Muy buenas a todos...pues seguimos con las reviews de mis guitarras con la última incorporación que ha llegado...una rarísima Fernandes ST-105BG de 1984.
La guitarra en cuestión es uno de los 4 modelos signature que la marca japonesa de instrumentos musicales Fernandes le hizo a Brad Gillis allá por mediados de los años 80.
Vamos a ponernos en situación...corre el año 1982, y un accidente de avioneta acaba con la vida de Randy Rhoads y otras dos personas del staff de Ozzy Osbourne (el conductor de la avioneta, que era el conductor del autobús de la banda, pilotando con la licencia de piloto caducada y positivo en cocaína, y una maquilladora)...Y estaréis pensando...¿y por qué este tío nos está hablando ahora de Randy?...pues porque a la muerte del mismo, el encargado de sustituirle en el grupo fue el bueno de Brad Gillis.
Una reflexión personal...no me quiero ni imaginar la presión que tenía que sufrir este señor en cada concierto, sabiendo que estaba sustituyendo a Randy Rhoads...
En aquel momento, Brad era parte del grupo Night Ranger, que había conseguido bastante popularidad ese año en la escena USA, y su nombre salió a la palestra como posible sustituto en la banda de Ozzy, algo que finalmente ocurriría, grabando junto a éste el exitoso LP en directo "Speak of the devil".
Como guitarrista, Brad Gillis se ha caracterizado siempre por su rapidez en los punteos y por el uso extremo del trémolo, algo que vamos a detallar a continuación.
Bueno...vamos al lío...
Especificaciones:
La guitarra en cuestión es una de los 4 modelos signature que la marca Fernandes le hizo, dada su popularidad en aquellos años. 3 de estos modelos son con el cuerpo acabado en rojo y el mástil acabado en negro, Floyd sin microajuste y un booster Fernandes SB-3000, imitando el montado en la guitarra original de Brad.
La guitarra que se muestra hoy aquí es el cuarto de esos modelos, hecha a imagen de la Fender Stratocaster del 62 customizada por el bueno de Brad con un Floyd Rose sin tornillos de microajuste, cejuela de bloqueo, botones de los potenciómetros cromados y acabada totalmente en negro, incluso el golpeador.
El cuerpo, de dimensiones Strato clásicas, pero con ruteado HH, es de aliso muy ligero y el mástil de arce/palorrosa, con un radio de..........7,25"!!!!!!...sí, como lo estáis leyendo...una guitarra con trémolo Floyd y con radio 7,25". El perfil del mástil es un C tirando a gordito, pero cómodo.
La explicación es fácil...cogieron la Strato del 62 modificada por Brad Gillis y la replicaron tal cual...con sus ventajas e inconvenientes. Entre las ventajas, la estética y el sonido, mezcla entre una strato y una paula por el uso de unas pastillas HH, así como las inherentes al uso de un radio tan pronunciado.
¿Y qué hay de las desventajas?...pues una muy notable...requiere un ajuste muy complicado para que las selletas del trémolo se adapten al radio de 7,25", debiendo calzarlas para dicho radio.
Respecto al trémolo que monta...es un Fernandes FRT-2 del '84...es el "gemelo" del Floyd Rose sin tornillos de microajuste...por lo que he leído, a principios de los 80, Floyd Rose no tenía capacidad para satisfacer a la demanda, y llegó a un acuerdo para que sus trémolos FRT-1 los fabricara Fernandes. Se diferencian de ellos en la forma de las selletas, en que las cuerdas atraviesan el bloque del trémolo y en que no llevan estampado el logotipo de "Floyd Rose". Sólo se fabricaron del 82 al 85.
Las pastillas originales hace tiempo que desaparecieron, y es prácticamente imposible encontrar recambio, ya que son unas Gotoh de los 80 con acabado en crema y zebra. En su lugar, y manteniendo la originalidad de los colores, de los valores de impedancia y que montaran imanes Alnico V, se han montado unas Artec Matching Humbuckers, que me han sorprendido gratamente por su sonido.
Sonido y acción:
Como decía antes, si algo caracteriza a esta guitarra es que no es para todos...su descomunal radio de 7,25" no es apto para todos los públicos...y menos aún en una superstrat, pero ahí radica su encanto...en ser una de estas rarezas extremas que se engendraban en los 80 con piezas de otras épocas. El perfil del mástil de un C tirando a gordito.
El sonido es una mezcla entre una Strato y una paula debido al uso de pastillas HH...un sonido gordo, potente, algo oscuro en posición de mástil, pero con definición y cuerpo...estas pastillas me han sorprendido...y mucho...suenan muy, pero que muy bien (excelente relación calidad/precio sin duda).
Los 3 potenciómetros controlan independientemente el volumen de cada pastilla, mientra que el tercero de los potenciómetros controla el tono general de ambas. El selector de pastillas es el usual de 3 posiciones de cuchilla tipo strato...muy potente y definida en puente, rica en medios y graves en medio, y algo oscura y blusera, pero con punch, en mástil.
El tacto del trémolo es brutal...muy estable y preciso...se le nota "consistente"...sorprendentemente, y aunque no tenga tornillos de microafinación, la mantiene de maravilla, y el hecho de que las cuerdas se carguen igual que en una strato hace que el cambio de cuerdas sea sencillo y rápido.
Conclusión:
Un "engendro" de una época en la que se hacían perrerías a las guitarras para conseguir personalizarlas al gusto del cliente...otra barbaridad de los 80 (Echo de menos esos años...)
Un sonido que engancha, una estética muy conseguida y un trémolo superdivertido.
Por contra...el mástil no es apto para todos los públicos...y menos para los que busquen una superstrat de libro...
