Hola!
Aquí un bajista.
El sonido del bajo se va a escapar por cualquier rendija. Tienes que asegurarte de cerrar ventanas y puertas, de preferencia con espumas de esas autoadhesivas, y buscar un volumen que no haga vibrar los cristales.
Una vez logrado esto, debes preocuparte por la transmisión de las vibraciones por la estructura del edificio (las bases, o subirlo al sofá pueden ser una buena solución).
Y tocar sólo a volumen de ensayo por periodos cortos, tan sólo para buscar el timbre adecuado. ¿Ya lo tienes...? Bájale.
Las frecuencias bajas son las más dañinas ( y con mucho) al oído humano. En una banda siempre el más afectado es el bajista. Y puede llegar hasta un trauma acústico crónico, con perdida de la sensibilidad a las frecuencias altas (paradójicamente), y lo peor, causarte acúfenos permanentes.
Yo sé lo agradable que es sentir las vibraciones retumbando en el esqueleto. Es algo que últimamente los guitarristas buscan cada vez más con las guitarras de once cuerdas (¿o en cuantas van... ocho?
). Pero es un gusto que te puede afectar a la larga.
Hazte un favor y de paso hazle un favor a tu vecino y cuando practiques, hazlo al menor volumen posible.
Y de ser posible dialoga con él para ponerte de acuerdo con los horarios más convenientes para que practiques. Hazle saber que buscarás amortiguar en lo posible las vibraciones.
Recuerda que el derecho de un individuo termina cuando comienza el derecho del prójimo.
Saludos