Por fin me he animado a hacer mi primera review, y lo he hecho porque acabo de adquirir esta auténtica preciosidad: una Yamaha LP1000 Custom. Se trata de una guitarra japonesa de la era lawsuit (esa época en la que Gibson y Fender interpusieron denuncias contra fabricantes japoneses por copiar sus diseños, especialmente la pala, que es el sello distintivo de cada marca, su "firma").
Estas guitarras son una réplica de las Gibson Les Paul Custom de finales de los 50 y principios de los 60, una época considerada como la mejor en cuanto a la construcción de Gibson. Esta guitarra fue fabricada en el año 83, ya que en ese período Gibson atravesaba una de sus peores etapas de producción (la época Norlin y las famosas Gibson pancakes...que igualmente seguimos hablando de Guitarrones, pero eso). En contraste, Japón intentó marcar la diferencia y volvió a enfocarse en hacer las cosas bien, buscando recuperar la calidad que se había perdido.
Este modelo en concreto fue fabricado entre 1979 y 1983. No puedo determinar el año exacto porque, sinceramente, no hay manera de saberlo con certeza. Créeme, he investigado bastante. He encontrado sitios web donde se afirma que la producción comenzó en 1979, pero escribí directamente a Yamaha, y me respondieron que este modelo empezó a fabricarse en 1983. Esto tiene sentido, ya que la persona a la que se la compré me aseguró que esta guitarra, importada desde Japón, es del 83. Curiosamente, el número de serie también termina en 83, lo cual podría ser una coincidencia... o no. 🤔
En cualquier caso, estamos hablando de una guitarra que es una copia del modelo Les Paul Custom de Gibson, replicando incluso la forma de la pala. El cuerpo es de caoba maciza de un solo bloque de madera, sin alivio de peso, y pesa nada menos que 4,4 kilos. 💪 El mástil también es de caoba, probablemente de una sola pieza, y el diapasón es de ébano. Eso sí, no es el típico ébano negro como el carbón al que estamos acostumbrados; este tiene un aspecto más natural, con un ligero veteado marrón que se aprecia bajo la luz. No es completamente liso ni tiene ese acabado pulido; de hecho, se pueden observar pequeñas "grietas" propias de la madera.
He notado que este tipo de ébano aparece en algunas Les Paul Custom antiguas de los años 60/70. No entiendo mucho de esto, pero puede que estas "grietas" en el diapasón se hayan hecho más visibles debido a la edad de la madera, ya que estamos hablando de un instrumento con más de 40 años de antigüedad.
Como dato curioso, esta guitarra se fabricó durante un periodo muy corto, de entre 3 y 5 años, y solo se distribuyó en Japón; no se exportó al resto del mundo. Por tanto, es un modelo bastante raro y difícil de conseguir, a menos que te aventures a importarla y lidiar con aranceles, aduanas, etc. (aunque, siendo realistas, tampoco creo que sea tan complicado 😅).
Este modelo era el tope de gama de Yamaha en aquel entonces, tenía un precio de 100.000 yenes si no me equivoco. Hablamos, al menos en teoría, de un instrumento de primera división.
La mayoría de los que estamos aquí somos unos apasionados de las guitarras, y todos hemos oído hablar de la famosa "era de oro" de la fabricación japonesa de instrumentos. Esta guitarra pertenece a esa época. Ahora toca comprobar si esta joya confirma o desmiente la legendaria calidad de construcción japonesa que tanta fama les ha dado.

La guitarra sigue todas las especificaciones de Gibson y cuenta con un acabado Black Beauty. Eso sí, está lacada en poliuretano en lugar de nitrocelulosa. Como es lógico, debido a su edad, presenta un desgaste notable: esta guitarra ha pisado muchos escenarios y vivido innumerables ensayos.
Tiene pequeños golpes y desconchones en la pintura que no son demasiado graves, y el binding se ha amarilleado con el tiempo. Aunque no tanto como lo haría con un lacado en nitrocelulosa, el color ha evolucionado de forma natural, algo inevitable en guitarras de esta antigüedad.
