Salud, compañeros! Aquí un autodidacta muy "vieja escuela" que tras haber pasado casi 30 años rascando cuerdas todavía no se ha metido en pentatónicas, jaja (antes me inventé mi propia escala, "la tontatónica" que digo yo, que es a prueba de becerros como el que suscribe).
Cuando me propuse aprender a sacarle algo más que ruidos a la vieja guitarra clásica que andaba bambando por casa, solo tenía dos opciones viables (entonces ni sabíamos lo que era el internés, sería a principios de los 90 y el único ordenador que teníamos en casa era un Commodore 64K). Una era meterse en una academia (o dar clases particulares) y empezar con el solfeo y todo eso, y la otra era buscarme la vida como buenamente pudiese. Por mi manera de ser, porque soy cerrao para la teoría musical y porque a mi edad no tenía el bolsillo pa grandes fiestas, opté inmediatamente por lo segundo.
Compré en una tienda un manual para aprender a tocar la guitarra que ya debía tener más años que la polka, con decir que traía ejercicios de jotas navarras y pasodobles ya está dicho todo
. Ojeé un instante lo del correcto posicionamiento de la mano (teóricamente pulgar en el eje de simetría del dorso del mástil, aunque con los años he pasado a cargar el pulgar sobre el diapasón y ya hace mucho tiempo que ahí lo dejo todo el idem incluso para hacer cejillas) y luego pasé a aprenderme de memoria las posiciones de los acordes de cejilla (esto es, la posición "universal" con la tónica en la sexta cuerda y la otra posición con la tónica en la quinta cuerda). Ni siquiera me molesté en interiorizar lo de acordes menores y mayores, sencillamente me aprendí los mayores y "a correr". De paso me aprendí el "Re", "Mi" y "Sol" abiertos o naturales. No quise saber ni qué notas eran en aquel momento, solo memorizaba posiciones y el soniquete que daba cada una de ellas (intuí, con bastante acierto a decir verdad, que si alguna vez tocaba con más gente probablemente serían "indocumentaos" como yo y sería un poco inutil saber si el acorde estaba en Re o en lo que fuera).
En fin... que sencillamente memoricé posiciones y practiqué incansablemente cambios de una posición a otra hasta que me saliesen con los ojos cerrados. Con tan solo eso, sabiendo hacer y cambiar apenas tres o cuatro acordes abiertos y dos acordes de cejilla que solo años después me molestaría en sacar las variaciones (menor, séptima, etc) estuve tocando, practicando y aprendiendo solo durante tres o cuatro años y componiendo canciones (flojillas, sí, pero propias) prácticamente desde el principio... luego tuve la gran suerte de acabar "aterrizando" en un grupo recién formado por dos o tres amigos y otro chaval que lógicamente acabó siéndolo también. A partir de ahí todo vino rodado, fue una lección de vida para mostrarme que cuando das con la gente adecuada todo fluye y nada cuesta. Estuve "funcionando" en ese grupo durante seis años más o menos, tocando un 99% de temas propios y sin saber aún ni en qué puñetera nota estábamos tocando en cada momento ni mucho menos cuál era el tono de las canciones... todo era a base de fijarse en qué traste estábamos tocando, usar el poco oído que teníamos y hacer arreglos en plan "tu haz tararaá aquí, y yo hago tarararí acá". Puede ser un caso extremo de "querer es poder" en la onda háztelo tú mismo, en cierto modo fuimos como un rebrote after-punk de la "movida madrileña"... pero ahí quedó eso, jaja.
Mi consejo: creo que cualquier principiante hará muy bien en documentarse y molestarse en profundizar una miaja en la teoría, pero no debe negarse el puro juego y experimentación. Creo que debe contemplar su intrumento como "una cosa que suena", sin más, y entender que sonar puede sonar de mil formas (o dicho de otro modo, puede ser tocado de mil formas distintas). Hay muchas maneras "heterodoxas" de tocar, y grandes guitarristas que admiro sobremanera son autodidactas y bien que se les nota si les ves las manos cuando tocan (hacen "marrullerías" que son poco comunes cuando menos). Juega con cuerdas al aire junto con cuerdas pisadas en el traste diez o doce, así tocaba yo el "pseudo-blues" cuando no tenía ni pajolera... toca con un arco de violín o en su defecto, con un palo madera reciclado de una percha vieja... conecta un altavoz de alarma a ese cutre-ampli de principiante que ni siquiera tiene canal overdrive, a ver si así distorsiona un poco aunque sea... todo vale. Insisto: TO-DO. Yo al menos he hecho todo esto y como poco, me he divertido cual bellaco :-)
No os doy más la brasa con mis historias de "abuelo Cebolleta". Qué más puedo decir... pues que salud y rock and roll, y ante todo mucha diversión porque al final la cosa va de aprender, pero también de alegrarnos un poco la vida ya que estamos.