Consejo número 2: No hay notas erróneas si tú no quieres. (Si fallas convierte esa nota errónea en una nota acertada. Hay muchas formas de hacerlo)
Consejo número 3: Escucha al resto. (Busca tu hueco en la música y encuentra cómo fluye el tempo en los demás músicos y trata de establecer siempre un diálogo con ellos, nunca dejes que tu instrumento sea una isla en un mar. Ese diálogo puede ser de comunión o de ruptura, pero será un diálogo.)
Consejo número 4: Déjate el alma en cada nota, hasta morir. (No hay concesiones. Cada nota debe llevar tu alma impresa. Debes poner siempre toda la carne en el asador, en cada actuación. Esto te consumirá por dentro, pero te hará vivir. Terminarás tu actuación llorando y temblando, o tal vez eufórico. Lograrás transmitir. La música es un lenguaje, su finalidad es comunicar aquello que las palabras no logran expresar.)
Esta es mi filosofía. Hay otras. Son 4 conceptos que a mí me costó 24 años aprender. Espero que les sirvan! Un cordial saludo.
PD: Siempre habrá un último misterio que no se puede describir. Búscalo. Cuando lo encuentres lo sabrás. Es la guinda. Tu recompensa.