Otra cosa completamente diferente es si vamos a vivir de ello, y cuando digo vivir quiero decir ganarnos el pan. Yo en particular tardé muchos años en decidirme, si bien comencé a estudiar y a tocar desde muy joven no fue hasta los 36 años cuando decidí trabajar exclusivamente de esto.
Lo que voy a describir aquí es mi propia experiencia y la manera en que he buscado, y sigo buscando, diferentes caminos para trabajar. Muchas veces he pensado que, dentro de los conservatorios, esta tendría que ser una asignatura fundamental para formar músicos profesionales. En algunas escuelas de USA esto se enseña muy en detalle: músico de estudio, compositor para cine, productor musical, etc; tratando de orientar al estudiante en el mercado laboral. Claro que allí este mercado es infinitamente mayor que en el resto del mundo y las posibilidades de trabajo también, aunque la competencia es mucho mayor.
En nuestra adolescencia soñamos con ser grandes estrellas del rock o del pop o del jazz o de lo que sea que nos haga conquistar grandes escenarios y la admiración del público; o revolucionar la música como Beethoven, Miles Davis o Jimmy Hendrix, y esto entra dentro de nuestras posibilidades, aunque en un porcentaje menor. Luego, cuando descubrimos que no somos genios, el primer reflejo es dejarlo todo (yo lo he hecho) hasta que descubrimos que no podemos vivir sin la música, es una necesidad. Allí comienza nuestro camino.
A medida que vamos madurando y nos vamos conociendo como personas, también nos conocemos como músicos. Vemos cuáles son nuestras virtudes, nuestros defectos y nuestras carencias; muchas de estas las podemos ir trabajando a medida que aclaramos nuestro camino.
Mi Grupo
Si decidimos tirar para adelante con nuestro propio proyecto musical, que es lo que todos soñamos, es bueno tener claras algunas cosas:
Nivel musical: En cualquier nivel que te encuentres puedes generar una propuesta atractiva, basta con mirar lo que hay (sin prejuicios) para comprobarlo.
Estilo: Todos tenemos varios músicos de referencia a los que nos gustaría parecernos, pero a la hora de formar nuestro proyecto es necesario tener un estilo propio, dejarlo salir, y esto no es nada fácil porque nuestras influencias a veces nos hacen de freno por temor a no parecernos a ellas. Hay que experimentar hasta que aparezca aquello que realmente nos conmueve, porque también será lo que conmueva a quien nos escuche.
Grupo: Buscar otros músicos no es tarea fácil, hoy el concepto de “grupo” está en decadencia y es difícil encontrar gente con la que construir un proyecto común. Nos encontraremos con muchos músicos, que como nosotros, están tratando de ganarse la vida y tocan en varios grupos a la vez, no tienen tiempo casi de ensayar y en muchos caso poco interés, si no les ofreces un trabajo concreto remunerado. Si tienes la suerte de encontrar alguno con quien compartir el proyecto con el mismo entusiasmo lo mejor es tirar juntos para adelante con la idea e ir llamando a músicos profesionales para que os acompañen. Tendrás entonces que conseguir conciertos.
Liderazgo: Puedes liderar el grupo dentro o fuera del escenario, o ambas cosas, pero tú eres el que lleva el proyecto adelante. Quizás tu música necesita de un buen cantante y tú no lo haces bien, o no eres lo suficientemente carismático. En ese caso no serás la “cara” en el escenario. Si tu ego lo permite búscate entonces un buen cantante y dirige tu grupo igualmente.
Ámbito: Una vez que nuestro estilo se va aclarando hay que venderlo, encontrar cuál es el mejor ámbito para nuestra música: festivales, clubes, salas de conciertos, medios de difusión. Contactar por internet con todos aquellos lugares donde se divulgue nuestros estilos musicales, pequeños, medianos, grandes y muy grandes.
Manager: En un principio es difícil conseguir un buen manager, es decir: alguien que venda tu proyecto mejor que tu. Generalmente esto lo consigues cuando ya te has forjado un nombre. Por lo tanto en un principio este será un trabajo que has de hacer tú.
Este es quizá el trabajo más complicado, pero también es el más agradecido, porque estarás tocando la música que te gusta donde y con quien quieres. Quítate de la cabeza el estrellato, eso vendrá solo, o no, lo importante es estar tocando.
Un músico profesional
Puedes ser un músico que trabaje en proyectos de otros, dentro de los estilos que te gusten, acompañar cantantes, ser solista, músico de estudio, etc.
Para esto es necesario que controles tu instrumento, dominar estilos, tener una buena técnica, un buen nivel de lectura, hacerte a conocer con de los músicos o lugares con los que te interesa trabajar, etc.
Será necesario entonces un sincero análisis de cuáles son tus puntos más débiles como instrumentista y trabajar duro para mejorarlos.
Infórmate bien de la gestión y cobro sobre tus derechos de interpretación.
Composición
Componer música es algo muy gratificante y creativo. La informática es hoy algo que nos ayuda muchísimo a esto, ya sea para componer, arreglar y hasta grabar. Este trabajo es algo que puede generar mucho dinero si sabes posicionarte haciendo música para publicidad, videos, programa de tv, radio, arreglos para otros músicos, espacios de internet. Es muy recomendable que aprendas cómo gestionar tus derechos de autor, ya que el mismo trabajo puede generarte más o menos dinero dependiendo de esto.
Enseñanza
Esta es una posibilidad de trabajo que se nos presenta a todos los músicos pero es importante que realmente tengas vocación de enseñar, de lo contrario no te dará mucho resultado, ya que tus alumnos percibirán rápidamente tus fines lucrativos y se buscarán otro profesor. La generosidad, querer trasmitir todo lo que sabes y guiar a tus alumnos en el aprendizaje (a cualquier nivel que ellos quieran alcanzar), expandir sus metas y compartir sus luchas cotidianas es la clave.
Como ya dije anteriormente esto es una descripción de mi propia experiencia, de los trabajos que he hecho y sigo haciendo. Otros músicos habrán tenido otras y podrán nutrir aún más este texto.
Buenas noches y buena música.