magicod escribió:
Y lo que veo es que no se hacen estudios de nada.
Eso, directamente, es una falta de respeto. Precisamente porque no se paran de hacer eso que llamas "estudios", la percepción y adaptación a la realidad de este problema ha ido evolucionando con el tiempo.
Pero te entiendo, falta formación curricular al respecto. Son esas cosas que tienen que ver con un desconocimiento del método científico, de la epistemología que hay detrás, y no de la interpretación personal de lo que es una hipótesis, una teoría y una Ley, que son lo que son y no otra cosa. Muchos dan por entendido que una Ley es una verdad sin enmienda, mientras que una teoría es poco más que una especulación. Lo voy a simplificar mucho, porque todo tiene aún más matices. Las teorías son conjuntos de reglas que describen comportamientos en sistemas dados, mientras que una ley es de aplicación general a los sistemas conocidos, es decir, su aplicación es universal. En un sistema dado, mientras una teoría demuestre la previsión de comportamientos, es perfectamente válida para el mismo; es decir, teorías aplicables a la mecánica cuántica pueden no servir para explicar comportamientos en sistemas de gran velocidad, a los que se aplicaría la relatividad especial: pero esto no quiere decir que sean una especulación, pues la teoría de comportamiento para un sistema debe reproducirse una vez tras otra,
y basta que en una ocasión no se cumpla, para que sea desechada -la teoría de la evolución, por ejemplo, a día de hoy, sigue cumpliéndose experimento tras experimento, mientras que la supuesta Teoría del diseño inteligente no ha podido ser demostrada en modo alguno por nada que no sea la fe (estulticia absoluta de los creacionistas).
De todos modos, entiendo que la mayoría de las veces es más sencillo el esfuerzo en creer una magufada, porque da respuestas sencillas a preguntas complejas -si es necesario mentir o intuir, el fin justifica el medio-, que enfrentarse a lo que los científicos les comunican. Los científicos se la envainan porque es lo que toca al serlo, es parte de la naturaleza de su trabajo, y lo que falta es pedagogía a la hora de explicar sus acciones. Diría, por otro lado, que culpar a la ciencia de los desatinos que, en su mayoría, han cometido con mayor o menor intención los políticos, es muy injusto.