Lo que un multiefectos económico es capaz de hacer hoy en día: un vistazo a la NUX MG-101
Uno se acostumbra fácilmente a lo bueno, y la costumbre actual es que las cosas suenen bastante bien. Para quien sea de generaciones posteriores a la mía y se haya preguntado si en los 80 y 90 los primeros pedales de emulación digitales nos sonaban bien a los que vivimos ese período... la respuesta es no. Los recibías con buena disposición, y ponías todo tu empeño para esquivar su sonoridad delgada, pequeña, como encerrada dentro de un cajón, porque a cambio te entregaban la ventaja de no tener que acarrear tu ampli, o te ahorrabas el grabarlo a todo volumen en un domicilio con vecinos cerca. Y aún con todo, te maravillabas de lo que podías hacer con esa pequeña cajita, y lo agradecías.
Algunos eran prometedores y eran más agradecidos, como el POD. Pero aún estaban lejos de Kempers, Tonex y Fractals que vendrían mucho después, entregando un resultado radicalmente superior. Por eso, a veces me río para mí mismo cuando hago algunas revisiones de equipos actuales que no cuestan ni 200 euros, como el Nux MG-101 que repasamos hoy: me resulta una auténtica locura que suenen tan bien comparados con sus equivalentes de mi adolescencia.
Claro, tampoco es para sorprenderse tanto: 30 o 40 años en el mundo de la informática es un absimo tecnológico enorme. Pero incluso teniendo eso en mente, no deja de sorprenderme que, hoy en día, un principiante cualquiera, tenga acceso a emulaciones de ampli de lo más convincentes, casi cualquier tipo de efecto (¡hasta armonizador inteligente!), que puede retocar cómodamente en un editor de ordenador que luce estupendo, con representaciones gráficas a todo color de cada una de las piezas de equipo virtual. O que pueda usar un looper con caja de ritmos inteligente, que sin nuestra ayuda puede adivinar el tempo del loop que acabamos de grabar y adaptarse ella solita. O el modo de autograbación del looper, que se pone a grabar cuando detecta la primera entrada de señal.
En fin, una serie de ayudas tecnológicas que no solo convierte en un placer manejar una unidad así, sino que tiene un potencial didáctico mucho mayor que aquellas unidades confusas y opacas que teníamos, y que no devolvían más feedback que el de una escueta pantalla de dígitos por segmentos. Aquí, en cambio, es fácil captar rápidamente de qué va el juego de combinar pedales y amplis, y proyecta una idea bastante acertada de cómo funciona el mundo real de los pedales y amplis.
Para gente que está empezando a tocar es exactamente lo que uno necesita, pero a estas alturas un pedal económico como esta ya suena suficientemente bien como para que cualquier profesional de conciertos de versiones, verbenas, bodas o similares, tenga en el Nux MG-101 la herramienta de trabajo perfecta — si no necesita grandes opciones de conmutación — ya sea como equipo principal o como backup.
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