Nuevo Korg Pitchblack Poly: primeras impresiones

Tras el éxito y la innovación que supuso el lanzamiento del TC Electronics Polytune, este mes ha llegado al mercado un nuevo pedal afinador polifónico de la mano de Korg: el Korg Pitchblack Poly.

Fabricado en Vietnam, el Pitchblack Poly tiene un diseño claramente basado en el archiconocido Picthblack, con un funcionamiento y prestaciones similares, pero con evidentes mejoras más allá de la propia afinación polifónica.

Este análisis no pretende repasar las funcionalidades del pedal, ni las características ni las especificaciones técnicas que se pueden encontrar en la web, en los manuales y en los vídeos o fotografías del fabricante; la idea es más bien mostrar pequeños apuntes personales que puedan ser interesantes para el futuro comprador, impresiones que no quedan tan claras o visibles en los canales oficiales.

He tenido un buen tiempo el Pitchblack original, y unos meses el TC Electronics Polytune. Voy a intentar dar detalles comparativos de interés sobre mi experiencia con ambos, y mis primeras impresiones con el Pitchblack Poly. Sobre los dos primeros pedales hablaré de memoria, así que intentaré ser tan preciso como mis recuerdos me permitan

En un primer vistazo el Pitchblack Poly es muy parecido al modelo anterior (el Pichblack). De cerca lo veo más oscuro, más negro que el Pitchblack original. Supongo que la sensación se deberá al acabado de la pintura, porque en la mayoría de imágenes parece que el color sigue siendo el mismo. Las medidas y el peso según las especificaciones del fabricante son exactamente las mismas para ambos (dos gramos de diferencia de más para el nuevo), aunque la primera sensación que me dejó el primer contacto con el Pitchblack Poly fue que este modelo parecía ligeramente más grande que el anterior.

En la mano, lo primero que me llamó la atención es que la carcasa metálica del Pitchblack Poly parecía tener un aspecto más frágil que la de su antiguo modelo. Repito que las impresiones están basadas en mis recuerdos. Esta sensación en concreto creo que se debió de nuevo al acabado de pintura, que me hizo pensar que el armazón podría ser algún tipo de plástico en lugar de aluminio. Sin embargo, en una inspección más reposada y minuciosa, tras haber retirado la tapa trasera quedó confirmado que la carcasa es metálica (supongo que del típico aluminio inyectado).

La parte de abajo, donde van las dos grandes gomas antideslizantes, la cavidad y la tapa para la pila, sigue siendo de plástico como en el modelo anterior. Es un detalle a tener en cuenta ya que muchos le tenéis pánico al plástico en los pedales, aunque yo aún no he encontrado una sola situación en la que esto debiera ser un problema.

El segundo detalle con el que me quedé es que los conectores jack hembra de la entrada y la salida ahora son dorados en lugar de plateados (ni idea del material utilizado, quizá lleve algún tipo de baño).

El pulsador para accionar su funcionamiento, o para ponerlo en bypass, es increíblemente suave (juraría que es el mismo que lleva el modelo anterior de Picthblack). El clic mecánico que indica la activación solo es audible, no hay sensación de cierre mecánico, de “clac”, como pasa en el Polytune.

El plástico de las dos pantallas de leds tiene un aspecto bueno y robusto, con un tinte oscuro (no es totalmente transparente). Habrá que ver como se comportan con el tiempo. La pantalla del Polytune, en los pocos meses que lo tuve, con el poco uso que le di y a pesar de cuidar muy bien todos mis cacharros, acabó con algún que otro arañazo y me dio la impresión de que se marcaba con bastante facilidad.

Tercer detalle a destacar y con toda seguridad el más llamativo: pantallón principal gigante con una legibilidad asombrosa. Estaría bien hacer la prueba, pero apostaría a que con una buena vista se puede leer y afinar a 10 metros de distancia del pedal.

