A diferencia de otras personalidades que nunca se hubiesen destacado en lo suyo si no fuese por algún hecho ajeno a la actividad (un casamiento, un escándalo, una muerte repentina) el caso de Jason Becker se ubica en una dimensión especial: el mundo ya había comprobado que era un guitarrista brillante y tenía reservado su lugar en el olimpo de las seis cuerdas cuando una enfermedad despiadada lo asaltó para llevarse todo; su movilidad, su música e incluso su vida. Hoy, Jason se considera un tipo feliz porque ese mal apenas pudo quedarse con lo primero.
Sí, creelo. Este tipo es el mismo que supo batirse en duelos de fuego con Marty Friedman en los discos de Cacophony e hizo maravillas en "A little ain't enough" de David Lee Roth. Es el mismo hijo de la selecta cantera de Mike Varney que en 1989, con apenas 20 años, tenía todo lo imaginable para convertirse en una estrella del rock con un presente brillante y un futuro aun más auspicioso. Fue justamente durante la grabación de "A little ain't enough" que fue sorprendido por unos extraños adormecimientos de piernas y manos que llegaban y se iban repentinamente. El diagnóstico fue terminante: ALS (Amiotrophic Lateral Sclerosis, Esclerosis Lateral Amiotrófica), una enfermedad que ataca progresivamente las neuronas que controlan el movimiento y tiene una sobrevida promedio de cuatro años. En los últimos diez años Jason fue testigo de cómo de a poco sus facultades motrices fueron cayendo una a una como los bastiones de una guerra imposible de ganar. Primero dejó de caminar, luego quedó inmóvil una mano, la otra, el habla, la tráquea, la gesticulación... sin embargo, la estrella de Jason no sólo no se opacó sino que aumentó su brillo natural, por varios factores; su vuelco a la espiritualidad (es miembro de una hermandad de autorrealización que toma elementos del hinduísmo y el yoga), el apoyo de sus padres, novia y amigos, y la música. De hecho, además de superar nada menos que los pronósticos de muerte, Jason publicó dos discos en ese período y está terminando un libro autobiográfico en medio de intensos tratamientos y terapias de rehabilitación. Su padre Gary creó un software especialmente para que Jason se comunique a través del movimiento de sus ojos, y su amigo Mike Bemesderfer desarrolló el sistema en el que Jason compone música e incluso ejecuta sintetizadores (básicamente, en la actualidad sólo puede mover los ojos, uno de sus pulgares y algunos músculos faciales; aunque las últimas noticias hablan de respuestas positivas en algunos otros músculos del cuerpo). No conforme con esto, Jason reeditó su disco "Perspective", piensa producir un video y se hace tiempo para responder a esta entrevista.
Jason, contanos del relanzamiento de "Perspective". Escuché que Eddie Van Halen tiene algo que ver...
Hace un tiempo Eddie estuvo en casa para hacer unas imágenes juntos para un show de TV y ahí salió la idea de hacer un tema juntos que sería incluido en el disco, pero al final quedó en la nada. Pero lo más importante es que gracias a él, se lo pudo editar a través de Warner Bros. El disco no tendrá nueva música, sólo algunas pistas que me quedaron como bonus tracks y un nuevo arte de tapa.
¿Cuáles son las diferencias con "The Raspberry Jams"?
Que ése fue escrito y ejecutado en guitarra, lo pensé como guitarrista; "Perspective" fue escrito para diferentes instrumentos y lo pensé como músico, cuando mi enfermedad ya había avanzado mucho.
Contanos sobre tus técnicas para componer y grabar "The Raspberry Jams".
El sistema se llama "Vision" y trabaja sobre una Macintosh. El trabajo es muy duro y muchas veces quedaba agotado. Te resumo: yo componía melodías, arreglos instrumentales, cosas sueltas. Teníamos una pila de demos y Mike (Bemesderfer) pasó todo a varios CDs. Luego mi hermano Ehren y mi padre siguieron pacientemente mis instrucciones para mezclar todo el material en una consola de 8 vías. Quedó ahí, y tiempo después mi mamá me convenció de editarlo, la verdad que no era mi idea.