Como ya mencioné en la introducción, la guitarra está construida completamente en caoba, tanto el cuerpo como el mástil. El puente es del tipo ABR-1, el típico puente de rosca fina de las Les Paul vintage, con el clásico alambre retenedor para las selletas, tanto la rosca del puente como la del cordal van ancladas directamente a la madera del cuerpo. El puente y el cordal están chapados en "dorado", diría que de buena calidad, ya que ambos han conservado bastante bien su color con el paso de los años. Eso sí, el puente ha sufrido algo de desgaste en la zona donde se apoya la mano.
Ambos herrajes son de Yamaha y, aunque son de buena calidad, debo decir que vengo de una LTD EC-1000 CTM, que traía puente y cordal TonePros. Estos tienen una característica que me encanta: una rosca fija ambos al cuerpo, de manera que no se caen al quitar las cuerdas. Es una especificación que echo de menos, ya que ahora tengo que ser más cuidadoso al cambiar las cuerdas. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la mayoría de las Les Paul clásicas no incluyen este detalle. Así que, valorándolo desde un enfoque tradicional, no lo considero un punto negativo.
En cuanto al clavijero, las clavijas también están fabricadas por Yamaha. Afinan muy bien, de manera progresiva, sin zonas "muertas" en las que no notes cambios al moverlas. Se sienten sólidas, con la dureza justa para afinar cómodamente. Personalmente, no soy demasiado perfeccionista con este aspecto, ya que mientras las clavijas no sean un desastre total, cualquier clavijero decente me parece bien, este, está muy bien.
Respecto al acabado del cuerpo, sí es cierto que el binding no es perfecto. Hay zonas, como en el cuerno de la guitarra, donde la pintura se mete ligeramente en el binding, o da la sensación de que no está perfectamente terminada. No son detalles exagerados, pero ahí están y es justo mencionarlos. Dicho esto, he visto defectos similares en Gibson Les Paul Custom, y esas guitarras son mucho más caras. 🤷
Sobre los trastes, no estoy seguro de si son originales o han sido reemplazados. Aquí voy a ser un poco crítico, pero desde un punto de vista subjetivo. Esta guitarra trae trastes muy finos y bajitos, algo que, viniendo de guitarras con trastes Extrajumbo, se me hace incómodo. La ltd ha sido mi guitarra principal durante más de 10 años y cuenta con trastes de acero extra-jumbo, que son enormes. Me encanta esa sensación porque me resulta más limpio y ágil al tocar. Con esta Yamaha, al tener los trastes más pegados al diapasón, me cuesta un poco más realizar técnicas como bending o vibrato 😅.
Aunque ya me he acostumbrado, sé que nunca serán mi tipo de trastes favoritos. También tengo la sensación de que estos trastes finos afectan al sonido, haciéndolo más "crujiente" y menos limpio (es mi percepción, puede que no sea así). Esto puede ser algo positivo o negativo, dependiendo de los gustos. Habrá quienes amen este tipo de trastes... pero no es mi caso. 🤷♂️


Como ya mencioné, esta guitarra tiene la estética clásica de la Gibson Les Paul Custom: herrajes y clavijas dorados, y los potenciómetros con los típicos tapones estilo vintage tipo "sombrero de bruja".
La escala del mástil es de 624 mm, con 22 trastes, lo estándar en las Les Paul. Las pastillas tienen una cubierta metálica dorada que, con el paso del tiempo, se ha desgastado, aportándole carácter a la guitarra y dejando claro que es un instrumento con historia. Además, el diapasón cuenta con incrustaciones rectangulares, las clásicas de Gibson.
La pala tiene la icónica forma de "libro abierto" típica de Gibson, pero con una ligera modificación en el diseño del "diamante". Yamaha intento hacer algo similar, pero con un toque propio. En mi opinión (y seguramente en la de muchos), la pala de Gibson tiene una magia especial que esta no logra del todo.
El binding sigue el patrón clásico: 7 capas en la parte delantera y 5 en la trasera. No hay mucho más que añadir aquí.
