Boss DD-200 (2019)

Con un selector maestro para el tipo de delay y 6 controles más para los distintos parámetros y ajustes, la variedad y paleta de sonidos es sorprendente. Para los que disfrutamos con toquetear y experimentar con los sonidos este pedal es una pequeña maravilla, una caja llena de sorpresas.

Quizás para los usuarios que busquen algo rápido e instantáneo les puede intimidar la cantidad de controles y posibilidades, cierto, pero basta con dedicarse una tarde para encontrar todas las configuraciones que necesitas y guardarlas en algunos de las 128 posiciones de memoria que dispone (después de la última actualización del firmware).

El potenciómetro RATE (primero de arriba a la izquierda) tiene tres funciones distintas que lo hace sumamente versátil. Para cambiar su función basta con pulsar sobre él y pasaremos a ver en el display los valores actuales del Rate en milisegundos o BPM según nos convenga. Una tercera pulsación y el visor nos mostrará el número de preset establecido pudiendo seleccionar entonces cualquiera de los 128 posibles de forma casi inmediata. También se puede acceder a los presets almacenados en cualquier momento manteniendo pulsado el botón "Memory" y moviendo dicho control Rate hasta visualizar el preset deseado.

En cuestión de valores y parámetros del efecto el display es suficiente con la información que muestra, pero si necesitamos acceder a los ajustes de sistema y menú, será necesario echar mano del manual ya que ahí si que la información es muy críptica, pero bueno, ese tipo de ajustes sólo se utilizan muy de vez en cuando para ajustar el pedal a nuestro setup y su modo de funcionamiento.

Como pega (y decepción) mencionar que carece del típico efecto PingPong Delay que encontramos en otros pedales, pero yo he conseguido simular un efecto parecido utilizando el tipo "Pattern" y ajustando los valores adecuadamente (aunque no es lo mismo).

Para los que nos va la música ambiental y crear paisajes atmosféricos la sola presencia del "Tera Echo" y del "Pad Echo" ya es suficiente para la adquisición de este magnífico pedal que se puede encontrar de segunda mano a buenos precios por todo lo que ofrece realmente.

El Boss DD-200 tiene muy buen sonido, es versátil y bastante sencillo de manejar. El pote de la izquierda permite alternar entre los distintos tipos de delay, y los seis de la derecha sirven para jugar con el sonido (tiempo, feedback, intensidades, tonos) de una manera bastante intuitiva, como cualquier pedal de gama media-alta. La pantalla digital da la información justa, de manera muy parca, lo que en mi opinión facilita la comprensión de lo que estamos haciendo en todo momento sin perdernos en florituras.
Jugando con los distintos parámetros podemos conseguir sonidos más clásicos y sonidos galácticos, muy experimentales. El pedal no nos predispone hacia una u otra manera de hacer música, como quizás sí hacen otros pedales a priori más cool (hola Avalanche Run) pensados más específicamente para territorios ambientales. De lo que estos hacen, sólo he echado de menos en el Boss la posibilidad de hacer swells.
De los modos que ofrece, no he encontrado aún utilidad al Ducking, y me ha costado más encontrar sonidos inspiradores en el Dual. Los demás los he explotado con gusto.
La estética del pedal, que parece un aparato de laboratorio farmacológico, a mí me encanta, pero entiendo que es cuestión de gustos. Eso sí, el brillo brilli del acabado no se aprecia bien en las fotos y sorprende en la realidad. Es un blanco nacarado.
Finalmente, en una actualización se aumentaron las memorias preset de 4 a 128.
En resumen, el pedal me tiene muy contento. Suena bien, es muy completo y su registro muy amplio.