En mi caso, empecé en mi juventud, como algo que me vino de manera natural. Desde muy pequeño leía mucho, y fue la lectura (de todo tipo de literatura, novelas, teatro, poesía... también historia o filosofía) la que me empujó a escribir. Como tocaba la guitarra, de manera lógica algunas cosas de las que escribía se convirtieron en letras de canciones.
El conocimiento de las rimas, en sus distintas modalidades, de los ritmos, en sus distintas acentuaciones de diferentes sílabas del verso, etc., ayuda bastante a que lo que escribas cuadre con una música que tenga una estructura definida.
A la gente le ocurre de maneras diferentes, hay quien primero tiene una música y luego busca una letra que cuadre, o viceversa, a mi me ocurre más a menudo tener la letra, pero no descarto ninguna otra alternativa, a veces sale al revés, y a veces salen las dos cosas a la vez, con una frase que ya me viene a la cabeza implícita con una melodía, o una estructura rítmica, o ambas.
Con el tiempo escribí mucho menos a menudo, tocaba menos a menudo también, pero a vece surgía algo, una ocurrencia, o una ocasión, una canción conocida a la que le pones una nueva letra para celebrar algo con unos amigos... cualquier excusa es válida para escribir canciones. Los últimos años he vuelto a tocar más a menudo, y de manera natural, también las canciones vienen a la cabeza más a menudo, ves algo, oyes algo, que te llama la atención, que te suena bien... sueñas algo... lo que surja, tomas unos apuntes y cuando puedes lo conviertes en canción.
Hay gente que cuenta su vida, sus deseos, sus amores, hay quien evita absolutamente sus temas privados...
Hay quien cuenta historias raras que se le ocurren, hay quien protesta por problemas sociales...
Seguramente el mejor letrista de canciones de la historia del rock ha sido Bob Dylan. Escuchando sus canciones y leyendo sus letras aprendí mucho.
Gente como Leonard Cohen pueden andar en la misma línea, y en España, grandes escritores de canciones como Serrat, Sabina, o Rodrigo García (de Cánovas, Rodrigo, Adolfo y Guzmán).
Generalmente son verdaderos artesanos de la canción.
No hay que desdeñar nunca, para aprender, a los viejos compositores de estándares (Cole Porter, Rodgers & Hart) , ni a los clásicos autores de la canción española (Quintero, León y Quiroga, etc.).
Y obviamente, hay que estudiarse bien a los grandes tándems del rock, Lennon & McCartney y Jagger/Richards. Su forma de compaginar letras y música es simplemente magistral.
Las canciones pueden ser filosóficas y profuntas, o un "te quiero/me quieres", "mi chica me dejó/estoy triste". No todas van a gustar a todos.
Mi opinión personal es que hay que escribir, sobre todo, lo que a uno le gusta, y luego, si le gusta a alguien más, estupendo, y si no, al menos habrás conseguido lo principal: que te guste a ti y que te sientas satisfecho interpretando lo que has escrito
