En aquella fecha el dictador estaba recién fallecido y, lamentablemente, a la policía todavía no se le podía juzgar y aún se tardarían años en aprobar el punto por el cual se rebajaba la presunción de veracidad total de la que gozaba la policía, para fijarle un porcentaje alto, pero no total y sin sujeción de responsabilidad. Es decir, a partir de la primera mitad de los 80, la policía ya estaría sujeta a responsabilidad en caso de perpetrar acciones delictivas ajenas al reglamento policial. Admito que, pese a todo, es difícil hoy día juzgar a un policía, pero es que en los años de la Transición era totalmente imposible. En la actualidad, un policía puede ser condenado y de hecho muchos lo han sido, con la consecutiva pérdida de su empleo y separación del servicio. Que no es fácil condenar a un policía corrupto y delictivo, debido al presunto corporativismo existente en la policía, correcto, pero si tiene muchos testigos en su contra y hay pruebas claras contra él, no tiene nada que hacer. Es la diferencia entre una dictadura y una democracia. En dictadura jamás sueñes en llevar a juicio a un policía por muy graves que sean los hechos que haya cometido, porque los líderes lo interpretan en base a que estás en contra del Estado y del gobierno, es decir, que eres un rebelde.
La presunción total de veracidad de la que gozaba la policía en España, quedó abolida a raíz del tristemente famoso Caso Almería, ocurrido en 1981, el mismo año del 23F. Se llevó a juicio a la Guardia Civil de Almería un año después y fue un escándalo entre los simpatizantes del régimen anterior, vinculados al desaparecido partido Fuerza Nueva. Éstos llegaron a amenazar al abogado acusador y de hecho destrozaron su coche. Pero el abogado continuó en su labor, pese a las amenazas de los furibundos ultraderechistas y llegó a conseguir que el tribunal condenara a la Guardia Civil almeriense del momento, aunque realmente sólo el teniente coronel fue a prisión, porque él se declaró como responsable de lo sucedido, tapando a sus subalternos. A raíz de aquello, y todavía con más motivo entrando los socialistas en el gobierno, se rebajó el nivel de presunción de veracidad policial, aunque también hay que decir que los socialistas mejoraron el sueldo de policías y guardias civiles.
Es lamentable lo que pasó en aquel año de 1976, pero hay que entender que fue producto de las circunstancias del momento. Que no quepa duda que, de suceder algo así en la actualidad, todos los policías estarían en prisión por muchos años y sin posibilidad alguna de volver a ejercer de policías. En Almería en aquel mismo año, un guardia civil mató a quemarropa con odio a un estudiante comunista y tuvo el cinismo de declarar que el arma se había disparado sola y le creyeron. O no le creyeron, pero como no se podía condenar entonces a policías ni a guardias civiles, obviamente se fue de rositas. Ahora todo eso ha cambiado por suerte, aunque algunos crean que no.
Lo que yo escribo lo hago con todo respeto a policías y guardias civiles y por supuesto con todo respeto a obreros huelguistas. Ya digo que aquella matanza fue producto de las circunstancias del momento, porque el país todavía no era democrático; el dictador sólo llevaba 4 meses fallecido.
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Los crímenes de lesa humanidad no prescriben y, por tanto, podrían ser investigados hoy mismo. No se hace por esos extraños pactos de la Transición. El famoso "atado y bien atado".
Como dijo hace poco un insigne catedrático de derecho constitucional: ampararse en la Ley de Amnistía no tiene sentido pues la amnistía solo es posible prèvia condena y casi ninguna de aquellas personas fueron juzgadas por aquellos actos.
Hace tiempo pensaba que los distintos gobiernos esperaban a que todos los responsables hubiesen muerto, pero ahora veo que no. Nunca se juzgarán aquellos hechos por que, en el fondo, forman parte del ADN político español.
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Aunque hubo pactos de transición. Con libertad de diferentes tipos de presos políticos, obresros etc.
Todos los" crímenes" o llamémoslo ilegalidades o irregularidades, de aquella época, de todos los bandos e ideologías fueron investigados, persiguidos, juzgados, víctimas reconocidas, culpables señalados etc.
En el caso del 3 de marzo esta todo sin aclarar, sin investigar, sin señalar a culpables, sin reconocer a las víctimas. Mientras eso siga así. No se podrá decir que era otra época, otra policía, otras circunstancias. Mientras no se investigue, y se reconozca lo que pasó. Las circunstancias y los asesinos siguen siendo los mismos, bajo la misma bandera y vestidos con el mismos uniforme. Bueno ahora se otro color.
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