este sábado pasado mi madre se fue de viaje a Jerusalén con unas amigas y va estar fuera un total de 10 días; mi padre se queda de Rodríguez aquí conmigo en Murcia por trabajo.
Todo hijo casi siempre va a hablar bien de sus padres, eso es un tópico. Lo que es distinto es caer en la cuenta de la vida que llevan por nosotros sin quejarse y de cuanto han sufrido por nosotros y lo que nos quieren.
Mis hermanas se casaron y tienen dos niñitas de un año y de dos, respectivamente. Por motivos laborales las crías se quedan por las tardes con mi madre, ya que los parbularios aquí cierran a las 17h. Con lo cual mi madre pasa las tardes con sus nietas todo los días salvo el finde. Todo el día haciendo cosas en la casa, pues es mi padre el que trabaja todo el día, y en la siesta le traen a las dos loquillas. Este viaje es una desconexión bien merecida.
Por otro lado, yo tengo clase y estoy estudiando y con la música, la tuna, la novia y los amigos paso poco tiempo en casa y en el día a día con mis padres.
Mi madre dejó de trabajar cuando yo nací, ya eran tres niños, y a partir de entonces (esto puede que sean cosas de la mentalidad de entonces, no voy a opinar al respecto) mi padre se hizo cargo de llevar todos los meses el jornal a casa para mantenernos. Este buen hombre ha trabajado muchos años 10 y 12 horas al día y muchas veces recuerdo cuando de niño lo oía levantarse a als 5 de la mañana o sonaba el teléfono demasiado temprano (la vida jurídica es así).
No he sido un niñato de caprichos constantes y siempre he valorado a mis padres y creo que hasta el día de hoy he sido un buen hijo y tengo una enorme confianza con mis padres; que creo que es muy importante, aparte del respeto debido.
Estos días que no está mi madre. me estoy levantando a las 7:30 en vez de a las 9 o a las 10 (yo voy a clase por la tarde) para hacerle el café a mi padre y desayunar con él; y a veces cuando aún está durmiendo me asomo a despertarlo y a decirle que el café está ya apunto; y cuando estoy solo en la cocina a veces me emociono pensando en todo lo que han hecho por mí; y me voy a plantarle cara al día sabiendo que aunque sea muy poquito estoy haciendo algo por él.
Estoy limpiando la casa por las mañanas y manteniéndolo todo ordenado, fregado y reluciete y no me siento una cenicienta ni un maricón; me estoy sintiendo muy agradecido de tener esta oportunidad; muy agradecido de ver que está todo como los chorros cuando mi padre vuelva del trabajo.
todos en casa colaboramos,etc. Pero cuando te pones en el papel de una madre de las de antes; hay que echarle valor y es cierto que cuando se pasa la fregona se cantan coplas; os lo juro:D
Estos días estamos comiendo los dos solos y hablando mucho, y por la noche siempre vemos alguna peli y tal y es como en el verano; nos fumamos un cigarro juntos y nos sorprendemos de lo que nos parecemos y de lo que echamos de menos a mamá y como está la casa de cambiada sin ella.
todo esto me hace pensar si realmente somos los jóvenes de ahora, que muchas veces creemos que lo sabemos todo y que no necesitamos buenos consejos de nadie, si somos buenos hijos; si hacemos todo lo que deberíamos hacer como hijos; para luego poder actuar bien como padres; casi tan bien como ellos lo han hecho con nosotros, y mejorando en los aspectos en que los creíamos muy testarudos o muy duros con nosotros; aun sabiendo que en el fondo era por nuestro bien.
Mi consejo para los chicos adolescentes de este foro es que tengan buena confianza y que se abran un poco a sus padres; es una edad en la que juramos que vamos a ser siempre así para luego , más mayores, agradecer que ya no somos así. Una edad llena de idealismo pero también llena de orgullo juvenil; y esto hay que canalizarlo pq hay que saber que siempre la familia es lo primero.
Mi padre tiene 61 años, no entiende mucho de guitarra jejeje y agradezco enormemente cuando muy de vez en cuando me pregunta por mi grupo y me sorprendió mucho cuando vi a mis padres en el primer concierto que dí a los 18 y en este último que he dado. Siempre han valorado mi amor por la música, más aun mi madre que es profesora de piano; pero es algo que nunca han querido transmitirme quizá por prudencia o para que me centre en mi carrera y tal. últimamente mi padre siempre le dice a mi madre: con este niño pegamos un pelotazo en la música y nos retiramos a Cancún.
esta frase tan sencilla y graciosa es para mí el mejor de los halagos.
Todos supongo que hemos tenido nuestros roces con nuestros padres; yo me arrepiento de muchas gilipolleces que he hecho por la edad o por lo que sea. Este último año, han pasado acontecimientos en mi familia que me han hecho dar un salto de madurez muy grande y ahora veo las cosas creo que con muchisima más claridad; veo que cuando pasa algo terrible lo único que no te va a fallar nunca son tus padres, tu familia más cercana. Son los mismos los que te echaban la bronca por llegar tarde, por hacer locuras o por tocar demasiado alto; los mismos que pensabas que nunca te comprenderían y que nunca entenderían tu forma de ser.
si supiesemos todo lo que sienten nuestros padres y lo que han sacrificado y padecido en esta vida por nosotros...
me parece una buena conversación para tenerla con vosotros
os haría estás preguntas y me encantaría conocer vuestra opinión
¿somos unos buenos hijos e intentamos hacer todo lo posible para ello o nos damos cuenta sólo en caso de necesidad?
¿para ser buen padre, es necesario que primero seamos unos buenos hijos y reflexionemos sobre ello?
PD: hay situaciones familiares que por desgracia no son como ésta, por ausencia de uno o de los dos padres o por problemas de la vida. Este post va dirigido a la generalidad, no obstante agradecería que igualmente los que habéis pasado por alguna de estas situaciones dieráis vuestra opinión.
un abrazo muy fuerte a todos vosotros!