Bueno...pues vamos con otra review...en esta ocasión le toca a una guitarra que llevaba detrás de ella mucho tiempo...una espectacular Aria Pro II XX-MS Michael Schenker Signature de 1984.
Aunque no es difícil de encontrar y no está considerada de alta gama, últimamente ha subido bastante de precio (bueno...ha subido de precio absolutamente todo...)
Tenía muchas ganas de añadir ésta guitarra a la colección por varios motivos, pero los que me conocéis ya os oléis por qué...guitarra signature, rara y de los 80 (echo de menos los 80...)
En fin...vamos a ponernos en situación, como hacía Sophia Petrillo, de las chicas de oro, cuando contaba una historia...
Alemania, años 50...en la localidad de Sarstedt viven dos niños llamados a cambiar la historia de la música...Rudolf y Michael.
El primero de ellos, en 1965, funda el grupo Scorpions, el cual con el tiempo será considerado uno de los mejores grupos de hard rock de la historia...y es precisamente en este grupo donde comienza sin querer la historia de nuestro segundo protagonista.
Después de unos años "complicados" por las adicciones y comportamiento del segundo de los guitarristas del grupo, Rudolf invita a su hermano a que se una al grupo después de la salida de este.
Este hecho marca un revulsivo en el grupo, con composiciones más melódicas y potentes, haciendo que Scorpions pase a ser un grupo top en la escena alemana de la época.
Poco después abandona la formación para unirse a UFO, pero las complicaciones por el idoma y las co stabtes discusiones con el cantante de la banda hacen que abandone el grupo, fundando the Michael Schenker Group (MSG)
Y qué pasa con la guitarra?...pues estamos ante una de las guitarras más icónicas...es, probablemente, junto con la Frankenstrat de Van Halen y la Fender de Rory Gallagher (amén de muchas otras), una de las guitarras más reconocibles de la historia...pero llegó a él de casualidad...ni siquiera empezó con una Flying...de hecho, la primera vez que toca una Flying es porque su hermano le presta una para un concierto de la banda (porque perdió su Les Paul o porque se le rompió una cuerda en directo, hay varias versiones...)
El hecho es que, después de tener durante un año entero la guitarra de su hermano, acaba por comprarse una para él a finales de los 70, customizada en ese acabado blanco y negro que pasará a ser uno de los más famosos de la historia de la guitarra eléctrica.
Bueno...vamos al lío...
Materiales y componentes:
Durante los años 70, la marca japonesa Aria se hizo un hueco importante en el mercado, sobre todo por sus copias baratas de los modelos clásicos de la época. Esto hizo que esta marca quedase encajonada en la opinión de los músicos como instrumentos de gama baja, y que, aunque se hicieran instrumentos de alta gama y calidad como el que hoy mostramos, esa fama la acompañaría toda la vida.
La guitarra, primer modelo signature del guitarrista germano, de cuerpo estilo Flying V y pala típica de las guitarras Aria Pro II de los años 80, está construida con una combinación atípica de materiales y construcción para una Flying de la época...me explico...en aquellos años, una Flying era fabricada con una combinación de caoba para el cuerpo y caoba y palo rosa para el mástil, y la unión del cuerpo y del mástil solía ser encolada...pues bien, los materiales y la construcción de esta guitarra se asemejan más a una Stratocaster que a una Gibson, ya que nos encontramos aliso para el cuerpo, arce/palo rosa para el mástil y una unión tipo atornillada.
Además de eso, nos encontramos con un trémolo estilo Strat y una pala con un clavijero 6 en línea en lugar del clásico 3+3.
En definitiva...aunque su forma es inequívocamente una Flying V, el resto es un híbrido entre una Flying V y una Strat.
La construcción se siente sólida y el grado de acabado de la pintura, los plásticos y los dorados es muy bueno.
En el cuerpo nos encontramos una pareja de pastillas MMK-45 de alta ganancia fabricadas en la factoría de Matsumoku de las que hablaremos más tarde, controladas por un único potenciómetro de volumen y otro de tono con botones tipo Strat y accionadas por un selector tipo toggle de 3 posiciones, todo ello montado en un doble golpeador en negro y blanco, en contraste con el blanco y negro de la pintura del cuerpo.
El trémolo, de estilo clásico Strat, tiene un buen acabado y permite una fácil regulación independiente de la longitud y altura de las cuerdas.
En la pala, típica de la marca en los 80, nos encontramos un clavijero potente y estable con un engraving de la marca (aunque todo apunta a que sea fabricado por Gotoh para la marca)
El perfil del mástil es un C muy cómodo y el radio del diapasón parece un 12", con un acabado muy bueno. La unión de mástil y cuerpo se realiza por atornillado, siendo el talón del mástil de forma redondeada para acceder más fácilmente a los trastes más altos, en un sistema de unión patentado por la marca como "accurate bolt on system".
Sonido y manejabilidad:
Una Flying con esteroides, así de simple...bueno...no tan simple...me explico...
