8 razones por las que podrías querer tocar en estéreo

Ciertamente, no es que complicar el equipo de guitarra que llevamos en directo sea algo enteramente positivo, pero quienes lo hacen, normalmente esperan ciertos beneficios sonoros a cambio. Para los guitarristas, a diferencia de los teclistas y otros músicos, trabajar en estéreo no es la tendencia mayoritaria, ya que hacerlo implica necesitar más accesorios (o incluso varios amplis según la configuración), y hace más pesados los cambios de backline en los conciertos. De hecho, la gran mayoría ni siquiera llega a experimentar jamás con dicha configuración.

Pero trabajar en estéreo en directo puede tener algunas aplicaciones interesantes, que no sólo repercuten en nuestra propia satisfacción con nuestro tono, sino también a la calidad final del sonido de la banda. Por eso, vamos a recoger algunas posibilidades atractivas que sólo se dan cuando usamos configuraciones estéreo: es posible que, si no lo habéis hecho ya, os animéis a probar algunas de estas configuraciones.

Posiblemente, esta sea la primera en la que hayáis pensado. Dividiendo la señal de nuestra guitarra (con una caja ABY puede ser suficiente) podemos enviar la señal a dos modelos de amplificador completamente diferentes, no tanto con la idea de alternar entre uno y otro (algo que también podríamos querer) sino para que suenen a la vez. Estos, a su vez, tendrán cada uno su micrófono, por lo que si tocamos en directo, el técnico de sonido tendrá dos señales separadas con las que jugar.

Si lo que queremos es usar un cabezal y dos pantallas diferentes para captarlas por separado, también es posible, siempre y cuando seamos cuidadosos con las impedancias a la hora de conectar nuestras pantallas para no dañar nuestro ampli. Puesto que muchos amplis ya tienen considerada esta posibilidad de configuración, la buena noticia es que en muchos casos no necesitaremos ningún accesorio extra.

En realidad, esta es una configuración que no afecta directamente a nuestro equipo per se. Más bien consiste en utilizar dos micrófonos diferentes para captar un mismo ampli, y poder utilizar esas dos señales de forma independiente, procesándolas de forma distinta, o panoramizándolas a izquierda y derecha.

Esta es una técnica clásica, consiste nuevamente en dividir nuestra señal de guitarra (de nuevo una caja ABY servirá) para obtener dos señales iguales. Una irá a un amplificador sin efectos, mientras que la otra se dirigirá a uno con los efectos de delay, reverb o modulaciones activados. Tradicionalmente, eso solía hacerse con dos amplificadores del mismo modelo, para tener dos versiones del mismo sonido (con efectos y sin ellos), pero en realidad, podemos hacerlo con los dos amplificadores que deseemos.

Nuevamente, esto permite al técnico de PA tener un control constante de la mezcla de efecto respecto a la señal seca.Hay que destacar también que, técnicamente, hablar de estéreo es hablar de canal L y canal R, y en esta técnica no es algo imperativo que estos dos canales estén en los extremos opuestos del panorama: podemos situarlos a nuestro gusto. Pero aunque no coincide exactamente con la descripción de “estéreo” hemos incluido este método por su similitud a la hora de configurar.

En el caso anterior, tras duplicar la señal, una viajaba a un ampli completamente seco, mientras que la otra lo hacía a un amplificador con efectos. Nada nos impide enviar las dos señales a dos pedaleras o racks diferentes con lo que podemos lograr que cada ampli tenga un sonido completamente diferente. En uno podemos tener un fuzz con phaser, y en el otro canal overdrive con toneladas de reverb. Una buena forma de crear tapices sonoros muy complejos en paralelo.

Este es uno de los usos más evidentes: muchos delays, reverbs y modulaciones del mercado son, de fábrica, estéreo. Muchas veces, los conectamos en nuestras pedaleras como un pedal más y nunca llegamos a sacarle partido a esta prestación, pero lo cierto es que si enviamos cada una de sus salidas a un amplificador diferente (o a un canal estéreo de la mesa de mezclas, si estamos trabajando por línea) podremos disfrutar de delays que rebotan de un lado a otro de la sala, modulaciones que darán a nuestra guitarra una sensación de anchura y proyección mucho mayores o incluso effectos de panning, que harán oscilar nuestro sonido de un altavoz a otro.

Prácticamente todos los multiefectos del mercado son estéreo. Y son una gran solución para recrear la mayoría de las situaciones descritas más arriba sin tener que cargar ni un solo ampli, ya que si el emulador es de una cierta calidad, podremos emplear dos amplificadores a la vez, o dos pantallas diferentes, o micros diferentes, con todos los efectos que deseemos, y obtener el resultado en dos salidas de jack de ¼” o XLR. Son una excelente forma de encontrar un compromiso entre la espectacularidad de los equipos complicados y la practicidad.

Técnicamente, este truco no se basa en el concepto de obtener una señal L y otra R, con lo que es justo decir que no se considera “tocar en estéreo”. Pero por similitud con el tipo de accesorios que requiere os la contamos: en esta idea os proponemos consiguir una copia extra de nuestra señal (perfectamente podemos hacerlo con una DI o con una caja ABY) que podemos querer utilizar para hacer envíos destinados a grabaciones, procesamientos especiales o incluso monitoreos.

Si situamos dicha DI al principio de nuestra cadena, obtendremos dos señales, una que se dirigirá a nuestro equipo Mono convencional, y otra señal seca, que podemos enviar a un grabador multipista u ordenador con interface de audio. Esto es algo que podemos querer hacer cuando, por ejemplo, grabamos un directo, pero tenemos intención de reamplificar las pistas más tarde con plugins u otros amplificadores en condiciones más controladas.

Otra opción es duplicar la señal y emplear una para escucharla a través de nuestro ampli mientras usamos la otra para enviarla a un emulador que suene por PA. Es una técnica que normalmente se emplea para evitar el uso de micrófonos sobre el escenario. Según el punto de la cadena de audio en el que situemos la caja ABY o DI, necesitaremos un tipo de emulador u otro: si la situamos al inicio de la cadena, necesitaremos un emulador de amplis completo, mientras que si la situamos tras la pedalera, el previo del ampli, o la etapa de potencia de este, tal vez nos baste con un emulador de altavoces únicamente.

Al incluir esta posibilidad, otra vez nos estamos extralimitando, ya que aquí no son dos, sino tres, los canales que estamos usando. En las configuraciones Wet/Dry/Wet intervienen hasta tres amplificadores: uno de ellos reproduce la señal seca, mientras que los otros dos se encargan de reproducir efectos en estéreo, encargándose cada uno de un canal.

Esta configuración se puede realizar de varias formas con diferentes ruteos en el cableado (usando sólo el preamplificador del primer ampli como previo “master”, o bien empleando más de un previo, entre otras posibilidades) pero, en general, todas suelen acabar siendo bastante complicadas. Por eso, en los últimos tiempos, algunos fabricantes como Line 6 o Komet intentaron poner las cosas un poco más sencillas mediante el uso de equipos integrados. Pero a pesar de sus esfuerzos, el Wet/Dry/Wet no es todavía algo que suela verse a menudo en los escenarios cotidianos de nivel medio.