Headrush Prime, review a fondo: clonador de amplis, Autotune incorporado, y mucho más
Pros
- Excelente interfaz fácil de usar
- Todo se puede hacer con los pies
- Muchos pulsadores que simplifican el uso
- Buenos sonidos en el terreno vintage y semilimpio
- Looper excelente
- Herramienta de clonar amplis que mejora sensiblemente el abanico sonoro de la Headrush original
- Bastante variedad de efectos
- Ruteo fácil de configurar
- Posibilidad de usar dobles amplis o pantallas
- Canal de voz siempre activo, con posibilidad de ponerle efectos
- Autotune funciona estupendamente
- Herramienta de prácticas ideal para aprender temas
- La conexión Wifi se revela como muy práctica para evitar conectar cables cada vez que queremos pasar un archivo a su memoria interna
- Buena integración del método de los 4 cables
Contras
- Algunos modelos de ampli de serie no son muy satisfactorios, sobretodo en terreno Hi Gain
- Los efectos están bien, pero muchos son algo genéricos, y los más sofisticados se quedan algo cortos.
- El tamaño y el peso son excesivos
En tiendas
- Headrush Prime: 977€ en Thomann
La Headrush Prime es la última versión de las pedaleras de la familia Headrush, presentadas por primera vez en 2017 y que, con su pantalla táctil, puso en jaque a algunos fabricantes del momento como Helix. Más tarde pudimos ver como la misma pedalera renacía en diferentes formatos de tamaños más fáciles de transportar, como la Headrush Gigboard, y ahora ha llegado por fin el relevo del buque insignia de la marca.
Lo hace con dos prestaciones de peso como argumento para regresar: una es la posibilidad de crear nuestros propios perfiles clonados de amplis estilo Kemper, y el otro es la nueva colección de efectos para la voz, que podemos usar de forma simultánea a la guitarra y que incluye el Autotune de Antares, empresa creadora del efecto con la que Headrush han hecho una colaboración.
Por supuesto, teníamos que probarla y agotar hasta la última de las opciones que tuviesemos a nuestro alcance para poder compartir con todos vosotros los resultados.
A grandes rasgos, lo resumiríamos así: posiblemente tiene una de las mejores interfaces de usuario que hay en el mercado en este momento, y una potencia y posibilidades nada desdeñables. Sigue sin parecernos que tenga el poderío emulador de Fractal o Helix — es muy competente en el terreno vintage de sonidos crunch, pero en el Hi Gain la cosa no acaba de arrancar — , pero esto ha cambiado gracias a la herramienta de clonar amplis, que de veras ofrece la opción de ampliar nuestros sonidos si los que vienen de serie no nos gustan o no nos convence su dinámica. Ciertamente es un buen apoyo la carencia anteriormente mencionada. El amplificador que hemos clonado ha sido reproducido con una fidelidad más que notable.
Estamos muy satisfechos con las posibilidades de los efectos vocales que se han incluido: el previo incorporado es más que capaz — ha entregado ganancia de sobras a nuestro Shure SM7B, un micro famoso por necesitar mucha — y suena estupendo con los efectos internos de la unidad.
En el área de efectos y uso mediante el método de los 4 cables, hay una mezcla de resultados. Si bien los efectos de Headrush nunca nos han parecido especialmente excitantes — cumplen su funcion — la pedalera parece muy preparada para ser usada en combinación con el ampli. Al usar el loop de efectos para insertar el preamp del ampli, no hemos encontrado problemas de masa (algo que sí ocurre con algunos modelos de Helix, Boss o incluso Fractal, que solemos poder resolver con aislamiento galvánico entre la pedalera y el primer cable que va hacia el ampli), y tiene sentido ya que la pedalera viene equipada con un jack de control de canales de ampli que puede manejar dos funciones mediante la punta y el anillo de un jack TRS. Señal que este uso estaba contemplado.
Los efectos complejos o más caros, como los pitch shifters, shimmers, simuladores de feedback y otros, están representados, lo cual es de agradecer. Y sin duda están varios escalones por encima de la calidad que ofrece la familia Mooer, Joyo, Hotone y demás sin duda alguna. Pero también están perceptiblemente por debajo de la familia Helix o Fractal. A veces por razones sonoras, otras, como en el caso del algoritmo de Drop, por la latencia más que por el sonido.
Un punto a favor muy importante: la ausencia de gap entre presets y escenas, así como la presencia de spillover de un preset a otro. El looper, así como otras funciones que se benefician del hecho de tener un número muy grande de pulsadores, son un gusto en esta pedalera. Por esa comodidad, pagamos el precio de una pedalera muy voluminosa y pesada, algo no muy agradable, pero ciertamente es un gustazo poder controlar cualquier aspecto prácticamente sin tener que agacharnos casi nunca. Incluso los cuadros de diálogo están sincronizados con los pedales de modo que podemos aceptar, cancelar, guardar u otras funciones del sistema usando solo los pies. Algo que por supuesto está presente en la nueva herramienta de prácticas, en la que sin despegar las manos de la guitarra, podemos reproducir, parar, hacer loops de un tema, así como cambiar su pitch o velocidad.
El Bluetooth y el Wifi también son novedad; el primero nos permite reproducir temas desde el teléfono sin ningún problema, y el segundo nos ayudará a varias cosas. Siempre que haya una red Wifi de la que sepamos la contraseña, podremos estar en contacto con una carpeta de Dropbox elegida por nosotros, ya sea para almacenar temas que queramos reproducir desde la Headrush Prime, como para subir (o bajarnos) nuestros presets y profiles de amplis. A la vez, el Wifi nos permite conectarnos a Headrush Cloud, una sencilla comunidad virtual donde poder compartir nuestros presets y profiles, y obtener algunos oficiales proporcionados por Headrush, con colaboraciones ocasionales de artistas o empresas como Choptones.
Conclusiones
Tal vez la Headrush Prime no sea la pedalera de sonido más exquisito en esta gama de precio, pero tiene un conjunto de comodidades a las que no tiene sentido renunciar cuando obtener ese pequeño porcentaje extra de fidelidad sonora no va a suponer ninguna diferencia práctica. Una pedalera idónea para salir a tocar a conciertos, especialmente si somos artistas solistas, ya que vamos a tener resueltos muchos problemas: todos nuestros sonidos de guitarra y de voz estarán cubiertos, y tendremos un excelente looper, así como la posibilidad de reproducir pistas desde el móvil o mediante la herramienta de prácticas.
Una pedalera de este tamaño y peso no invita demasiado a poner pedales externos, aunque ciertamente podemos hacerlo gracias a su loop de efectos. Así que es importante asegurarse de que las calidades de los efectos incorporados van a ser suficientes para nosotros, ya que las ampliaciones supondrán más espacio y kilos en la furgo.
Pero eso sí, es fácil de usar, intuitiva, y no presenta gap entre presets. Puesto todo junto, es la pedalera perfecta para los usuarios que no se pierden en el abismo de los detalles y la perfección, sino para aquellos músicos que quieren salir a tocar y, a ser posible, no tener que volverse locos leyendo manuales. Eso sí, recomendamos hacer vuestro propio clon de ampli, una prestación que le ha sentado de maravilla a la familia Headrush, y con la que es probable que os ahorréis unos cuantos minutos más de la cuenta girando perillas de esta forma.
En tiendas
- Headrush Prime: 977€ en Thomann