En cuanto al acabado general, me parece correcto. Hay ciertas zonas donde, si te pones muy puntilloso, podrías encontrar algún detalle para criticar (como ya mencioné anteriormente), pero en líneas generales está bien. Teniendo en cuenta que no es una guitarra de miles de euros, creo que hay cosas que se pueden pasar por alto.

En este punto tengo varias cosas que comentar. Esta es una guitarra pesada, como ya mencioné, ronda los 4,4 kilos. Por tanto, si tienes un bolo largo y vas a tocar de pie… cuidado, ¡es una auténtica quiebra espaldas! 😅 Es lo malo de estas Les Paul sólidas. Debo admitir que soy de los que no les importa este aspecto, pero si tienes una espalda sensible, quizá esta guitarra no sea la mejor opción para ti.
Otro detalle es que, al tocar sentado, debido al peso del cuerpo, la guitarra tiende a balancearse hacia el lado del cuerpo. Es decir, si te sientas y no sujetas la guitarra, esta se caerá. Sin embargo, una vez que apoyas los brazos para tocar, este efecto prácticamente desaparece permitiéndote tocar con normalidad.
En cuanto al mástil, es más bien finito, tirando al estilo de las Les Paul de los años 60. No es el mástil más fino del mundo, pero tampoco es el "bate de béisbol" del que muchos hablan. A mi parecer, es un mástil muy cómodo, redondito y bastante simétrico (diría que es perfil en forma de C pero no estoy seguro).
En cuanto a la acción de las cuerdas, me parece muy buena, permite una acción bajita sin trasteos, ahora mismo la tengo mediando es decir se que las cuerdas podrían estar aun mas bajas pero hay si que el cerdeo seria muy notorio.
Respecto al acceso a los últimos trastes... pues lo de siempre tratándose de una Les Paul: hay que lucharlo. 😂
Lleva dos pastillas humbucker modelo Spinex, creadas por Yamaha alrededor de 1982 (aunque no puedo asegurar la fecha con total precisión, si de verdad se inventaron en ese año se confirmaría que la guitarra es del 83). Según tengo entendido, estas pastillas fueron diseñadas con una aleación de metales muy poco común para la época, a la que llamaron Spinex. Esta aleación era exclusiva de Yamaha y fue introducida junto con el modelo SG3000. Además, estas pastillas cuentan con la opción de hacer split coil, aunque en mi guitarra no tengo activada esta función.
En cuanto al sonido, es difícil determinar qué parte del carácter tonal proviene de la guitarra y cuál de las pastillas, pero intentaré describirlo de la mejor manera posible. Las Spinex destacan por ser muy brillantes y con una dinámica excepcional, lo que considero su principal característica. De hecho, he leído que otros usuarios de estas pastillas afirman lo mismo, y yo también lo corroboro: son extremadamente claras, con un nivel de salida medio-bajo, un brillo notable, y graves presentes pero no excesivos. Sin embargo, en situaciones de alta ganancia o afinaciones bajas, las pastillas no responden tan bien, ya que la definición y captación de graves no es su punto fuerte. Los medios son porosos, y en conjunto tienen muchísima dinámica.
Son pastillas del tipo PAF, pero su sonido me recuerda más al de una P90 o incluso al de una single coil, más que a la clásica humbucker que todos conocemos. Hace poco, hablando con un colega sobre esta guitarra, la definí como una Les Paul con un toque de Telecaster, y no puedo describirlo mejor. La guitarra suena súper viva, y eso me encanta: al enchufarla al ampli y tocar suavemente, todo suena limpio y cristalino, pero si le das con fuerza, la guitarra despierta y te ofrece un crunch brutal. Si tu estilo es el rock de los 70 o algo similar, esta guitarra es perfecta, porque para ese sonido es INCREÍBLE.