Antes he escrito que es un híbrido entre una Flying y una Strat...y eso es precisamente, aunque visualmente esté claro que es una Flying...
La forma del cuerpo, así como el uso de dos pastillas dobles accionadas por un selector tipo toggle es típico de las Flying, mientras que la forma de la pala, con un clavijero 6 en línea, la unión del mástil por atornillado y el uso de un trémolo son típicos de una Strat.
Y...¿qué pasa con esa hibridación?...pues que es como tocar una Strat con el cuerpo de una Flying...se hace raro, pero cuando te quitas el prejuicio de la cabeza, es una gozada.
Las pastillas son una bestialidad...11,94 y 11,46...a una alta ganancia hacen que se te salten los empastes...pero no están pensadas para eso, o por lo menos no solamente...se desenvuelven mejor a una ganancia media, si no se vuelven algo incontrolables y poco articuladas.
Ambas pastillas son pura potencia y muy ricas en medios, y el uso del único potenciómetro de tono es un must...la pastilla de puente con tono al máximo y la pastilla de mástil con tono casi al mínimo es la leche (se echa de menos un control del tono independiente para cada pastilla)
El tacto del trémolo es preciso y duro, quizás demasiado, pero es fácil de arreglar.
Un punto débil es que para ajustar las cuerdas a una altura baja, es necesario bajar las selletas con los minitornillos Allen clásicos, haciendo que rocen con la mano derecha.
Asimismo, el uso de marcos de pastillas inclinados, innecesarios en una guitarra sin ángulo de unión del mástil, así como la baja acción de las cuerdas, hace que en algunos momentos la púa choque con ellos.
El tacto del mástil es cómodo, aunque está pintado, algo muy típico de aquellos años...es un perfil en C bastante delgado, muy cómodo, mientras que el diapasón, de 22 trastes medium y radio de 12" se toca como mantequilla.
El tacto del clavijero es firme y estable, y los string trees se agradecen en esta acción.
Conclusión:
Esta guitarra tiene un mojo infinito...algo que solo se consigue cuando te cuelgas del hombro ciertas guitarras como las que nombré al principio...es la típica guitarra que te cuelgas y te has convertido en un guitar hero (hasta que te pones a tocar y parece una pelea de gatos...)
Una guitarra espectacular visualmente y con unos materiales y acabados dignos de una alta gama, con un sonido potente en todas las posiciones, un mástil muy cómodo y un trémolo con una acción potente y firme.
En contra, nos encontramos con una híbrida, con todo lo que ello conlleva para los puristas...pero cuando te quitas ese prejuicio de la cabeza, es todo sonrisas y disfrute.
Espero que os haya gustado la review...un abrazo a todos.
Aunque no es difícil de encontrar y no está considerada de alta gama, últimamente ha subido bastante de precio (bueno...ha subido de precio absolutamente todo...)
Tenía muchas ganas de añadir ésta guitarra a la colección por varios motivos, pero los que me conocéis ya os oléis por qué...guitarra signature, rara y de los 80 (echo de menos los 80...)
En fin...vamos a ponernos en situación, como hacía Sophia Petrillo, de las chicas de oro, cuando contaba una historia...
Alemania, años 50...en la localidad de Sarstedt viven dos niños llamados a cambiar la historia de la música...Rudolf y Michael.
El primero de ellos, en 1965, funda el grupo Scorpions, el cual con el tiempo será considerado uno de los mejores grupos de hard rock de la historia...y es precisamente en este grupo donde comienza sin querer la historia de nuestro segundo protagonista.
Después de unos años "complicados" por las adicciones y comportamiento del segundo de los guitarristas del grupo, Rudolf invita a su hermano a que se una al grupo después de la salida de este.
Este hecho marca un revulsivo en el grupo, con composiciones más melódicas y potentes, haciendo que Scorpions pase a ser un grupo top en la escena alemana de la época.
Poco después abandona la formación para unirse a UFO, pero las complicaciones por el idoma y las co stabtes discusiones con el cantante de la banda hacen que abandone el grupo, fundando the Michael Schenker Group (MSG)
Y qué pasa con la guitarra?...pues estamos ante una de las guitarras más icónicas...es, probablemente, junto con la Frankenstrat de Van Halen y la Fender de Rory Gallagher (amén de muchas otras), una de las guitarras más reconocibles de la historia...pero llegó a él de casualidad...ni siquiera empezó con una Flying...de hecho, la primera vez que toca una Flying es porque su hermano le presta una para un concierto de la banda (porque perdió su Les Paul o porque se le rompió una cuerda en directo, hay varias versiones...)
El hecho es que, después de tener durante un año entero la guitarra de su hermano, acaba por comprarse una para él a finales de los 70, customizada en ese acabado blanco y negro que pasará a ser uno de los más famosos de la historia de la guitarra eléctrica.
Bueno...vamos al lío...
Materiales y componentes:
Durante los años 70, la marca japonesa Aria se hizo un hueco importante en el mercado, sobre todo por sus copias baratas de los modelos clásicos de la época. Esto hizo que esta marca quedase encajonada en la opinión de los músicos como instrumentos de gama baja, y que, aunque se hicieran instrumentos de alta gama y calidad como el que hoy mostramos, esa fama la acompañaría toda la vida.
