Juancar: veo que te estás aficionando a las entradas cósmico-estelares con el sintetizador, y veo también con admiración que no te has peleado con el tipo de la armónica, que tiene unas manías muy feas, como es el tocar en el espacio habitual del guitarrista. Bonito blues, con mucha intensidad y jugando con esa tonalidad mayor/menor que, al final, no se acaba por decantar (yo, en la última parte, decidí no utilizar la tercera, mayor o menor, y que decida el oyente sobre la tonalidad que más le plazca).
Muy buena aportación. Gracias por sumarte.
juancar51 escribió:
Joder que historias te montas, no se de donde salen, pero que rule. [...] Estupenda la [...] historia de la vieja pelleja.
Es que soy una persona generosa de natural: música y relatos breves por el mismo precio...
Dña. Anastasia del Naranjo Verde, o abreviadamente Dña. Margarita, falleció de muerte súbita el pasado jueves, dejando como único y legítimo heredero a Pichi, su perro "canichi". El perro, como se ha dicho, había finado dos décadas atrás, pero la antes mencionada no se había percatado.
Antes de que su fortuna (nada despreciable, por cierto) pase a manos del Estado y se distribuya entre las administraciones correspondientes, los vecinos (nombrados, al parecer, albaceas testamentarios para garantía del cuidado del animal) han estado prestos a tomar posición y, lo que antes era considerado una atracción ferial digna de grabación con el móvil (recuerde el lector que la susodicha arrastraba a su perro disecado por las aceras del vecindario, para general pasmo de los viandantes), se ha convertido ahora en una tarea oficial comunitaria, toda vez que la fortuna perruna queda ahora bajo la tutela de los avispados vecinos, tanto en cuanto el animalito siga vivo, en atención a los propios términos del testamento...
Esto así, Pichi, el perro "canichi", está oficialmente vivo, y así seguirá.
Larga vida a Pichi...!!!
FIN