Reviews de IG

Roland lanza su línea Aira para DJs y músicos de electrónica con emulaciones de instrumentos mil veces copiados. ¿Qué distingue a esta caja de bajos de las anteriores? Que está muy bien organizada y apetece tocarla sí o sí.
Sin duda ese siempre ha sido un punto débil de los Roland anteriores, la distribución y facilidad de controles, desde los años 80s se limitaban a hacer racks y sintes con submenus a tope. El JP8000 debería haber marcado el camino... pero no se siguió. Y esta máquina barre con todo en cuanto a intuitiva. La organización de notas por colores, los pasos iluminados, la secuenciación con el accent y el slide diferenciados... es mucho más cómoda que la original, además de permitir enviar notas del secuenciador por MIDI (con lo que es un secuenciador externo monofónico también, además de tener muchas ondas sintéticas que no son originales de la TB 303, algunas sacadas directamente del System 1, que vale casi el doble).
Todo tiene un precio, y en este sinte es su falta de edición en efectos. También el navegar por sonidos es un poco aburrido, aunque en la actualización le pusieron 15 favoritos que lo hace mucho mejor. Los más puristas se quejaran de que es digital, pero la resolución a 24 bits le da al sonido una calidad muy superior a cualquier emulación de Roland anterior, incluso más fiel que algunas copias analógicas de otras marcas. En resumen, recomendada para quien busca componer rápido. No recomendada para quien guste editar a fondo y no sea fan de los presets.

Este sinte supera al Mopho en relación calidad-precio. Se trata de un pequeño teclado con todos los controles a mano, un monofónico analógico con un sonido muy particular, que no a todo el mundo gustará. Pese a contar con USB y MIDI in, la programación de parámetros es imposible: hay que hacerlo todo como en la época de los 70s, a tiempo real. Su filtro Steiner Parker es muy agresivo, y si a eso le sumamos opciones como el Brute Factor la programación puede ser algo dura para los neófitos. Su oscilador único suena también un poco seco si no lo modulas bien, aunque para quien busque un sonido a lo OMD (Enola Gay) o Depeche Mode (Just Can't Get Enough) le gustará su sonido 100% analógico.

Este aparato es uno de los mejores sintetizadores analógicos en relación calidad-precio. Tiene buenos presets (algunos rollo marciano, otros bajos estándar o sonidos tipo órgano) y es fácil de manejar, pero el engorro de navegar por submenús para sacar los parámetros que deseamos cambiar lo convierte más en una caja de presets para directo que no un sinte que poder modular a tiempo real. Su ausencia de usb incomodará a algunos. Por lo demás, sonido con mucho cuerpo, buen filtro y buenas capacidades de programación para quien lo use en estudio o para quien quiera un monofónico portátil. Recomendable.