Me encantaría cambiar las pastillas de esta guitarra y probar algo más moderno, solo por curiosidad. Sin embargo, quitarle estas pastillas sería un crimen, ya que tengo entendido que son muy difíciles de conseguir. En su momento, únicamente las traían ciertos modelos de Yamaha, no estaban disponibles como recambio, y hace décadas que dejaron de fabricarse. En mi opinión, las Spinex son una parte fundamental de la magia de esta guitarra, otra cosa es que te den lo que tu buscas.
Tiene sus limitaciones. Como mencioné antes, si tu intención es tocar estilos más modernos, como metal o afinaciones drop con high gain, esta guitarra no va a responder del todo bien. Simplemente no tiene el enfoque ni el corte necesario para ese tipo de sonido, pero esto se debe a que no fue diseñada con ese propósito en mente. En su terreno, destaca enormemente y brilla con luz propia.
¿Versatilidad? Pues, para todo lo que no requiera high gain, esta guitarra va a sonar fantástico y con muchísimo carácter. Personalmente, nunca he tenido una guitarra que suene así de viva y orgánica (aunque también debo decir que mi estilo no está enfocado en lo que esta guitarra ofrece, ya que suelo usar guitarras más orientadas a géneros más pesados).
No puedo calificarla como tremendamente versátil por este mismo motivo: suena increíble en lo suyo, pero no sale de ahí. Dicho esto, me genera curiosidad cómo sonaría con otras pastillas, como las archiconocidas Seymour Duncan JB. Sería otra experiencia totalmente distinta.
En cuanto a las pastillas ya he hablado en el punto anterior, la electrónica tiene pinta de ser la original (excepto un potenciómetro), los potenciómetros no rascan y el selector funciona perfectamente. Como podéis ver tiene dos perillas de volumen, una para cada pastilla, y otras dos de tono, lo tipico.
Esto es difícil de determinar. En su día costaba 100.000 yenes, lo que al cambio actual serían unos 615 €. El valor de esta guitarra hoy en día no se puede determinar con precisión, ya que estamos hablando de 100.000 yenes de 1983. Si esta guitarra se pudiera comprar hoy en día nueva, su precio podría rondar entre 1000 €...1800 €.... Si hay algún experto en economía, sería interesante conocer su opinión 😆. Lo que sí sabemos es que, de segunda mano, se puede conseguir por ese precio, 1000 €, 1800 € (esto es lo complicado de los productos vintage, ya que al no haber un precio claro, los vendedores pueden poner precios muy dispares; algunos la valoran muy alto, otros no tanto).
Supongamos que la conseguimos por un precio intermedio, alrededor de 1400 €. La pregunta sería: ¿realmente los vale? Mi opinión es que sí. Al final estás pagando por una guitarra con mano de obra japonesa de alta calidad. El mueble es de primera, sin los agujeros que suelen tener algunas Gibson ya no tan modernas, y las maderas tienen más de 40 años de secado para bien o para mal. Además, es una guitarra con una historia muy interesante, con una producción limitada y difícil de conseguir. También hay que tener en cuenta que los componentes son de buena calidad.
En fin, cada uno tiene su propio criterio, pero para mí es una gran guitarra, construida en una gran época. El valor que cada uno le quiera dar puede ser subjetivo, aunque claro, partiendo de una base sólida.
Una gran guitarra si te gusta el sonido vintage de los 70, eres fan de las cualidades sonoras de una Les Paul y también soportas sus inconvenientes. Porque esta guitarra es, precisamente, una gran réplica de una Les Paul Custom. Ahora bien, ¿eres amante de los sonidos más duros y modernos? Entonces esta guitarra no es para ti, a menos que estés dispuesto a cambiarle las pastillas. Pero para cometer semejante crimen, ¡mejor hazte con una guitarra más moderna!
En cuanto a comodidad, el perfil del mástil y la acción de las cuerdas son muy cómodos. Eso sí, tiene el inconveniente del peso, pero eso depende de cada uno: a algunos les molesta y a otros no. Si estáis pensando en pillar una Les Paul y os encontráis con una de estas en vuestro camino, no lo dudéis, porque vais a tener un guitarrón. Eso es lo único que os puedo decir.
