¡Saludos!
En ésta ocasión, vengo a charlar sobre mi Gibson les Paul Standard y de ciertos ajustes estéticos y de otra índole que me gustaría mostrar. Si quieren dar un paseo entretenido y, sé que no exento de cierta polémica como luego veremos, suban a este "Crazy train".
Gibson Les Paul Standard original del año 2009
En el año 2013 se me presentó por primera vez en la vida la oportunidad de adquirir una de mis piezas soñadas: una verdadera Gibson Les Paul. Mis conocimientos en aquella época eran casi nulos, por lo que simplemente, adquirí casi lo primero que cayó en mis manos sin analizar ni pensar demasiado. La guitarra, resultó ser una Les Paul modelo Standard 2008 fabricada en el año 2009 y que al momento de caer en mis manos, debía llevar casi cuatro años colgada en la pared de una tienda. Ésta el la guitarra tal como vino de fábrica:
Sí, lo que asoma por abajo es un calcetín para que el peso no caiga al completo sobre la pala al apoyarla sobre la manta, je je.
La guitarra sonaba tremenda, pero siempre tuvo un "algo" que no me terminaba de convencer. Veamos algunas cuestiones:
Entrada de Jack Neutrik.
Esta entrada de jack aprisiona la conexión e impide extraer el cable salvo al pulsar esa palanca roja que vemos en la imagen:
Desde el primer momento me resulto, por un lado, innecesario, y por el otro incómodo y antiestético. Su aspecto no me gustaba y su accionamiento era engorroso. De modo que como veremos luego, éste fue uno de los cambios realizados.
Otros detalles sobre los que se trabajó son cuestiones menores como la tapa de cobertura del tornillo del alma. Aquí la original:
Y la tapa de electrónica transparente que dejaba ver los nuevos circuitos impresos y que me resultaba excesivamente moderno y que siempre quise cambiar:
Como se aprecia en la foto, uno de los atractivos de la guitarra es su bloque de una sola pieza de caoba.
Los cambios en la guitarra.
Una vez visto como era originalmente, pasemos a ver qué le hice para adecuarla más a mis gustos y darle nueva vida. Lo primero, le cambie la tapa del alma con la inscripción "Standard" por una neutra sin texto alguno. Es un detalle menor que me gusta:
Y ahora, lo gordo: decidí hacerle un lavado de cara en materia de plásticos, cambiándole todo de crema a negro, incluyendo dejar al descubierto las pastillas, mandando desinstalarle las tapas metálicas. El resultado general es éste:
Atendiendo a ciertas dudas sobre destapar pastillas cubiertas, debo decir que prácticamente no se aprecia diferencia de sonido. Es una cuestión exclusivamente estética.
Las pastillas son Burstbucker pro, y dan un buen nivel de salida que permite sacar muchos tipos de sonidos, llegando a niveles casi Metaleros. Sin embargo, siempre me sonaron algo agudas, carentes de la típica "gordura" del sonido Gibson. Bajándolas un poco y haciéndoles ganar algo de graves, quedé más contento con el resultado.
El endiablado jack Neutrik.
El incómodo sistema que siempre me disgustó, fue mandado a quitar también, sustituyendolo por una bonita placa metálica. Dado que el Neutrik original está incrustado en la madera, la adaptación de la nueva placa quedó un poco encimada al binding para poder adaptar los nuevos agujeros de los tornillos. Pero tanto estéticamente, como por funcionalidad, me dejó muy contento.
Y ahora algo de polémica.
¿Qué es eso? ¿Pedazos de Hierro? En efecto. Éste modelo de Les Paul tiene una notable característica: está "vaciado". Es decir, el bloque de caoba tiene un par de cámaras que aligeran el peso en un gran porcentaje, y aquí es donde salta la polémica: ¿quería yo una Les Paul ligera como una pluma? La respuesta es un rotundo NO.
Como ya dijo alguien una vez, yo de una Les Paul espero un cierto peso. Ésta Standard de 2009 se me hacía demasiado liviana, y yo quería sentir algo más de solidez. De modo que...
Añadiendole peso a una Les Paul.
