Pues ya sabes, rellenar los desperfectos con cola y madera, dejar que seque, alisar con un poco de lija, volver a taladar y colocar el puente de nuevo.
Saludos!!
En:
Luthería
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Restauración de una gibson 330 original de 1967
Es de admirar tu trabajo, has de estar orgulloso de devolver la vida a un buen instrumento como ese.
Supongo que despues de tanto trabajo y con el mímo y delicadeza que habras empleado te habra costado devolverla.
Felicidades y un saludo.
Efectivamente, es un tema que pone la carne de gallina.
Escuchad esta versión de Sarah Brigthman la subida del final no tiene precio, se le cae a uno el moco.