Espero que os haya gustado la review...un abrazo a todos.
La guitarra en cuestión es uno de los 4 modelos signature que la marca japonesa de instrumentos musicales Fernandes le hizo a Brad Gillis allá por mediados de los años 80.
Vamos a ponernos en situación...corre el año 1982, y un accidente de avioneta acaba con la vida de Randy Rhoads y otras dos personas del staff de Ozzy Osbourne (el conductor de la avioneta, que era el conductor del autobús de la banda, pilotando con la licencia de piloto caducada y positivo en cocaína, y una maquilladora)...Y estaréis pensando...¿y por qué este tío nos está hablando ahora de Randy?...pues porque a la muerte del mismo, el encargado de sustituirle en el grupo fue el bueno de Brad Gillis.
Una reflexión personal...no me quiero ni imaginar la presión que tenía que sufrir este señor en cada concierto, sabiendo que estaba sustituyendo a Randy Rhoads...
En aquel momento, Brad era parte del grupo Night Ranger, que había conseguido bastante popularidad ese año en la escena USA, y su nombre salió a la palestra como posible sustituto en la banda de Ozzy, algo que finalmente ocurriría, grabando junto a éste el exitoso LP en directo "Speak of the devil".
Como guitarrista, Brad Gillis se ha caracterizado siempre por su rapidez en los punteos y por el uso extremo del trémolo, algo que vamos a detallar a continuación.
Bueno...vamos al lío...
Especificaciones:
La guitarra en cuestión es una de los 4 modelos signature que la marca Fernandes le hizo, dada su popularidad en aquellos años. 3 de estos modelos son con el cuerpo acabado en rojo y el mástil acabado en negro, Floyd sin microajuste y un booster Fernandes SB-3000, imitando el montado en la guitarra original de Brad.
La guitarra que se muestra hoy aquí es el cuarto de esos modelos, hecha a imagen de la Fender Stratocaster del 62 customizada por el bueno de Brad con un Floyd Rose sin tornillos de microajuste, cejuela de bloqueo, botones de los potenciómetros cromados y acabada totalmente en negro, incluso el golpeador.
El cuerpo, de dimensiones Strato clásicas, pero con ruteado HH, es de aliso muy ligero y el mástil de arce/palorrosa, con un radio de..........7,25"!!!!!!...sí, como lo estáis leyendo...una guitarra con trémolo Floyd y con radio 7,25". El perfil del mástil es un C tirando a gordito, pero cómodo.
La explicación es fácil...cogieron la Strato del 62 modificada por Brad Gillis y la replicaron tal cual...con sus ventajas e inconvenientes. Entre las ventajas, la estética y el sonido, mezcla entre una strato y una paula por el uso de unas pastillas HH, así como las inherentes al uso de un radio tan pronunciado.
¿Y qué hay de las desventajas?...pues una muy notable...requiere un ajuste muy complicado para que las selletas del trémolo se adapten al radio de 7,25", debiendo calzarlas para dicho radio.
Respecto al trémolo que monta...es un Fernandes FRT-2 del '84...es el "gemelo" del Floyd Rose sin tornillos de microajuste...por lo que he leído, a principios de los 80, Floyd Rose no tenía capacidad para satisfacer a la demanda, y llegó a un acuerdo para que sus trémolos FRT-1 los fabricara Fernandes. Se diferencian de ellos en la forma de las selletas, en que las cuerdas atraviesan el bloque del trémolo y en que no llevan estampado el logotipo de "Floyd Rose". Sólo se fabricaron del 82 al 85.
Las pastillas originales hace tiempo que desaparecieron, y es prácticamente imposible encontrar recambio, ya que son unas Gotoh de los 80 con acabado en crema y zebra. En su lugar, y manteniendo la originalidad de los colores, de los valores de impedancia y que montaran imanes Alnico V, se han montado unas Artec Matching Humbuckers, que me han sorprendido gratamente por su sonido.
Sonido y acción:
Como decía antes, si algo caracteriza a esta guitarra es que no es para todos...su descomunal radio de 7,25" no es apto para todos los públicos...y menos aún en una superstrat, pero ahí radica su encanto...en ser una de estas rarezas extremas que se engendraban en los 80 con piezas de otras épocas. El perfil del mástil de un C tirando a gordito.
El sonido es una mezcla entre una Strato y una paula debido al uso de pastillas HH...un sonido gordo, potente, algo oscuro en posición de mástil, pero con definición y cuerpo...estas pastillas me han sorprendido...y mucho...suenan muy, pero que muy bien (excelente relación calidad/precio sin duda).
Los 3 potenciómetros controlan independientemente el volumen de cada pastilla, mientra que el tercero de los potenciómetros controla el tono general de ambas. El selector de pastillas es el usual de 3 posiciones de cuchilla tipo strato...muy potente y definida en puente, rica en medios y graves en medio, y algo oscura y blusera, pero con punch, en mástil.
El tacto del trémolo es brutal...muy estable y preciso...se le nota "consistente"...sorprendentemente, y aunque no tenga tornillos de microafinación, la mantiene de maravilla, y el hecho de que las cuerdas se carguen igual que en una strato hace que el cambio de cuerdas sea sencillo y rápido.
Conclusión:
Un "engendro" de una época en la que se hacían perrerías a las guitarras para conseguir personalizarlas al gusto del cliente...otra barbaridad de los 80 (Echo de menos esos años...)
Un sonido que engancha, una estética muy conseguida y un trémolo superdivertido.
Por contra...el mástil no es apto para todos los públicos...y menos para los que busquen una superstrat de libro...
Espero que os haya gustado la review...un abrazo a todos.