((Como curiosidad, existe un modelo muy similar a este llamado Yamaha LP 800 Custom. A continuación, os dejo unas fotos para que podáis distinguir una de la otra.))
Un saludo!
Estas guitarras son una réplica de las Gibson Les Paul Custom de finales de los 50 y principios de los 60, una época considerada como la mejor en cuanto a la construcción de Gibson. Esta guitarra fue fabricada en el año 83, ya que en ese período Gibson atravesaba una de sus peores etapas de producción (la época Norlin y las famosas Gibson pancakes...que igualmente seguimos hablando de Guitarrones, pero eso). En contraste, Japón intentó marcar la diferencia y volvió a enfocarse en hacer las cosas bien, buscando recuperar la calidad que se había perdido.
Este modelo en concreto fue fabricado entre 1979 y 1983. No puedo determinar el año exacto porque, sinceramente, no hay manera de saberlo con certeza. Créeme, he investigado bastante. He encontrado sitios web donde se afirma que la producción comenzó en 1979, pero escribí directamente a Yamaha, y me respondieron que este modelo empezó a fabricarse en 1983. Esto tiene sentido, ya que la persona a la que se la compré me aseguró que esta guitarra, importada desde Japón, es del 83. Curiosamente, el número de serie también termina en 83, lo cual podría ser una coincidencia... o no. 🤔
En cualquier caso, estamos hablando de una guitarra que es una copia del modelo Les Paul Custom de Gibson, replicando incluso la forma de la pala. El cuerpo es de caoba maciza de un solo bloque de madera, sin alivio de peso, y pesa nada menos que 4,4 kilos. 💪 El mástil también es de caoba, probablemente de una sola pieza, y el diapasón es de ébano. Eso sí, no es el típico ébano negro como el carbón al que estamos acostumbrados; este tiene un aspecto más natural, con un ligero veteado marrón que se aprecia bajo la luz. No es completamente liso ni tiene ese acabado pulido; de hecho, se pueden observar pequeñas "grietas" propias de la madera.
He notado que este tipo de ébano aparece en algunas Les Paul Custom antiguas de los años 60/70. No entiendo mucho de esto, pero puede que estas "grietas" en el diapasón se hayan hecho más visibles debido a la edad de la madera, ya que estamos hablando de un instrumento con más de 40 años de antigüedad.
Como dato curioso, esta guitarra se fabricó durante un periodo muy corto, de entre 3 y 5 años, y solo se distribuyó en Japón; no se exportó al resto del mundo. Por tanto, es un modelo bastante raro y difícil de conseguir, a menos que te aventures a importarla y lidiar con aranceles, aduanas, etc. (aunque, siendo realistas, tampoco creo que sea tan complicado 😅).
Este modelo era el tope de gama de Yamaha en aquel entonces, tenía un precio de 100.000 yenes si no me equivoco. Hablamos, al menos en teoría, de un instrumento de primera división.
La mayoría de los que estamos aquí somos unos apasionados de las guitarras, y todos hemos oído hablar de la famosa "era de oro" de la fabricación japonesa de instrumentos. Esta guitarra pertenece a esa época. Ahora toca comprobar si esta joya confirma o desmiente la legendaria calidad de construcción japonesa que tanta fama les ha dado.

- Materiales y acabados.
La guitarra sigue todas las especificaciones de Gibson y cuenta con un acabado Black Beauty. Eso sí, está lacada en poliuretano en lugar de nitrocelulosa. Como es lógico, debido a su edad, presenta un desgaste notable: esta guitarra ha pisado muchos escenarios y vivido innumerables ensayos.
Tiene pequeños golpes y desconchones en la pintura que no son demasiado graves, y el binding se ha amarilleado con el tiempo. Aunque no tanto como lo haría con un lacado en nitrocelulosa, el color ha evolucionado de forma natural, algo inevitable en guitarras de esta antigüedad.
