Positive Grid son uno de los pioneros en el concepto de “plataforma cruzada” en el mundo de la guitarra. Con ese término se refieren al concepto de trabajar con un software y un hardware que están en comunicación, pero que no tienen por qué trabajar juntos forzosamente. Una idea algo difícil de imaginar al principio, pero que cobra sentido cuando finalmente uno entra en contacto con equipos como Bias Head, un cabezal de 600W que integra todas las capacidades camaleónicas de emulación de amplis que ya pudimos disfrutar en los productos de software de la marca. Hoy os contaremos algunos detalles acerca de nuestra experiencia con él.
Planteamiento de Bias Head
[Índice]Para comprender Bias Head, nos tenemos que remontar al lanzamiento del software Bias Amp, también de Positive Grid. Bias Amp era un software de emulación con el que podíamos diseñar nuestro ampli desde cero, eligiendo cada válvula, tipo de transformador y, en definitiva, pudiendo escoger cada pequeño aspecto. Muchos guitarristas lo usaron para grabar, pero también hubo muchos que, usando iPad o un portátil se lo llevaron en directo, lo cual posiblemente impulsó la creación de Bias Head. Podría decirse que Bias Head es en realidad es un “ordenador” con Bias Amp preinstalado y con una etapa de potencia de 600W incorporada, que nos permite conectarlo directamente a una pantalla. Dicho de forma sencilla, el Bias Head sustituye nuestro cabezal de guitarra, sin incorporar efectos ni funciones que se alejen de ese concepto. La otra parte importante del producto es la posibilidad de editar, de forma inalámbrica, hasta el más refinado de sus parámetros gracias al uso de un iPad. Todo lo que modifiquemos y guardemos desde iPad tendrá su consecuencia en los presets que el Bias Head tenga almacenados.
Aspecto y construcción
[Índice]El aspecto de Bias Head es agradable, y resulta bien acabado. La elección de los materiales le dan un aspecto moderno, pero han logrado conservar un cierto aire vintage, recordando en algunos momentos a una radio antigua. Los interruptores responden con firmeza y no se observan irregularidades ni “efecto Joystick” en los potenciómetros. Todo ello contrasta con una sensación ligera al transportarlo (su peso es de 5'9 Kg), que sin duda es uno sus puntos fuertes. Tanto al meter y sacar los jacks de audio como el cable IEC de alimentación, las sensaciones son las esperadas, sin excesivas durezas ni signos de fragilidad. El único punto flaco del aspecto general tal vez sean los potenciómetros, que de cerca presentan un aire algo más low-cost.
Prestaciones
[Índice]Hablar de las prestaciones de gran parte de los multiefectos que existen hoy en día es hablar de un gran repertorio de opciones. El Bias Head no es una excepción, ya que ofrece la posibilidad de:
- Emular sonidos de amplificadores y cabinas de altavoces.
- Modificar sus características más elementales, como válvulas, transformadores y estilos de ecualizacion.
- Realizar estas modificaciones desde nuestro iPad de forma inalámbrica o conectados a nuestro ordenador mediante USB.
- Entregar una señal lista para enviar por línea, otra pensada para mover una pantalla de altavoces (gracias a sus 600W de potencia) o incluso ambas a la vez.
- Emplear nuestros propios efectos gracias a su effects loop.
- Utilizar su función “Tone Match” para igualar su sonido a otro del que dispongamos una grabación.
- Subir y descargar sonidos nuestros y de otros usuarios a su comunidad.
- Escuchar su sonido mediante la salida de auriculares.
- Controlar sus parámetros mediante MIDI.
Hay que notar que el Bias Head está pensado para sustituir estrictamente a nuestro ampli: no incluye ningún tipo de efectos adicionales, más allá de una puerta de ruido y las secciones de ecualización. A diferencia de lo que sería lo normal en la mayoría de multiefectos digitales, en este no encontraremos reverb, overdrive, delay, chorus ni nada parecido. Simplemente se trata de una extensa paleta de sonidos de ampli para elegir, y sus respectivas pantallas.
Bias Head está equipado con un gran número de entradas y salidas, sin embargo, nos ha parecido francamente raro que no se haya incluído un loop de efectos estéreo, más aún cuando las salidas de línea sí lo son. No hemos visto que Bias Head tenga ninguna capacidad estéreo por sí mismo, por lo que cualquier panoramización debería venir forzosamente de las unidades de efectos. Sin embargo, con un loop mono es imposible lograrla.
Facilidad de uso
[Índice]Los controles del frontal hacen muy singular al Bias Head: no es habitual que los guitarristas podamos, al girar un potenciómetro, modificar el número de etapas de ganancia de nuestro amplificador, o su topología. Su inclusión resulta extraña, puesto que no los consideramos controles de uso frecuente ni urgente, y perfectamente podríamos sobrevivir sin ellos. Junto a dichos controles, encontramos otros más habituales que la mayoría usarán con más familiaridad, como los de volumen, ecualización, ganancia y volumen master. Estos últimos terminaron siendo los más utilizados, puesto que siempre que quisimos hacer ediciones en profundidad, decidimos recurrir a nuestro iPad.