La letras en el “modo normal” (afinación de una sola cuerda) son enormes. El sistema de leds que utiliza para indicar la correcta afinación de la nota en la pantalla superior, se ven también a la perfección.

El nuevo sistema de colores de la pantalla superior es una de las pocas cosas que me provocaba cierta inquietud antes de haber visto el pedal: pensaba que los leds azules de aproximación podrían llegar a confundirse con el el led central blanco que indica la correcta afinación. El resultado práctico tras haberlo probado es que el led central destaca de una forma muy importante, quizá mejor incluso de lo que lo hacía el verde sobre el rojo en el modelo predecesor.

En este tema de la visibilidad, el TC Electronics Polytune me decepcionó un poco: en casa, tranquilamente, con iluminación y cerca del afinador, los leds y el sistema de afinación que emula una aguja de un afinador analógico se ven sin problemas. Sin embargo, si apretamos un poco las condiciones externas de afinación (iluminación, movimiento, falta de confort...), el Pitchblack Poly lo barre de calle a la hora de afinar, minimizando las complicaciones de visualizado.

Esta victoria crucial sobre el Polytune, a mi juicio se debe al gran tamaño de los leds de las dos pantallas del Korg, y al brillo no cegador de los mismos. En el Polytune, en condiciones de oscuridad total o casi total, el brillo excesivo de los leds y su reducido tamaño, podía llegar a molestar, y confundir a la hora de afinar.

La precisión de afinación es bastante buena, aunque un friki de los afinadores en principio no va a ir muy sobrado con la centésima de precisión que brinda. Esta centésima es la misma que tiene el modelo anterior de Pitchblack, la que da el Polytune en modo polifónico, y la que se utiliza en la mayoría de pedales afinadores del mercado, salvo modelos concretos como el Turbo Tuner, el Strobo Stomp, o el Pitchblack Plus.

Importante destacar que a pesar de que el Polytune ofrece por especificaciones técnicas una precisión de media centésima en el “modo normal” (una sola cuerda) superando teóricamente a los dos Pitchblack en este aspecto, leí en un análisis estupendo de Mike Rivers sobre el Polytune que el sistema de leds de la pantalla no podía reflejar esa precisión, siendo la mínima diferencia legible superior incluso a la centésima.

La velocidad de afinación es bastante buena. Responde prácticamente al instante de una forma muy precisa a las notas únicas. La velocidad de respuesta al modo de afinación polifónica también es bastante rápida.

Sobre los cuatro modos de afinación disponibles, el único que no encuentro útil es el cuarto: una mezcla entre el modo clásico y el modo estroboscópico. Los otros tres modos (el clásico, el estroboscópico y el semi-estroboscópico) cumplen perfectamente su función y son muy intuitivos.

Frente a la precisión y velocidad de afinación del Polytune no he apreciado ningún cambio.

A falta de saber como se comportará con los meses, o años, las primeras sensaciones apuntan a que es una muy buena compra y un digno heredero del legendario Pitchblack.

En una comparativa con el que hasta ahora sería su único competidor en el mercado de afinadores polifónicos, a mi juicio gana de calle el Korg por los motivos que he ido mencionando, y que básicamente vuelvo a resumir en la gran visibilidad de la pantalla del Korg frente al sistema de mini-leds superbrillantes del Polytune.

Comparándolo con el modelo anterior del Korg Pitchblack, la nueva matriz de leds por si sola ya es un enorme punto a su favor como para que merezca la pena la actualización.

A Destacar:

-Diseño elegante

­-Estupenda visibilidad de las pantalla

-Facilidad para afinar en condiciones desfavorables

A Mejorar:

-Tapa inferior de plástico

-Precisión de una centésima.

Y hasta aquí puedo escribir hasta el momento. Si tenéis alguna duda sobre este pedal afinador, o sobre los otros dos que he tenido, preguntad sin miedo que intentaré resolverlas siempre que me sea posible.

Más información en: http://www.korg.com/PitchblackPoly