La guitarra, primer modelo signature del guitarrista germano, de cuerpo estilo Flying V y pala típica de las guitarras Aria Pro II de los años 80, está construida con una combinación atípica de materiales y construcción para una Flying de la época...me explico...en aquellos años, una Flying era fabricada con una combinación de caoba para el cuerpo y caoba y palo rosa para el mástil, y la unión del cuerpo y del mástil solía ser encolada...pues bien, los materiales y la construcción de esta guitarra se asemejan más a una Stratocaster que a una Gibson, ya que nos encontramos aliso para el cuerpo, arce/palo rosa para el mástil y una unión tipo atornillada.
Además de eso, nos encontramos con un trémolo estilo Strat y una pala con un clavijero 6 en línea en lugar del clásico 3+3.
En definitiva...aunque su forma es inequívocamente una Flying V, el resto es un híbrido entre una Flying V y una Strat.
La construcción se siente sólida y el grado de acabado de la pintura, los plásticos y los dorados es muy bueno.
En el cuerpo nos encontramos una pareja de pastillas MMK-45 de alta ganancia fabricadas en la factoría de Matsumoku de las que hablaremos más tarde, controladas por un único potenciómetro de volumen y otro de tono con botones tipo Strat y accionadas por un selector tipo toggle de 3 posiciones, todo ello montado en un doble golpeador en negro y blanco, en contraste con el blanco y negro de la pintura del cuerpo.
El trémolo, de estilo clásico Strat, tiene un buen acabado y permite una fácil regulación independiente de la longitud y altura de las cuerdas.
En la pala, típica de la marca en los 80, nos encontramos un clavijero potente y estable con un engraving de la marca (aunque todo apunta a que sea fabricado por Gotoh para la marca)
El perfil del mástil es un C muy cómodo y el radio del diapasón parece un 12", con un acabado muy bueno. La unión de mástil y cuerpo se realiza por atornillado, siendo el talón del mástil de forma redondeada para acceder más fácilmente a los trastes más altos, en un sistema de unión patentado por la marca como "accurate bolt on system".
Sonido y manejabilidad:
Una Flying con esteroides, así de simple...bueno...no tan simple...me explico...
Antes he escrito que es un híbrido entre una Flying y una Strat...y eso es precisamente, aunque visualmente esté claro que es una Flying...
La forma del cuerpo, así como el uso de dos pastillas dobles accionadas por un selector tipo toggle es típico de las Flying, mientras que la forma de la pala, con un clavijero 6 en línea, la unión del mástil por atornillado y el uso de un trémolo son típicos de una Strat.
Y...¿qué pasa con esa hibridación?...pues que es como tocar una Strat con el cuerpo de una Flying...se hace raro, pero cuando te quitas el prejuicio de la cabeza, es una gozada.
Las pastillas son una bestialidad...11,94 y 11,46...a una alta ganancia hacen que se te salten los empastes...pero no están pensadas para eso, o por lo menos no solamente...se desenvuelven mejor a una ganancia media, si no se vuelven algo incontrolables y poco articuladas.
Ambas pastillas son pura potencia y muy ricas en medios, y el uso del único potenciómetro de tono es un must...la pastilla de puente con tono al máximo y la pastilla de mástil con tono casi al mínimo es la leche (se echa de menos un control del tono independiente para cada pastilla)
El tacto del trémolo es preciso y duro, quizás demasiado, pero es fácil de arreglar.
Un punto débil es que para ajustar las cuerdas a una altura baja, es necesario bajar las selletas con los minitornillos Allen clásicos, haciendo que rocen con la mano derecha.
Asimismo, el uso de marcos de pastillas inclinados, innecesarios en una guitarra sin ángulo de unión del mástil, así como la baja acción de las cuerdas, hace que en algunos momentos la púa choque con ellos.
El tacto del mástil es cómodo, aunque está pintado, algo muy típico de aquellos años...es un perfil en C bastante delgado, muy cómodo, mientras que el diapasón, de 22 trastes medium y radio de 12" se toca como mantequilla.
El tacto del clavijero es firme y estable, y los string trees se agradecen en esta acción.
Conclusión:
Esta guitarra tiene un mojo infinito...algo que solo se consigue cuando te cuelgas del hombro ciertas guitarras como las que nombré al principio...es la típica guitarra que te cuelgas y te has convertido en un guitar hero (hasta que te pones a tocar y parece una pelea de gatos...)
Una guitarra espectacular visualmente y con unos materiales y acabados dignos de una alta gama, con un sonido potente en todas las posiciones, un mástil muy cómodo y un trémolo con una acción potente y firme.
En contra, nos encontramos con una híbrida, con todo lo que ello conlleva para los puristas...pero cuando te quitas ese prejuicio de la cabeza, es todo sonrisas y disfrute.
Espero que os haya gustado la review...un abrazo a todos.