Reviews de Tommy Blackbird

Realmente engaña su tamaño y potencia, porque mete cera de sobra. Si vas microfoneado, no necesitas más.

Su sencillez (monocanal) se compensa con una sensibilidad y dinámica exquisitas jugando con el pote de volumen. Es verdad que en algunas situaciones, bajando el volumen para limpiar podía necesitar un pequeño empuje con un boost limpio.

Es un ampli orientado a rock/hard rock. Para cosas más duras le metía un overdrive por delante.

Pero es una de las mejoras compras y amplis que he tenido. Poder llevar una potencia así en una bolsita es increible.

Pues un guitarrón en toda regla. Sorprende (favorablemente) su claridad y nitidez de sonido pensando que iba a estar orientado a metal e que iba a sonar muy burro. Muy cómoda y con un acabado excepcional, aunque sea algo esperable para esta gama.

El extra del piezo eléctrico es un lujo; suena muy bonito, aunque en la posición de pastilla intermedia (combinando las 2 humbuckers) y con el split coil en el potenciómetro de tono activo, tiene también un sonido precioso para arpegiar en limpios, con un sonido muy "de la casa" Petrucci.

Debo aclarar primero que la mía es el modelo N2 del año 97 y es posible que los modelos actuales ya no se fabriquen con la misma calidad. La única diferencia con el modelo N4, top de gama, de la misma época, era alguna diferencia en alguna madera (no recuerdo exactamente) y el cutaway especial que tenía la N4 para acceder mejor a los trastes más altos. El resto igual: mismas pastillas, la Bill Lawrence, un pepinaco y un puente licencia Floyd Rose a prueba de bombas. Un guitarrón en una teórica gama media. Una joyita que aún conservo.

Espectacular y glamuroso diseño, como suele ser habitual en Charvel. Aunque sea un modelo fabricado en México, su equipación es de primera: la clásica configuración de Charvel para hacer rock duro y cardarse el pelo, Seymour Duncan 59 (mástil) y JB (puente), puente original Floyd Rose. Mástil de arce de 22 trastes. Supercómoda.