EL MUNDO
Pink Floyd ha ganado la batalla judicial que emprendió contra la discográfica EMI, su casa desde 1967, por la política de ventas en internet que el sello había desarrollado con su música. La banda no quería consentir que EMI siguiese vendiendo sus canciones de una en una, ya que consideraba que cada álbum es una unidad indivisible, según informa la BBC.
De momento, EMI tendrá que pagar 40.000 libras esterlinas en concepto de los costes del proceso. La indemnización definitiva aún está por decidir. Además, el juez ha prohibido a la discográfica que siga vendiendo las canciones sueltas.
La banda, cuyo último contrato fue firmado antes de que apareciesen los sitios de descargas en internet, también ha iniciado una causa judicial para ampliar sus derechos económicos sobre los ingresos por ventas en internet.
Pink Floyd ha ganado la batalla judicial que emprendió contra la discográfica EMI, su casa desde 1967, por la política de ventas en internet que el sello había desarrollado con su música. La banda no quería consentir que EMI siguiese vendiendo sus canciones de una en una, ya que consideraba que cada álbum es una unidad indivisible, según informa la BBC.
De momento, EMI tendrá que pagar 40.000 libras esterlinas en concepto de los costes del proceso. La indemnización definitiva aún está por decidir. Además, el juez ha prohibido a la discográfica que siga vendiendo las canciones sueltas.
La banda, cuyo último contrato fue firmado antes de que apareciesen los sitios de descargas en internet, también ha iniciado una causa judicial para ampliar sus derechos económicos sobre los ingresos por ventas en internet.