Conseguí una barra de hierro que corté en pedazos adaptados para adherirlos a la parte interior de la tapa de plástico de la electrónica. Todo bien cortado y envuelto en cinta aislante negra, así se armó el conjunto:
Todo prolijo y bien firme, comprobando que no interfería con ningún elemento electrónico ni cableado. El resultado es un aumento de peso de unos 480 gramos. Suficiente para dejar la guitarra en un peso final de unos casi 4 kilos. Ideal para mi. Ahora me gusta cogerla y notar que la gravedad actúa, y no que tengo una pluma. Sé que ésto le resultará inverosímil y absurdo a más de uno, pero es mi realidad y ahora siento la guitarra como realmente siempre quise, aunque sea por medio de un arificio.
Ya tengo varias guitarras. ¿Qué hago con ésta?
Puesto que ya voy teniendo algunas de mis guitarras soñadas y alguna otra Les Paul de otro modelo o fabricante, me dije que por qué no aprovechar y sacarle partido a la situación. Así que decidí dejar ésta guitarra con la sexta cuerda afinada permanentemente en RE. Es decir, dropeada en D. Esto me permite utilizarla para ciertas canciones de Rock potente de varias épocas. Clásicos como por ejemplo la instrumental "Moby Dick" de Led Zeppelin hasta multitud de canciones de bandas más recientes como Velvet Revolver. Me permite simplemente tomarla y tocar sin tener que andar cambiando ésa afinación, sencilla y fácil, por otro lado.
Así, ésta guitarra ha quedado mucho más a mi gusto en todos los sentidos, reservándola además para ciertas bandas y estilos y no tener todo repetido en mis demás guitarras.
Debo insistir en que las pastillas Burstbucker pro de Gibson, aunque con buen nivel de salida y a las que se les saca mucho partido, siempre me sonaron algo agudas y carentes del "grosor" que uno espera de una Les Paul clásica. Ese matiz sigue presente, aunque de momento lo acepto.
Nueva vida para la Standard rojiza.
Así, hasta aquí la reseña de ésta actualización de una Les Paul Standard. Para quienes conozcan el álbum, resulta una delicia, por ejemplo, tocar con ella canciones del "Beyond God and Evil" de The Cult, y un largo etcétera.
Espero que hayan encontrado éste paseo entretenido y a seguir guitarreando sin parar.
Para concluir, una foto de familia con las hermanas de la Standard: una Tokai ALC 50 totalmente customizada y una Traditional también actualizada en varios componentes. ¡Hasta pronto!
Trío de ases:
En ésta ocasión, vengo a charlar sobre mi Gibson les Paul Standard y de ciertos ajustes estéticos y de otra índole que me gustaría mostrar. Si quieren dar un paseo entretenido y, sé que no exento de cierta polémica como luego veremos, suban a este "Crazy train".
Gibson Les Paul Standard original del año 2009
En el año 2013 se me presentó por primera vez en la vida la oportunidad de adquirir una de mis piezas soñadas: una verdadera Gibson Les Paul. Mis conocimientos en aquella época eran casi nulos, por lo que simplemente, adquirí casi lo primero que cayó en mis manos sin analizar ni pensar demasiado. La guitarra, resultó ser una Les Paul modelo Standard 2008 fabricada en el año 2009 y que al momento de caer en mis manos, debía llevar casi cuatro años colgada en la pared de una tienda. Ésta el la guitarra tal como vino de fábrica:
Sí, lo que asoma por abajo es un calcetín para que el peso no caiga al completo sobre la pala al apoyarla sobre la manta, je je.
La guitarra sonaba tremenda, pero siempre tuvo un "algo" que no me terminaba de convencer. Veamos algunas cuestiones:
Entrada de Jack Neutrik.
Esta entrada de jack aprisiona la conexión e impide extraer el cable salvo al pulsar esa palanca roja que vemos en la imagen:
Desde el primer momento me resulto, por un lado, innecesario, y por el otro incómodo y antiestético. Su aspecto no me gustaba y su accionamiento era engorroso. De modo que como veremos luego, éste fue uno de los cambios realizados.
Otros detalles sobre los que se trabajó son cuestiones menores como la tapa de cobertura del tornillo del alma. Aquí la original:
Y la tapa de electrónica transparente que dejaba ver los nuevos circuitos impresos y que me resultaba excesivamente moderno y que siempre quise cambiar:
Como se aprecia en la foto, uno de los atractivos de la guitarra es su bloque de una sola pieza de caoba.
Los cambios en la guitarra.
