Siempre he defendido el Edge Pro III en función de la gama de las guitarras que lo llevan. Después de casi tres años con mi Ibanez RG350DX, y tras compararlo con muchas y variadas guitarras propias y ajenas, puedo decir que bien ajustado es un puente que no da problemas. Comparado con el Edge Pro o los ZR de mis otras Ibanez, está claro que sale perdiendo, es mucho más tosco y menos articulado en su acción. Repito, no debería desafinar, y cumple sus función, sólo que otros lo hacen mejor. Lo único que puedo decir en su contra es su dureza, y que en mi caso los muelles hacen mucho ruido y supongo que en breve toca cambiarlos (pero esto también pasa en la Jem de Vai).
El puente de mi Jackson Dinky DK2 es más robusto, en aspecto, tacto y manejo, pero sigue siendo bastante duro. Mis Strato, PRS y Grestch tienen otros tipos de puente, así que no tiene sentido comparar. Pero en general, no tengo que preocuparme de la afinación y entonación cuando las saco del estuche, unas requieren más tiempo y otras menos en el ajuste inicial, y el Edge Pro III me costó mucho, pero merece la pena invertir ese tiempo (mejor invertirlo en ajustarlo que en criticarlo ;-)).
Saludos.
