#11 La drástica reducción de la tasa de inflación y del riesgo-país (prima de riesgo) del último año, deberían notarse no tardando mucho. Si citas los salarios, no puedes olvidar citar también la inflación, que ha bajado del 12% intermensual hace un año (una burrada, no cabe otro calificativo) al 3,5% en este pasado mes de septiembre (otra burrada, pero casi cuatro veces menor, y bajando), pese a haber sido desregulados los precios de muchos productos que distorsionaban los valores del mercado.
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Estos indicadores financieros, conjuntamente con otros varios menos patentes, deberían alcanzar pronto a la llamada "economía real" (a las familias), aunque una parte de ese éxito dependerá de la confianza de los extranjeros y, como no, de los propios argentinos en su país. Es cierto que las regularizaciones fiscales tienen poco de ético y, lo que es peor, generalmente no alcanzan las expectativas previstas (en España se presentaron únicamente 31.500 regularizaciones, y el Estado recaudó 1.200 millones de euros, menos de la mitad de lo previsto), pero es un granito arena más, que sin duda vendrá bien: el dinero está mejor dentro (criando pollitos, es decir, produciendo) que fuera del país en lingotes de oro en una caja fuerte luxemburguesa o panameña.
En Argentina, las tarifas sumadas de electricidad, gas, agua y transporte suponían este verano una media del 15 % del salario promedio (otra burrada, sin duda). Me imagino que el asunto estará en que Milei estará eliminando las subvenciones, que llegaban al 80% del coste del consumo eléctrico en algunos tramos de la población (es decir, como buen liberal, intentará que no se pague con deuda pública lo que cada cual debería estar pagando de su bolsillo, según su consumo, buscando así una eficiencia en el consumo eléctrico y un respiro para las arcas públicas). No es algo que se pueda solucionar de golpe, pero que sí probablemente regularizará la competencia empresarial. Si miras los precios de la electricidad de otros países de vuestro entorno, la cosa no es muy diferente a vuestro estado actual, así que algo habrá de problema sistémico en la región.
Todo es novedoso: habéis estado en estanflación durante años y los ajustes seguramente resultarán traumáticos en los primeros tiempos, pero, al menos, tenéis a un economista competente al mando del volante (asesorado/apoyado a su vez por la flor y nata de los economistas liberales mundiales, que os siguen con suma atención), y parece que ganas de trabajar sí tiene. Ojalá acierte...
Abrazo fuerte.