Venus y Júpiter están convergiendo en una espectacular conjunción con la Luna creciente —un raro evento que algunos están llamando 'el espectáculo celeste del año'.
Nov. 24, 2008: Esta historia termina con el mejor espectáculo celeste del año: una impresionante triple conjunción entre Venus, Júpiter y la Luna creciente.
Comienza esta noche con un paseo al atardecer.
Al final del día, cuando el horizonte se esté poniendo rojo y el cenit sea de color azul cobalto, salga y mire hacia el Suroeste. Verá a Venus y a Júpiter brillando lado a lado en el crepúsculo. El relumbrante Venus es absolutamente brillante y Júpiter lo es casi tanto como Venus. Juntos son dinamita:
[ Imagen no disponible ]
Agregue algo más de TNT y ¡ahí está! —es mañana. Salga y mire de nuevo. Se maravillará de ver cuánto se ha estrechado la brecha entre Venus y Júpiter. Los dos planetas están convergiendo, no lentamente como ocurre con los fenómenos celestes, sino precipitadamente —casi un grado (dos veces el ancho de la Luna llena) por noche. A medida que la brecha se acorta, aumenta la belleza.
El 29 de noviembre (mapa del cielo), los dos planetas estarán separados por menos de 3 grados y usted pensará "seguramente el espectáculo no puede ponerse mejor que esto".
Y entonces sí se pondrá mejor. El 30 de noviembre (mapa del cielo), una delgada Luna creciente, al 10%, saltará desde el horizonte para unirse al espectáculo. La delicada media luna, colgando apenas por debajo de Venus y de Júpiter, captará la atención de cámaras en todo el mundo.
[ Imagen no disponible ]
La noche del 1 de diciembre (mapa del cielo) es la mejor de todas. La Luna creciente, ahora al 15%, se acerca más para formar un triángulo isósceles con Venus y Júpiter como vértices opuestos. Los tres objetos más brillantes del cielo nocturno estarán tan cerca uno del otro, que usted podrá ocultarlos con su dedo pulgar sostenido a la distancia de su brazo estirado.
El triángulo celeste será visible desde todas partes del mundo, incluso desde las ciudades contaminadas por la luz. Los habitantes de Nueva York y de Hong Kong lo verán tan claramente como los astrónomos que observen desde remotas cimas de montañas. Sólo un clima nublado o el Sol de media noche (¡lo sentimos Antártida!) pueden arruinar el espectáculo.
Aunque se puede ver el triángulo a simple vista (no se lo puede perder), un pequeño telescopio hará que se pueda disfrutar aún más el atardecer. En un vistazo triangular rápido, se pueden ver las lunas y los cinturones de nubes de Júpiter, la fase gibosa de Venus (69% lleno) y cráteres y montañas en la Luna. Es un grandioso paseo que no olvidará pronto.
[ Imagen no disponible ]
Finalmente, despegue la vista del ocular y recorra la Luna con sus ojos. ¿Ve una fantasmagórica imagen de la Luna llena dentro de los cuernos brillantes de la media luna? Ese es el llamado "brillo de la Tierra" o, algunas veces, "el resplandor de da Vinci" porque Leonardo da Vinci fue la primera persona en explicarlo: la luz del Sol golpea contra la Tierra y llega de rebote a la Luna, proyectando así un brillo a lo largo del oscuro terreno lunar.
Por sí misma, una media luna con brillo de la Tierra es una de las vistas más encantadoras que se pueden apreciar en el cielo. Añada a Venus y a Júpiter y... bueno... es hora de dejar de leer e ir a marcar su calendario:
Atardecer del 1 de diciembre: ¡El espectáculo celeste del año!
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Nov. 24, 2008: Esta historia termina con el mejor espectáculo celeste del año: una impresionante triple conjunción entre Venus, Júpiter y la Luna creciente.
Comienza esta noche con un paseo al atardecer.
Al final del día, cuando el horizonte se esté poniendo rojo y el cenit sea de color azul cobalto, salga y mire hacia el Suroeste. Verá a Venus y a Júpiter brillando lado a lado en el crepúsculo. El relumbrante Venus es absolutamente brillante y Júpiter lo es casi tanto como Venus. Juntos son dinamita:
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Agregue algo más de TNT y ¡ahí está! —es mañana. Salga y mire de nuevo. Se maravillará de ver cuánto se ha estrechado la brecha entre Venus y Júpiter. Los dos planetas están convergiendo, no lentamente como ocurre con los fenómenos celestes, sino precipitadamente —casi un grado (dos veces el ancho de la Luna llena) por noche. A medida que la brecha se acorta, aumenta la belleza.
El 29 de noviembre (mapa del cielo), los dos planetas estarán separados por menos de 3 grados y usted pensará "seguramente el espectáculo no puede ponerse mejor que esto".
Y entonces sí se pondrá mejor. El 30 de noviembre (mapa del cielo), una delgada Luna creciente, al 10%, saltará desde el horizonte para unirse al espectáculo. La delicada media luna, colgando apenas por debajo de Venus y de Júpiter, captará la atención de cámaras en todo el mundo.
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La noche del 1 de diciembre (mapa del cielo) es la mejor de todas. La Luna creciente, ahora al 15%, se acerca más para formar un triángulo isósceles con Venus y Júpiter como vértices opuestos. Los tres objetos más brillantes del cielo nocturno estarán tan cerca uno del otro, que usted podrá ocultarlos con su dedo pulgar sostenido a la distancia de su brazo estirado.
El triángulo celeste será visible desde todas partes del mundo, incluso desde las ciudades contaminadas por la luz. Los habitantes de Nueva York y de Hong Kong lo verán tan claramente como los astrónomos que observen desde remotas cimas de montañas. Sólo un clima nublado o el Sol de media noche (¡lo sentimos Antártida!) pueden arruinar el espectáculo.
Aunque se puede ver el triángulo a simple vista (no se lo puede perder), un pequeño telescopio hará que se pueda disfrutar aún más el atardecer. En un vistazo triangular rápido, se pueden ver las lunas y los cinturones de nubes de Júpiter, la fase gibosa de Venus (69% lleno) y cráteres y montañas en la Luna. Es un grandioso paseo que no olvidará pronto.
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Finalmente, despegue la vista del ocular y recorra la Luna con sus ojos. ¿Ve una fantasmagórica imagen de la Luna llena dentro de los cuernos brillantes de la media luna? Ese es el llamado "brillo de la Tierra" o, algunas veces, "el resplandor de da Vinci" porque Leonardo da Vinci fue la primera persona en explicarlo: la luz del Sol golpea contra la Tierra y llega de rebote a la Luna, proyectando así un brillo a lo largo del oscuro terreno lunar.
Por sí misma, una media luna con brillo de la Tierra es una de las vistas más encantadoras que se pueden apreciar en el cielo. Añada a Venus y a Júpiter y... bueno... es hora de dejar de leer e ir a marcar su calendario:
Atardecer del 1 de diciembre: ¡El espectáculo celeste del año!
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