Lo mejor: Sus increíbles prestaciones (neck-through, ecualizador, pastillas...), su relación calidad-precio, su versatilidad y su estética.
Lo peor: Como suele suceder con estos acabados, termina teniendo brillos que lo deslucen enormemente y cualquier pequeño golpe o arañazo lo marca para siempre.
Datos de la unidad comentada
| Año de fabricación: 2010 | Precio pagado: 365 € (usado)
Sus características son lo que muchos esperamos de un instrumento moderno: mástil neck-through de cinco piezas (tres de arce y dos de bubinga), que le dan mucha estabilidad a la afinación y un muy buen sustain; pastillas activas y EQ de tres bandas con control semi-paramétrico para medios, que aportan una gran versatilidad sonora; acción de las cuerdas bastante baja; un peso sorprendentemente contenido dado el tamaño del instrumento; conector Neutrik de bloqueo y una preciosa tapa de fresno acabada en mate transparente, tan de moda a día de hoy. Y además, la escala de 35" es ideal para afinaciones graves sin recurrir a calibres excesivos, algo que también parece algo oportuno en los tiempos que corren (y bastante cómodo a pesar de su largo extra).
A pesar de ser un bajo muy moderno en prestaciones, su versatilidad sonora es asombrosa y te puede sacar de un apuro en cualquier estilo. Aunque sí, para hacer metal es brutal.
No tiene grandes inconvenientes, pero entre ellos podríamos destacar lo fácil que es cargarse el acabado. Se raya con mirarlo y cualquier golpecito quedará marcado. Además, el mate terminará brillando por todas partes con muy tiempo de poco uso. Otro pequeño fallo que puede ser un incordio son los cuatro tornillos que tiene la tapa del alma, que lo hace bastante inaccesible.
De segunda mano no es que haya muchos, pero su precio suele ser muy asequible.
Lo mejor: Sus increíbles prestaciones (neck-through, ecualizador, pastillas...), su relación calidad-precio, su versatilidad y su estética.
Lo peor: Como suele suceder con estos acabados, termina teniendo brillos que lo deslucen enormemente y cualquier pequeño golpe o arañazo lo marca para siempre.
A pesar de ser un bajo muy moderno en prestaciones, su versatilidad sonora es asombrosa y te puede sacar de un apuro en cualquier estilo. Aunque sí, para hacer metal es brutal.
No tiene grandes inconvenientes, pero entre ellos podríamos destacar lo fácil que es cargarse el acabado. Se raya con mirarlo y cualquier golpecito quedará marcado. Además, el mate terminará brillando por todas partes con muy tiempo de poco uso. Otro pequeño fallo que puede ser un incordio son los cuatro tornillos que tiene la tapa del alma, que lo hace bastante inaccesible.
De segunda mano no es que haya muchos, pero su precio suele ser muy asequible.
Una compra más que satisfactoria para mí.