Así es como 10 PRS de más de 4.000 dólares acabaron en manos de alumnos de instituto
Según la historia contada por Guitar World (aparecida originalmente en el Anchorage Daily News), varios chicos y chicas en diversos institutos de Anchorage, en Alaska, están disfrutando en estos momentos de unas guitarras PRS con precios que van desde los 4.360 dólares hasta los 8.400 con la inscripción "Custom built for U.S.A. only", y no es exactamente porque se haya decidido tirar la casa por la ventana en sus aulas de música. Lo que ocurrió fue muy distinto.
Según lo informado por el medio informativo local de Anchorage, un cargamento con las diez guitarras salió de la costa oeste de los EEUU enviado por un punto de venta (es decir, no por PRS como marca directamente, sino por una "tienda" que no ha querido reverlar su nombre) en dirección a Hong Kong en julio de 2018. La carga fue interceptada, y aunque en el exterior se indicaba que contenía ropa, al abrirla se encontraron 10 guitarras con partess de palo rosa (no sabemos si todas ellas lo presentaban) sin los permisos correspondientes del CITES para ser exportadas. Por si no sabéis de qué va lo del CITES, es una normativa de control de algunas especies de animales y plantas con fines ecológicos de la que ya hemos hablado alguna vez en nuestras páginas.
Según parece, el U.S. Fish and Wildlife Service inició un proceso de decomiso, tras lo cual las guitarras fueron entregadas. Lo siguiente, tras valorar si alguna agencia federal podría emplearlas, fue donarlas a alguna organización sin ánimo de lucro. Y ahí es donde entra en la historia la Anchorage School District, cuyo director del departamento de arte, Bruce Wood, recibió unas cajas. "Creo que sabía que eran guitarras, pero no sabía si eran pequeñas guitarras de principiante, acústicas un poco mejores o instrumentos para secundaria". Después de abrirlas, describe su reacción como "durante 45 minutos, teníamos las mandíbulas en el suelo al abrir estas 10 guitarras".
Finalmente, 8 son las guitarras que han sido destinadas a bandas de jazz de diferentes institutos del distrito, mientras que las otras dos han tenido un destino diferente: una se ha asignado al único profesor de guitarra y ukelele a tiempo completo que hay en el distrito, y la otra se ha quedado en el departamento de arte reservada para cederla a escuelas en ocasiones especiales. Fish and Wildlife advierte que aunque e distrito puede utilizar estos instrumentos, siguen siendo propiedad de la agencia y que no puede haber ningún intento de venderlas. Desde luego, si este caso ocurriese en alguna de las escuelas de nuestros hijos, no costaría imaginar más de un padre o madre visitando el instituto con sospechoso interés por el aula de música.
Más información | Anchorage Daily News