Hola de nuevo, chicos:
Sigo disfrutando como un enano de mi “nuevo” ampli.
Pero esta vez no vengo a contaros problemas.
Como he tenido tan nefasta experiencia con el Bluesbreaker y estoy muy enfadado con ellos y viendo que hay contestaciones diciendo, de los que frecuentan este mundillo, que esto no es algo esporádico sino más bien habitual... lanzo una propuesta:
Qué os parece si cada músico que pisa un escenario, si no ha tenido una buena experiencia con alguna marca o producto en concreto, le quite la marca o la tape?.
Estoy cansado de que los profesionales de la música, a los de a pie me refiero, a los que nos hemos gastado nuestra pasta en los equipos, a los que no nos regalan nada, sirvamos de trampolín o de escaparate de fábricas que no hacen las cosas bien pero no nos detenemos a pensar que, con el hecho de presentarte ante una audiencia con aparatos donde pone claramente su fabricante, estamos haciéndole publicidad gratis y, lo que es más grave, indirectamente, estamos respaldándolos y vendiéndoles su producto.
¿Sabéis por qué me compré el Bluesbreaker? Un día, hace mucho mucho tiempo, cuando todavía era joven
, vi un concierto en un garito pequeño. Esta gente tocaba blues eléctrico-Rock, y el guitarrista tocaba con una Gibson Les Paul y un Marshall Bluesbreaker. Ese sonido era EL SONIDO. Había escuchado muchos discos de mucha gente, sabía qué sonido quería si yo llegaba a tocar bien, pero no me había entretenido en averiguar qué equipo utilizaban los grupos que me gustaban. Y ESE SONIDO era ESE, exactamente ESE. Así que me lo grabé a fuego en mi coco. He tenido la suerte de tener un trabajo razonablemente seguro, pero la vida nos tiene muy ocupados con las novias, los hijos, las casas, los padres, los suegros, los cuñados, los amigos.....
Pero un día, hace algo mas de dos años, podía “estirarme” y hacer mi sueño realidad. Yo no soy profesional, no le iba a sacar partido, pero era un sueño y podía cumplirlo, así que me lié la manta a la cabeza y me compré una Les Paul (encantado con ella), un atenuador y un Bluesbreaker. Mi sueño hecho realidad, ¿para tocar en casa y alguna vez al año en alguna reunión?, pues sí, ¿por qué no?, ¿era mi sueño, no?. Y ahí empezó mi calvario.
Seguramente el chaval no había tenido ningún problema con su ampli, pero os cuento esto para que interioricéis la importancia que tiene presentarse delante de una multitud enseñando exactamente qué equipo utilizas y, sobre todo, de qué marca. Y ellos lo saben, así que se encargan de poner su nombre bien grande en sus productos. Los amplis en el frente, los teclados detrás, las bateras en el bombo...
Y con lo que yo he pasado, como podéis imaginar, el letrero de mi Bluesbreaker se ha ido a tomar por cu... Y, os lo aseguro, no ha perdido ni un ápice de su belleza. Y eso me ha dado pie a la propuesta.
Así que, músicos que pisáis un escenario frecuentemente y habéis tenido problemas con cierta marca o producto, “quitarle o tapar la puñetera marca!”.
Aquí no hay foros para rebatir tu decisión , ni nadie puede entrometerse en tu opinión, ni ellos pueden hacer nada por evitarlo. Aquí sólo cuentas tú. Y si tú decides que esa marca no merece que tú la respaldes... “A tomar por el c#€& el letrerico”. Si esto pasa pocas veces, las marcas no tendrán que preocuparse de nada pero, si nadie quiere dejar esa marca a la vista... ya te están diciendo mucho sobre ella. Que la vendan ellos, si quieren, que tú vendes (o respaldas) sólo en lo que confías y lo que sabes que no va a defraudar a nadie.
Yo soy ya mú viejo para todo esto pero, a ver si alguien que controle las redes sociales difunde esto y giramos la sartén para que el mango nos caiga a nosotros.
Jastag (o como coño se escriba) “#atomarporculoelletrerico”.
Por ejemplo. Pero puede ser cualquier otra cosa.
Saludos, músicos!.
PD: Hala, qué bonico es tu ampli!... y cómo suena!... ¿de qué marca es?. Anda¡, siéntate, que te voy a contar...
Saludos pañeros!.