Yo soy ateo. Si me preguntas diría que del tipo recalcitrante. Uno de mis mejores amigos es un ferviente creyente. Uno de los mejores momentos que he pasado con él fue en un ARF en el que me dijo que de vez en cuando rezaba por mi (no recuerdo el nombre de la banda que estaba tocando pero era algo muy royo hard rock, el guitarra llevaba una flying blanca a la que le había quitado la pastilla del mástil y el cantante iba tan pedo que se rompió un pie durante el concierto y terminó la actuación escayolado. Menciono esto porque la banda molaba y si alguien estuvo ahí en 2018 o así y se acuerda que me diga qué banda era). Él sabe que yo no tengo “salvación” tal y como él la concibe y yo no noto cuando él reza, pero saber que unos minutos del tiempo que él dedica a su fuero más interno, aunque yo crea que está equivocado, me los da a mi, nos hizo darnos un abrazo. Yo no entiendo por qué la gente va a la iglesia, pero me encanta que al menos una parte de su tiempo lo dediquen a esto. La música tiende puentes que nos llevan más allá de nuestro acervo cultural y en un mundo que vive en trincheras ideológicas esto me da un poco de gustirrinín, llámalo esperanza.
Gracias por compartir!
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