Valeton Dapper Indie, 5 efectos para música indie en una pedalera compacta
Pros
- Es barato
- Es fácil de transportar
- Los sonidos, aunque humildes, están a la altura de lo habitual en su precio
Contras
- Algún footswitch ha dado fallos al probarla
- La simulación de altavoz en la salida de auriculares es insuficiente
- No tiene loop de efectos
- El trémolo es mejorable
Tras un período dominado casi totalmente por las pedaleras digitales con pantalla y menús, Tech 21 decidió apostar por uno de los primeros pedales de lo que hoy se denomina effects strips, hablamos del Fly Rig. Por supuesto, no se trataba de una idea del todo nueva, algunas marcas como Carl Martin o en su día Ibanez ya habían ofrecido este concepto: reunir 4 o 5 pedales en una misma carcasa, simplemente. Es práctico porque nos ahorramos alimentarlos individualmente y unirlos con cables, además de tener que poseer una base para pedales para transportarlos.
¿Cuál era la novedad entonces? Probablemente el tamaño y formato, ya que lo más atractivo de los Fly Rigs de Tech 21 (porque hubo, y aún hay, varios modelos) era que cabían fácilmente en la mayoría de fundas y estuches de guitarra. Esta tendencia fue rápidamente seguida por otras marcas, entre ellas la que nos ocupa hoy: Valeton. La compañía china comprendió rápidamente el concepto y lo ofreció en diversos formatos bajo el nombre Dapper. Hay varios modelos de la serie Dapper que derivaron del modelo original (llamado simplemente Dapper), como el Dapper Dark (para sonidos metaleros), el Dapper Bass Strip (para bajistas), o el que tenemos hoy en nuestras páginas, el Dapper Indie.
00:00 Intro
00:05 Sonido Bypass
00:13 Sonido Drive
02:38 Sonido Fuzz
04:52 Modulaciones
07:13 Delays
11:40 Reverberaciones
15:10 Combinación de efectos 1
15:29 Tap Tempo
16:18 Combinación de efectos 2
17:03 Combinación de efectos 3
17:57 Combinación de efectos 4
Manejo y resistencia
[Índice]Abordar el manejo del Dapper Indie es muy simple, puesto que no hay posibilidad de memorizar presets, todos los controles muestran lo que está haciendo cada efecto de cada sección. Son potenciómetros retroiluminados, lo cual hace muy sencillo saber qué secciones están activadas, y están recubiertos de una goma antideslizante para que sea más sencillo girarlos. Lo que no está tan claro a simple vista es a qué nivel los tenemos puestos: si estamos tocando de pie, es posible que a distancia no veamos qué ajustes tenemos. A nivel de construcción, toda la carcasa es de metal y parece que las piezas están firmemente sujetas y asentadas: sólo hemos tenido problemas con el footswitch de la sección de reverb, que en ocasiones necesitó ser presionado con más fuerza que los demás para activar el efecto.
Prestaciones
[Índice]Sus prestaciones adicionales son breves pero en muchos casos suficientes: hay una entrada de instrumento, una salida (que dirigiremos a un amplificador convencional), un afinador incorporado que puede sacarnos de un apuro y una salida estéreo de auriculares en formato 1/8", que probablemente sea la mejor opción si necesitamos hacer una grabación directa. Sobre eso, hay algo llamativo, y es que a diferencia de otros modelos de la serie como el Dapper Dark, no hay un selector para activar o desactivar la simulación de altavoz, que está invariablemente asignada a la salida de auriculares. ¿Qué tal suena por auriculares? Sin duda es uno de sus puntos flacos. La simulación de altavoz no es demasiado convincente y no podemos modificarla a nuestro gusto, por no mencionar que no hay un previo limpio que sirva como sonido base, ya que una vez apagamos overdrive, fuzz y el resto de efectos, están apagados. Bypass total, señal sí, pero seca.
Pero tampoco parece el uso por línea ni auriculares su prioridad, sino más bien un multiefectos muy fácil de transportar (es realmente pequeño) que conectar al input de nuestro ampli. Y hacemos énfasis en lo del input ya que, de nuevo a diferencia del Dapper Dark, no hay loop de efectos. Todos los efectos del Indie Dapper son consecutivos, por lo que hay que pensar en él como varios pedales conectados en serie, sin inserto alguno. Y en ese terreno, rinde bastante bien. Aunque es común que en este tipo de formato la sección de ganancia sea analógica, Valeton no lo menciona por ninguna parte, de lo que deducimos que debe ser digital.
Sonido
[Índice]Sin embargo, la tecnología empleada es lo de menos, por lo que pasamos a describir el sonido: la sección de overdrive/distorsión tiene una cantidad bastante elevada de ganancia, siendo más distorsión que overdrive en la mayor parte del recorrido. Con un ajuste adecuado de agudos, tiene una calidez razonable, y una tendencia al fuzz interesante. Eso sí, la claridad de las notas y la definición en acordes no es asombrosa, siendo a veces algo crepitante en las cantidades de ganancia más reducidas. Cuando buscamos un overdrive transparente, no acabamos de dar con ello, pero a cambio pudimos lograr algunos sonidos crunch que, sin encandilarnos, solucionarían algunas partes del repertorio.