Como ya mencioné en la introducción, la guitarra está construida completamente en caoba, tanto el cuerpo como el mástil. El puente es del tipo ABR-1, el típico puente de rosca fina de las Les Paul vintage, con el clásico alambre retenedor para las selletas, tanto la rosca del puente como la del cordal van ancladas directamente a la madera del cuerpo. El puente y el cordal están chapados en "dorado", diría que de buena calidad, ya que ambos han conservado bastante bien su color con el paso de los años. Eso sí, el puente ha sufrido algo de desgaste en la zona donde se apoya la mano.
Ambos herrajes son de Yamaha y, aunque son de buena calidad, debo decir que vengo de una LTD EC-1000 CTM, que traía puente y cordal TonePros. Estos tienen una característica que me encanta: una rosca fija ambos al cuerpo, de manera que no se caen al quitar las cuerdas. Es una especificación que echo de menos, ya que ahora tengo que ser más cuidadoso al cambiar las cuerdas. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la mayoría de las Les Paul clásicas no incluyen este detalle. Así que, valorándolo desde un enfoque tradicional, no lo considero un punto negativo.
En cuanto al clavijero, las clavijas también están fabricadas por Yamaha. Afinan muy bien, de manera progresiva, sin zonas "muertas" en las que no notes cambios al moverlas. Se sienten sólidas, con la dureza justa para afinar cómodamente. Personalmente, no soy demasiado perfeccionista con este aspecto, ya que mientras las clavijas no sean un desastre total, cualquier clavijero decente me parece bien, este, está muy bien.
Respecto al acabado del cuerpo, sí es cierto que el binding no es perfecto. Hay zonas, como en el cuerno de la guitarra, donde la pintura se mete ligeramente en el binding, o da la sensación de que no está perfectamente terminada. No son detalles exagerados, pero ahí están y es justo mencionarlos. Dicho esto, he visto defectos similares en Gibson Les Paul Custom, y esas guitarras son mucho más caras. 🤷
Sobre los trastes, no estoy seguro de si son originales o han sido reemplazados. Aquí voy a ser un poco crítico, pero desde un punto de vista subjetivo. Esta guitarra trae trastes muy finos y bajitos, algo que, viniendo de guitarras con trastes Extrajumbo, se me hace incómodo. La ltd ha sido mi guitarra principal durante más de 10 años y cuenta con trastes de acero extra-jumbo, que son enormes. Me encanta esa sensación porque me resulta más limpio y ágil al tocar. Con esta Yamaha, al tener los trastes más pegados al diapasón, me cuesta un poco más realizar técnicas como bending o vibrato 😅.
Aunque ya me he acostumbrado, sé que nunca serán mi tipo de trastes favoritos. También tengo la sensación de que estos trastes finos afectan al sonido, haciéndolo más "crujiente" y menos limpio (es mi percepción, puede que no sea así). Esto puede ser algo positivo o negativo, dependiendo de los gustos. Habrá quienes amen este tipo de trastes... pero no es mi caso. 🤷♂️


- Estética.
Como ya mencioné, esta guitarra tiene la estética clásica de la Gibson Les Paul Custom: herrajes y clavijas dorados, y los potenciómetros con los típicos tapones estilo vintage tipo "sombrero de bruja".
La escala del mástil es de 624 mm, con 22 trastes, lo estándar en las Les Paul. Las pastillas tienen una cubierta metálica dorada que, con el paso del tiempo, se ha desgastado, aportándole carácter a la guitarra y dejando claro que es un instrumento con historia. Además, el diapasón cuenta con incrustaciones rectangulares, las clásicas de Gibson.
La pala tiene la icónica forma de "libro abierto" típica de Gibson, pero con una ligera modificación en el diseño del "diamante". Yamaha intento hacer algo similar, pero con un toque propio. En mi opinión (y seguramente en la de muchos), la pala de Gibson tiene una magia especial que esta no logra del todo.
El binding sigue el patrón clásico: 7 capas en la parte delantera y 5 en la trasera. No hay mucho más que añadir aquí.
En cuanto al acabado general, me parece correcto. Hay ciertas zonas donde, si te pones muy puntilloso, podrías encontrar algún detalle para criticar (como ya mencioné anteriormente), pero en líneas generales está bien. Teniendo en cuenta que no es una guitarra de miles de euros, creo que hay cosas que se pueden pasar por alto.

