error...
-La parlor de Faith, preciosa, y con un sonido magnífico, es toda maciza de abeto/palosanto, con un piezo+afinador muy práctico, y cabe en una funda rígida de española, pero a los efectos es como llevar una española, en coche bien, pero en avión los riesgos son los mismos, y el precio muy similar a la Juan Álvarez, me acohona que la metan en bodega si me la lían parda. De hecho, una vez lo intentaron en el embarque, en un vuelo de Iberia, que normalmente no me pone pegas si la guitarra está dentro de las dimensiones permitidas. Como la llevaba en funda blanda les lloré, me quejé amargamente, y les dije que si la mandaban a bodega se rompería y que costaba un dineral, ante esa opción el sobrecargo me ofreció guardarla en los armaritos de equipaje de la tripulación. Eso me parecía aceptable, pero le dije que tenía que sacar cosas que necesitaba para el vuelo y llevaba en los bolsillos de la guitarra, y para que no diera el cognazo en el embarque, parando el paso, me dejaron irme a mi asiento y ahí quedó la cosa, voló en el maletero encima de mi asiento, pero ya me dejó con el acohone.
Así que esta Furch puede ser la solución, la tenía fichada, y he aprovechado una rebaja de una conocida tienda.
También es verdad que tenía mis dudas en cuanto a sonido y tocabilidad, pero el pasado verano probé un par de Furch en una tienda londinense y me gustaron mucho ambas, esta no la tenían, pero ese tono similar a las Lowden me encantó. A priori pensaba guardarla en su mochila en un altillo y sacar la guitarra para mi próximo vuelo, de aquí a 3 semanas, pero me da que va a estar más tiempo montada que guardada, me gusta mucho cómo suena, jejeje...