¿Cómo elegís las partes que ejecutás vos mismo y las que dejás a otros músicos?
Depende. Hay partes que nadie podría tocar porque no puedo explicarlas bien, y otras se las tengo que dejar a otros. Igual que en la vida.
Supongo que no estás de acuerdo cuando alguien habla mal de la relación entre música y tecnología.
No te creas. En muchos casos tienen razón, pero no creo que hablen específicamente de "Perspective" o de músicos impedidos.
¿Creés que tu inspiración y creatividad crecieron después de que perdiste la movilidad?
No, de ninguna manera. Es verdad que se me ocurren más ideas, pero no siempre puedo llevarlas a cabo. A pesar de que "Perspective" es mi mejor trabajo en lo compositivo, no creo que sea porque estoy impedido de moverme.
Hace poco Steve Vai dijo que se siente mucho más inspirado para la música desde que se volcó a la religión y a la espiritualidad. ¿Te pasa lo mismo?
No podría asegurarlo, porque desde que profundicé mis actividades en ese ámbito no me quedó mucho tiempo para la música.
¿Qué clase de sentimientos ponés en tu música? ¿Alguna vez la utilizaste para volcar bronca o negatividad?
No sé lo que es la bronca, pero antes tenía problemas para manejar la impaciencia y la frustración. Más bien me impedían pensar en la música. Para eso me ayudó mucho la meditación y la oración.
¿Cómo fue tu experiencia con David Lee Roth? Creo que sos la única persona que trabajó con David y no habla mal de él...
Fue divertido. Es un personaje muy interesante. Creo que en aquella época fue muy cuidadoso conmigo porque yo era joven e inocente, además él sabía de mi enfermedad, que en aquel entonces sólo afectaba a mis piernas. A pesar de que no hablamos en diez años y de que me fui de la banda sin decir por qué, no tengo un mal recuerdo de Dave. Aprendí mucho de él.
¿Y qué recuerdos tenés de Cacophony? Era una banda increíble.
Amo esa época y a todos los muchachos de la banda. Marty Friedman es un genio y somos grandes amigos desde los 16 años. Pero me temo que la separación fue mi culpa. La verdad es que yo necesitaba mucho hacer otra música en la que me expresara más.
Contanos sobre tus proyectos.
Estoy preparando un video de dos horas para "Hot Licks". Probablemente después reedite "Perpetual Burn" con una hora extra de demos que me quedaron de aquella época. Además, estoy escribiendo mi libro.
No quiero entrar en sentimentalismos, porque ésta es una entrevista sobre música. Pero vos siempre decís que te considerás un tipo feliz y yo quiero preguntarte qué lugar ocupa la música en tu felicidad.
Tiene mucho que ver porque siempre fue y será parte de mi ser. Hacé una cosa; para entenderlo podés dar una leída a los pasajes de lo que será mi libro que incluí en mi página web.
Jason tiene razón. Uno lo comprende mejor después de echar un vistazo a Jason Becker - Guitarist, Musician, Mystic que los invitamos a visitar. Rescatamos este pasaje:
"La gente se pregunta cómo puedo estar feliz y excitado por la vida sin poder moverme, o sin poder respirar a menos que sea a través de una máquina. Las razones más obvias son la gran familia y amigos que me bañan en su afecto todo el tiempo. Constantemente siento el cariño y el respeto de cada persona que encuentro y de fans de todo el mundo. Tengo tres CDs llenos de material de cuando todavía podía tocar, esperando para ser mezclado y utilizado. (...) Estoy escribiendo un libro y tengo una computadora en la que escribo la música que tengo en la cabeza. Y además estoy haciendo un nuevo tratamiento, recuperé el movimiento de tres músculos que no había usado en años, y mi cuerpo va adquiriendo confianza."
Fuente: Entrevista a Jason Becker hecha por una revista argentina - psicofxp.com
Saludos y ojala que Jason se recupere!