- Ergonomía
En este punto tengo varias cosas que comentar. Esta es una guitarra pesada, como ya mencioné, ronda los 4,4 kilos. Por tanto, si tienes un bolo largo y vas a tocar de pie… cuidado, ¡es una auténtica quiebra espaldas! 😅 Es lo malo de estas Les Paul sólidas. Debo admitir que soy de los que no les importa este aspecto, pero si tienes una espalda sensible, quizá esta guitarra no sea la mejor opción para ti.
Otro detalle es que, al tocar sentado, debido al peso del cuerpo, la guitarra tiende a balancearse hacia el lado del cuerpo. Es decir, si te sientas y no sujetas la guitarra, esta se caerá. Sin embargo, una vez que apoyas los brazos para tocar, este efecto prácticamente desaparece permitiéndote tocar con normalidad.
En cuanto al mástil, es más bien finito, tirando al estilo de las Les Paul de los años 60. No es el mástil más fino del mundo, pero tampoco es el "bate de béisbol" del que muchos hablan. A mi parecer, es un mástil muy cómodo, redondito y bastante simétrico (diría que es perfil en forma de C pero no estoy seguro).
En cuanto a la acción de las cuerdas, me parece muy buena, permite una acción bajita sin trasteos, ahora mismo la tengo mediando es decir se que las cuerdas podrían estar aun mas bajas pero hay si que el cerdeo seria muy notorio.
Respecto al acceso a los últimos trastes... pues lo de siempre tratándose de una Les Paul: hay que lucharlo. 😂
- Sonido
Lleva dos pastillas humbucker modelo Spinex, creadas por Yamaha alrededor de 1982 (aunque no puedo asegurar la fecha con total precisión, si de verdad se inventaron en ese año se confirmaría que la guitarra es del 83). Según tengo entendido, estas pastillas fueron diseñadas con una aleación de metales muy poco común para la época, a la que llamaron Spinex. Esta aleación era exclusiva de Yamaha y fue introducida junto con el modelo SG3000. Además, estas pastillas cuentan con la opción de hacer split coil, aunque en mi guitarra no tengo activada esta función.
En cuanto al sonido, es difícil determinar qué parte del carácter tonal proviene de la guitarra y cuál de las pastillas, pero intentaré describirlo de la mejor manera posible. Las Spinex destacan por ser muy brillantes y con una dinámica excepcional, lo que considero su principal característica. De hecho, he leído que otros usuarios de estas pastillas afirman lo mismo, y yo también lo corroboro: son extremadamente claras, con un nivel de salida medio-bajo, un brillo notable, y graves presentes pero no excesivos. Sin embargo, en situaciones de alta ganancia o afinaciones bajas, las pastillas no responden tan bien, ya que la definición y captación de graves no es su punto fuerte. Los medios son porosos, y en conjunto tienen muchísima dinámica.
Son pastillas del tipo PAF, pero su sonido me recuerda más al de una P90 o incluso al de una single coil, más que a la clásica humbucker que todos conocemos. Hace poco, hablando con un colega sobre esta guitarra, la definí como una Les Paul con un toque de Telecaster, y no puedo describirlo mejor. La guitarra suena súper viva, y eso me encanta: al enchufarla al ampli y tocar suavemente, todo suena limpio y cristalino, pero si le das con fuerza, la guitarra despierta y te ofrece un crunch brutal. Si tu estilo es el rock de los 70 o algo similar, esta guitarra es perfecta, porque para ese sonido es INCREÍBLE.
Me encantaría cambiar las pastillas de esta guitarra y probar algo más moderno, solo por curiosidad. Sin embargo, quitarle estas pastillas sería un crimen, ya que tengo entendido que son muy difíciles de conseguir. En su momento, únicamente las traían ciertos modelos de Yamaha, no estaban disponibles como recambio, y hace décadas que dejaron de fabricarse. En mi opinión, las Spinex son una parte fundamental de la magia de esta guitarra, otra cosa es que te den lo que tu buscas.
