Alguien escribió:
de que vale tener tantas opciones?
Vale a la hora de masterizar que es donde se más se manipulan, recortan o aumentan las frecuencias. Vale a la hora de convertir un archivo para exportarlo (en MPEG, MP3, WAV, etc). Y vale a la hora de pensar en qué formato (cinta, CD, DVD, Blu-Ray, etc) vas a grabar el trabajo terminado.
No te quiebres la cabeza ni desperdicies tiempo grabando varias tomas en distintos sample rate, arriba de 44.1, sólo para ver si notas diferencia alguna porque al final, el oído humano sólo puede percibir unas cuantas frecuencias y el espectro restante de ellas nos son inaudibles. Sin embargo, el que nosotros no podamos percibir esas frecuencias restantes, no quiere decir que no sirvan sino todo lo contrario ya que entre mayor sample rate y mayor bit depth, más rico en frecuencias es un archivo y menos se sufre con él a la hora de masterizarlo y exportarlo.
De ahí que a mayor calidad, mayor peso; pues el archivo contiene mayor información aunque nosotros no podamos percibirla o descifrarla en su totalidad.
Si solo grabas por hobby o para tener una "auditeca de ideas musicales", es decir que no piensas masterizar ni publicar tu trabajo, sinceramente da igual en qué calidad grabes ya que el archivo no va a ser modificado y por ende no requieres mucha calidad. Por el contrario, si piensas masterizar, publicar tu trabajo y/o grabar el trabajo final (es decir tracks editados, mezclados y masterizados) en un CD: grabar a 44.1 con 16 bits de profundidad vendría siendo la calidad mínima obligatoria.
Grabar a 192khz solo es valido cuando el estudio de masterizacion por alguna razón te lo solicita o cuando piensas grabar tus tracks en algún medio de almacenamiento "complejo" como en un disco Blu-Ray (como parte del sountrack de una pelicula, por ejemplo). Es decir, solo es valido en casos excepcionales.
Saludos.