LD Systems Anny10, amplificador portátil para músicos callejeros
El Anny10 de LD Systems es un equipo autoamplificado diseñado para músicos callejeros o que se organizan sus pequeños conciertos en bares, campings o fiestas privadas; pero también es un excelente recurso para gimnasios, asociaciones culturales o charlas. Se trata de una pequeña PA de dos vías, en formato trolley para facilitar el transporte que se vende en varios formatos: sin ningún micro inalámbrico, o bien con uno o dos micros de mano o de diadema. Es posible elegir entre las diferentes versiones para adaptarlo a las necesidades particulares de cada uno.
Normalmente los principales problemas a resolver en los contextos mencionados anteriormente son el transporte del equipo, la necesidad de alimentación para enchufarlo y, por último, pero no por ello menos importante, la necesidad de volumen suficiente para ser escuchados. El transporte y la alimentación están resueltos con el Anny10, eso es seguro, ya que su formato Trolley y su batería interna de 5A, que nos permitirá tocar entre 20 y 5 horas en función del volumen empleado, dejan los problemas de movilidad y tomas de corriente fuera de la ecuación. Eso sí, hay que tener en cuenta que pesa 18Kg., por lo que en aquellos momentos que no podamos utilizar las ruedas (escaleras, escalones, elevaciones a escenarios o soportes) notaremos aproximadamente el mismo peso que el de algunos combos valvulares.
La sección inalámbrica del Anny10 es interesante: podemos adquirir el altavoz en pack con hasta dos micrófonos de mano o de diadema inalámbricos, que se comunican por infrarrojos con el equipo. Quizás no es vital para un guitarrista en la calle que no va a apartarse de donde está sentado y puede permitirse usar un micro con cable, pero para los buskers más bailarines — Borja Catanesi, sin ir más lejos — tener un micro de diadema para poder hablar y cantar en movimiento puede suponer un plus. Y para actividades menos relacionadas con la música como las actividades en gimnasios o presentaciones en eventos, se vuelve casi imprescindible.
Entrando en detalle, el Anny10 tiene un panel posterior mucho más completo que el de cualquier cuña amplificada genérica, contamos con dos entradas de micro/linea en formato combinado jack/XLR, una entrada de línea estéreo a elegir entre un minijack o dos RCA, un canal de audio Bluetooth (para mandar backing tracks desde el móvil o tablet) y dos canales opcionales adicionales para los inalámbricos, activos solamente cuando disponemos de los módulos con antena pensados para ello.
Todo ello se puede manejar con unos cuantos controles físicos para los volúmenes de cada canal, una perilla que regula el nivel global de efectos (el Anny10 incluye algunos tipos de reverb y un delay), pero para acceder el control total, deberemos movernos por el menú que hay en la pantalla iluminada trasera. Allí podremos ecualizar el sonido general del Anny10, seleccionar individualmente qué canales se verán afectados por los efectos (y en qué medida) y activar funciones como Priority, el típico efecto Ducking para que el volumen de la música baje cada vez que hablamos.
En el apartado más estrictamente estructural, también hay algunas buenas ideas: se ha creado un compartimento protegido por una tapa con resporte, en el que podemos guardar y transportar los micrófonos inalámbricos (que tienen un alcance de 80 metros según el manual, y una duración de batería de 8 horas), y también una pequeña ranura para acomodar el móvil o tablet que reproduce la música bluetooth. Hay que mencionar también la salida USB-C que, aunque tiene como propósito principal el de alimentar el citado dispositivo móvil, también podemos usarlo para otras cosas: nosotros lo usamos para alimentar un HX Stomp (usando adaptadores), y así poder llevarnos nuestro multiefectos para tocar en la calle.
En conjunto, un todo-en-uno que puede resolvernos casi cualquier bolo al que nos enfrentemos, siempre buscando la configuración que más se adapte a nuestras necesidades.
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