- Versatilidad
Tiene sus limitaciones. Como mencioné antes, si tu intención es tocar estilos más modernos, como metal o afinaciones drop con high gain, esta guitarra no va a responder del todo bien. Simplemente no tiene el enfoque ni el corte necesario para ese tipo de sonido, pero esto se debe a que no fue diseñada con ese propósito en mente. En su terreno, destaca enormemente y brilla con luz propia.
¿Versatilidad? Pues, para todo lo que no requiera high gain, esta guitarra va a sonar fantástico y con muchísimo carácter. Personalmente, nunca he tenido una guitarra que suene así de viva y orgánica (aunque también debo decir que mi estilo no está enfocado en lo que esta guitarra ofrece, ya que suelo usar guitarras más orientadas a géneros más pesados).
No puedo calificarla como tremendamente versátil por este mismo motivo: suena increíble en lo suyo, pero no sale de ahí. Dicho esto, me genera curiosidad cómo sonaría con otras pastillas, como las archiconocidas Seymour Duncan JB. Sería otra experiencia totalmente distinta.
- Electrónica
En cuanto a las pastillas ya he hablado en el punto anterior, la electrónica tiene pinta de ser la original (excepto un potenciómetro), los potenciómetros no rascan y el selector funciona perfectamente. Como podéis ver tiene dos perillas de volumen, una para cada pastilla, y otras dos de tono, lo tipico.
- Relación Calidad-Precio
Esto es difícil de determinar. En su día costaba 100.000 yenes, lo que al cambio actual serían unos 615 €. El valor de esta guitarra hoy en día no se puede determinar con precisión, ya que estamos hablando de 100.000 yenes de 1983. Si esta guitarra se pudiera comprar hoy en día nueva, su precio podría rondar entre 1000 €...1800 €.... Si hay algún experto en economía, sería interesante conocer su opinión 😆. Lo que sí sabemos es que, de segunda mano, se puede conseguir por ese precio, 1000 €, 1800 € (esto es lo complicado de los productos vintage, ya que al no haber un precio claro, los vendedores pueden poner precios muy dispares; algunos la valoran muy alto, otros no tanto).
Supongamos que la conseguimos por un precio intermedio, alrededor de 1400 €. La pregunta sería: ¿realmente los vale? Mi opinión es que sí. Al final estás pagando por una guitarra con mano de obra japonesa de alta calidad. El mueble es de primera, sin los agujeros que suelen tener algunas Gibson ya no tan modernas, y las maderas tienen más de 40 años de secado para bien o para mal. Además, es una guitarra con una historia muy interesante, con una producción limitada y difícil de conseguir. También hay que tener en cuenta que los componentes son de buena calidad.
En fin, cada uno tiene su propio criterio, pero para mí es una gran guitarra, construida en una gran época. El valor que cada uno le quiera dar puede ser subjetivo, aunque claro, partiendo de una base sólida.
- Conclusión
Una gran guitarra si te gusta el sonido vintage de los 70, eres fan de las cualidades sonoras de una Les Paul y también soportas sus inconvenientes. Porque esta guitarra es, precisamente, una gran réplica de una Les Paul Custom. Ahora bien, ¿eres amante de los sonidos más duros y modernos? Entonces esta guitarra no es para ti, a menos que estés dispuesto a cambiarle las pastillas. Pero para cometer semejante crimen, ¡mejor hazte con una guitarra más moderna!
En cuanto a comodidad, el perfil del mástil y la acción de las cuerdas son muy cómodos. Eso sí, tiene el inconveniente del peso, pero eso depende de cada uno: a algunos les molesta y a otros no. Si estáis pensando en pillar una Les Paul y os encontráis con una de estas en vuestro camino, no lo dudéis, porque vais a tener un guitarrón. Eso es lo único que os puedo decir.
((Como curiosidad, existe un modelo muy similar a este llamado Yamaha LP 800 Custom. A continuación, os dejo unas fotos para que podáis distinguir una de la otra.))
Un saludo!
