Una de las Gibson sonaba distinto a las otras dos, distinto pero no mal, con un poco menos de chicha. La intercambié con la de otra guitarra para ver si era otra cosa, pero no, era la pastilla.
Hace unos años, aprovechando que quería afinar una de las tres en Re bemol, la sustituí por una Seymour Duncan JB que es mejor pastilla para esos menesteres y la vendí.
Recientemente decidí retornar esa guitarra a su estado anterior y despues de esperar cinco meses por falta de stock recibí la pastilla nueva hace unos días.
Hoy la he llevado al local y sonaba realmente mal: con poca ganancia, muy grave, pastosa y sin brillo. Que mosqueo. Después de unos temas decido sacar otra de las ibanez para comparar y suena como un tiro. Las DiMarzio suenan igual en las dos guitarras, así que el problema no es la electrónica. Observo bien las dos pastillas y me doy cuenta de que en la que suena bien los tornillos están a ras del plástico y en la que suena mal sobresalen un milímetro o mas.
Me armo de destornillador y aprieto los tornillos una vuelta completa, compenso la altura de la pastilla ese milimetro perdido y ¡Voila! ya suena igual que la otra, Una diferencia brutal por algo que parecería no ser tan importante.
Esto me hace pensar que a aquella pastilla que vendí le podía ocurrir algo parecido, aunque no sonaba tan mal como esta.
He comprado decenas de pastillas de otras marcas y nunca me había pasado algo similar