Una vez visto como era originalmente, pasemos a ver qué le hice para adecuarla más a mis gustos y darle nueva vida. Lo primero, le cambie la tapa del alma con la inscripción "Standard" por una neutra sin texto alguno. Es un detalle menor que me gusta:
Y ahora, lo gordo: decidí hacerle un lavado de cara en materia de plásticos, cambiándole todo de crema a negro, incluyendo dejar al descubierto las pastillas, mandando desinstalarle las tapas metálicas. El resultado general es éste:
Atendiendo a ciertas dudas sobre destapar pastillas cubiertas, debo decir que prácticamente no se aprecia diferencia de sonido. Es una cuestión exclusivamente estética.
Las pastillas son Burstbucker pro, y dan un buen nivel de salida que permite sacar muchos tipos de sonidos, llegando a niveles casi Metaleros. Sin embargo, siempre me sonaron algo agudas, carentes de la típica "gordura" del sonido Gibson. Bajándolas un poco y haciéndoles ganar algo de graves, quedé más contento con el resultado.
El endiablado jack Neutrik.
El incómodo sistema que siempre me disgustó, fue mandado a quitar también, sustituyendolo por una bonita placa metálica. Dado que el Neutrik original está incrustado en la madera, la adaptación de la nueva placa quedó un poco encimada al binding para poder adaptar los nuevos agujeros de los tornillos. Pero tanto estéticamente, como por funcionalidad, me dejó muy contento.
Y ahora algo de polémica.
¿Qué es eso? ¿Pedazos de Hierro? En efecto. Éste modelo de Les Paul tiene una notable característica: está "vaciado". Es decir, el bloque de caoba tiene un par de cámaras que aligeran el peso en un gran porcentaje, y aquí es donde salta la polémica: ¿quería yo una Les Paul ligera como una pluma? La respuesta es un rotundo NO.
Como ya dijo alguien una vez, yo de una Les Paul espero un cierto peso. Ésta Standard de 2009 se me hacía demasiado liviana, y yo quería sentir algo más de solidez. De modo que...
Añadiendole peso a una Les Paul.
Conseguí una barra de hierro que corté en pedazos adaptados para adherirlos a la parte interior de la tapa de plástico de la electrónica. Todo bien cortado y envuelto en cinta aislante negra, así se armó el conjunto:
Todo prolijo y bien firme, comprobando que no interfería con ningún elemento electrónico ni cableado. El resultado es un aumento de peso de unos 480 gramos. Suficiente para dejar la guitarra en un peso final de unos casi 4 kilos. Ideal para mi. Ahora me gusta cogerla y notar que la gravedad actúa, y no que tengo una pluma. Sé que ésto le resultará inverosímil y absurdo a más de uno, pero es mi realidad y ahora siento la guitarra como realmente siempre quise, aunque sea por medio de un arificio.
Ya tengo varias guitarras. ¿Qué hago con ésta?
Puesto que ya voy teniendo algunas de mis guitarras soñadas y alguna otra Les Paul de otro modelo o fabricante, me dije que por qué no aprovechar y sacarle partido a la situación. Así que decidí dejar ésta guitarra con la sexta cuerda afinada permanentemente en RE. Es decir, dropeada en D. Esto me permite utilizarla para ciertas canciones de Rock potente de varias épocas. Clásicos como por ejemplo la instrumental "Moby Dick" de Led Zeppelin hasta multitud de canciones de bandas más recientes como Velvet Revolver. Me permite simplemente tomarla y tocar sin tener que andar cambiando ésa afinación, sencilla y fácil, por otro lado.
Así, ésta guitarra ha quedado mucho más a mi gusto en todos los sentidos, reservándola además para ciertas bandas y estilos y no tener todo repetido en mis demás guitarras.
Debo insistir en que las pastillas Burstbucker pro de Gibson, aunque con buen nivel de salida y a las que se les saca mucho partido, siempre me sonaron algo agudas y carentes del "grosor" que uno espera de una Les Paul clásica. Ese matiz sigue presente, aunque de momento lo acepto.
Nueva vida para la Standard rojiza.
Así, hasta aquí la reseña de ésta actualización de una Les Paul Standard. Para quienes conozcan el álbum, resulta una delicia, por ejemplo, tocar con ella canciones del "Beyond God and Evil" de The Cult, y un largo etcétera.
Espero que hayan encontrado éste paseo entretenido y a seguir guitarreando sin parar.
Para concluir, una foto de familia con las hermanas de la Standard: una Tokai ALC 50 totalmente customizada y una Traditional también actualizada en varios componentes. ¡Hasta pronto!
Trío de ases: