Boss GX-10, una mini GX-100 con el mismo procesador, pantalla táctil, y modelado de amplis y efectos AIRD
"Cariño, he encogido la GX-100". Pues sí, Boss perfectamente podría haber presentado así la nueva GX-10, ya que 2 años después de estrenar su primer multiefectos con pantalla táctil, lo que han hecho es condensar las principales especificaciones en un tamaño más portátil con sólo 3 footswitch y un pedal de expresión, y lógicamente alguna conexión menos.
Y es que la nueva GX-10 cuenta con la misma tecnología AIRD de modelado de amplificadores de Boss heredada de su buque insignia la GT-1000, con 32 tipos de amplificador y 170 efectos, hasta 15 bloques de efectos con ruteo de señal flexible que permite por ejemplo usar dos amplis en paralelo, una amplia selección de pantallas, además de poder cargar nuestras IRs favoritas, y por supuesto la pantalla táctil a color que facilita la edición sobre la marcha.
Aunque el tamaño compacto ha obligado a sacrificar algún conector como los de MIDI In/Out, Boss se las ha apañado para proveer a la GX-10 de un panel trasero muy apañado.
Esto incluye las salidas estéreo, salida de auriculares, bucle de efectos, y conector para conmutadores o pedales de expresión externos, además de la bahía para insertar el módulo Bluetooth opcional de audio/MIDI, o el puerto USB-C que permite usar la GX-10 como interfaz de audio, actualizar firmware, o gestionar los 198 presets distribuidos en 66 bancos mediante el software Boss Tone Studio para macOS y Windows, con el que compartir y descargar presets con otros usuarios.
La nueva Boss GX-10 tiene un precio de 399 €.
Más información | Boss
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- Boss GX-10: 389€ en Thomann