El fuzz tiende a ser muy denso, y es bastante claro que se inspira en los sonidos estilo Big Muff (el manual incluso lo menciona). Nuevamente, tiene un funcionamiento correcto y es relativamente fácil huir de las esrtridencias con el control de ecualización. En ambas secciones hay control de dos bandas, algo que nos da algo de margen de movimiento para lograr sonidos que se adapten a lo que buscamos. Aquí la queja de la claridad de notas queda algo diluida por la naturaleza propia del fuzz, por lo que en general es resultón. Lo que nos ha parecido especialmente divertido es la combinación de ambos bloques, que aunque al nivel máximo de ganancia puede desembocar en un apocalipsis sónico (tremendamente usable, por cierto, vean el final del vídeo para más señas), en los diversos puntos intermedios le añade un nivel extra de personalidad y magia a la interpretación que, por sí solos, no ofrecen tanto. Definitivamente, es la combinación más sorprendente e inspiradora.
Una vez comentada la sección probablemente más comprometida, nos dirigimos a los efectos y encontramos una selección sencilla pero que da bastante juego. Algo que suelen tener los efectos caros es que son claros y cálidos incluso cuando estamos trabajando sonidos turbios o muy distorsionados. Es una cualidad difícil de describir, pero que algunos habréis experimentado con pedales de gama muy alta. Ciertamente los del Dapper son mucho más humildes, pero no hacen un mal papel. Volvemos a encontrarnos la sensación un poco arenosa que ya habíamos detectado en la sección de overdrive, pero no es alarmante. Simplemente es lo esperable en unos efectos más bien económicos, y definitivamente no es un defecto lo suficientemente intenso como para que en directo vaya a notarse escandalosamente.
Para concretar un poco más, cuando las modulaciones y la reverberación están activadas, perdemos algo de definición del cuadro general, algo que ocurre de manera más suave cuando lo que usamos es delay. Tiene un cierto sentido, ya que en el delay, la señal con efecto no se superpone con la original de la misma manera en que lo hace el chorus o la reverb, sobretodo si usamos ajustes con tiempos largos y no mucho feedback.
En cuanto a la elección y el diseño de los efectos en sí, están hechos con bastante gracia. Las reverberaciones son misteriosas y densas y el delay ofrece un tipo más "estándar" (analógico), otro modulado y con algo de saturación ("tape") y otro en reverse, lo cual ya nos da una paleta de sonidos engimáticos interesante, que puede ayudarnos a pisar terrenos como los de Radiohead o las bandas de shoegaze. Sin duda, esta sección de efectos de tiempo ha sido pensada para eso, ofreciendo efectos más exhuberantes que una simple reverb de muelles o un simple delay digital frío y plano. En la sección de modulación, el más débil es el trémolo, en que cuesta encontrar un punto intermedio satisfactorio entre un efecto demasiado sutil y uno demasiado brusco. Creemos que está ajustado a un tipo de LFO de onda cuadrada, una elección poco común, y creemos que, ya que no se puede modificar, una sinusoidal hubiese sido una opción más conservadora. Sin embargo, el chorus es bastante correcto y el phaser puede dar juego para añadir texturas adicionales en algún tema. Eso sí, hay que reconocer que la inclusión de un Tap Tempo para cada sección ha sido una agradable sorpresa.
Conclusión
[Índice]Por los 165 euros que cuesta, ya suponíamos que el propósito del Valeton Dapper no era sustituir una cadena de 5 pedales de 150 euros cada uno. Más bien, hemos tenido la impresión de ofrecer una salida alternativa a aquellos que tienen menos de 200 euros de presupuesto para su primer multiefectos, pero no quieren verse obligados a pasar más tiempo programando presets que tocando, que es lo que muchas veces pasa con las pedaleras digitales habituales. El Valeton Dapper es de un uso increíblemente sencillo: no hay nada actuando que no se vea a simple vista, y toda sección se puede añadir o desactivar con el pie. Si la colección de efectos que incluye es la adecuada para tu música, el manejo no podría ser más sencillo.
Detectamos claramente que el rendimiento sonoro general de la unidad es más humilde que los equivalentes mucho más caros de sus efectos, que generalmente encontraríamos por separado en el mercado. Por eso no hay que confundirse pensando que el resultado va a ser el mismo que comprar dichos efectos indivuales, sino verlo como una solución mucho más barata que no hace mal papel. Además, por el precio incluye un afinador (algo escueto, eso sí) y tap tempo para cada una de las secciones de efectos. Sí es verdad que algunas cosas podrían haberse mejorado, como una revisión del comportamiento de los footswitches para hacerlo más estable, la elección de una onda sinusoidal para el trémolo o una simulación de altavoz con algo más de encanto.
Por último, otra posibilidad de uso muy clara del Valeton Dapper Indie es la que, nos parece, tenía en mente el diseñador de los Fly Rigs: tener un plan B. Es fácil de transportar, barato y puede guardarse en cualquier funda o bolsa. Es una pedalera que no molesta llevar aunque ya lleves tu equipo habitual, y eso lo transforma en un salvavidas que no necesariamente te obliga a ahorrar sumas incómodas de dinero.
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