La organización de presets también funcionan con potenciómetros, que permiten acceder a 5 bancos de 5 presets. Un detalle curioso es que, en vez de tener nombres genéricos (1, 2, 3, 4, y 5, por ejemplo), se llaman clean, glassy, blues, crunch, y metal. Es fácil descubrir que estos nombres son arbitrarios, ya que podemos guardar cualquier clase de sonido donde queramos, independientemente de cómo sea. Ello hace que este etiquetado pierda pronto el sentido, realmente. Algo similar ocurre con los modos serial y parallel del bucle que, en lugar de corresponder al funcionamiento habitual de estas dos denominaciones, conllevan muchas más implicaciones que, sin duda, requerirán más de un vistazo al manual. En conjunto, nos parece un etiquetado y planteamiento de la interfaz algo vaga, como si Positive grid no hubiese terminado de decidir si querían ofrecernos un producto profundo y complejo o uno fácil y directo.
Sonido
[Índice]Afortunadamente, en sonido el Bias Head es más que capaz de ofrecer sonidos de primer nivel, y es algo que ha quedado más que demostrado. Sus emulaciones de amplificador y pantallas están totalmente en consonancia con los tiempos actuales, y su función Tone Match ha demostrado ser capaz de llegar a niveles increíbles de parecido al sonido original. Sin embargo no es un ejemplo de aparato “plug and play”, puesto que llegar al sonido que andamos buscando puede suponer una tarea algo prolongada. Con frecuencia, los sonidos Hi Gain resultan excesivamente filtrados, y requiere un tiempo restaurar su naturalidad. Por su parte, los sonidos limpios pueden llegar a ser detallados y dinámicos, pero acostumbran a partir de un punto en que suenan muy delgados, teniendo corregirlos para obtener mayor grosor. Tras unos minutos, y comparando con nuestro tono objetivo, podemos llegar a obtener sonoridades poderosas, que funcionan bien grabadas cuando se conectan a línea, pero que también pueden hacer mover unos altavoces con fuerza. Y este es uno de los grandes puntos fuertes de Bias Head: sus posibilidades de edición son tan profundas que nos atreveríamos a decir que es posible acercarse a la respuesta de prácticamente cualquier amplificador del mercado.
Existe, no obstante, una cierta disparidad entre el realismo estrictamente sonoro y las sensaciones de respuesta mientras tocamos. Nos referimos a que, escuchando una pista grabada, el tono es muy válido y cercano a un amplificador. Pero cuando somos nosotros los que tocamos con él a tiempo real, el efecto que causamos no se corresponde a lo esperado. En ocasiones hay dificultades para obtener armónicos, cierta tendencia a los graves fofos y otros fenómenos que nos han obligado a hacer a variaciones en nuestra técnica para tratar de compensarlo (ataques más fuertes o más débiles de lo habitual, evitar determinadas frases que hacen evidentes carencias, o estrategias similares). Algunos emuladores logran que nos comportemos, sin quererlo, de forma parecida a cuando tocamos con un amplificador, y es algo a apreciar, ya que el disfrute durante la interpretación también es un valor. Pero Bias Head ha requerido una cierta adaptación por nuestra parte.
Por último, hemos observado que tiene un nivel de ruido de fondo algo intrusivo, especialmente comparado con sus competidores más evidentes como Axe o Kemper. No es algo que la puerta de ruido incorporada no pueda solucionar, pero en ocasiones nos obliga a llevarla a niveles a los que no desearíamos llegar, restando algo de naturalidad al ataque y la resolución de las notas.
Muestras de audio
[Índice]Os ofrecemos algunos sonidos de fábrica grabados directamente a la tarjeta de sonido, sin ningún efecto ni añadido. No hemos modificado ningún parámetro, de forma que cualquier poseedor de Bias Head obtenga estos sonidos por defecto, independientemente de su pericia con los controles.
Categoría de preset | Clip de audio |
Clean | |
Glassy | |
Blues | |
Crunch | |
Metal | |
Metal 2 |
Conclusión
[Índice]Bias Head sería la delicia de cualquier estudio de grabación, ya que el grado de ajuste es lo bastante fino como para satisfacer a los oídos más selectos. Nos encanta el software Bias Amp y ofrece un millar de opciones. Pero, para el directo, no tenemos tan claro que el soporte hardware ideal de Bias Amp sea precisamente Bias Head.
Aunque es cierto que tiene todas las prestaciones que un guitarrista necesita en directo — y se pueden usar razonablemente —, creemos que se podría haber creado un diseño mucho más optimizado, haciendo en físico únicamente lo necesario y dejando lo demás para el iPad. Otra opción hubiese sido tirar la casa por la ventana e incorporar una pantalla a color que represente todas las opciones de las que realmente dispone el software. Otros factores que desdibujan su eficiencia son algunos fallos incomprensibles (como el loop de efectos en mono), la dudosa importancia de la presencia de algunos controles y la vaguedad en algunos etiquetados.
En resumen, nos gusta cómo suena Bias Head, nos gustan todas las opciones que ofrece y nos parecen un acierto, totalmente a la altura de la tecnología disponible. Y ciertamente, nos permite prescindir de nuestro portátil si queremos disfrutar de Bias Amp en directo, lo cual ya es un gran punto a favor. Pero, a la vez, era una oportunidad de hacer que el software gozase de un soporte físico que enriqueciese la experiencia de su uso y, a nuestro parecer, no se ha conseguido del todo.
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