Lo mejor es probarlas, si puedes, porque es verdad que algunos modelos baratos suenan perfectamente bien por lo que la mayor parte de los guitarristas necesitamos. Lo demás, muchas veces, es vicio. Ojo, un buen vicio, y no seré yo quien diga que una guitarra cara no merece la pena. Normalmente la diferencia de precio se nota, y como si se nota, según mi humilde opinión. Pero podríamos decir que la posibilidad que una guitarra sea un guitaron es proporcional al precio (quizás la pendiente de la relación no es ni 1:1, ni linear, para los frikies de las matemáticas), pero mas precio mas probabilidad que te salga un guitaron, siempre son probabilidades ojo. En todo caso, las Gibson ya son otro rollo, y nunca pagaria 3000 pavos para una Gibson sin probarla, porque se de muchos que se han decepcionado con la calidad de los últimos años, aunque parece que está volviendo a mejorar (osea que la probabilidad que te salga un guitaron por un precio mas alto, en Gibson, quizas no sea tan lineal, en mi opinión). En todo caso.....hombre.....seguro que por 2500 euros de diferencia habrá bastante mas calidad, esto 100% seguro, no es opinable. Suerte!
La misma guitarra no es ni de coña, luego ya está lo que quieras y puedas pagar o lo que necesites, ahí ya es cosa tuya.
Cómo siempre estamos a un paso de que alguien recomiende una Harley Wertone, es vicio ya...
Hace 30 años había un abismo en la calidad de los instrumentos producidos en Asia y los producidos en América o Europa, y respondía a una realidad industrial y del mercado, así como una gran falta de conocimiento por parte de la inmensa mayoría de consumidores sobre lo que esperar de una guitarra, al menos entre los principiantes, que son la inmensa mayoría de los guitarristas. No solo el uso de maderas cuestionables, si no la falta de know how, la ausencia de controles de calidad y la clara orientación hacia un mercado que no sabe muy bien lo que busca pero que quiere pagar poco marcaban la calidad de estos instrumentos y de la mitad de las cosas que se producían en Asia en los 90.
Hoy la realidad es distinta.
Primero el acceso a la información. El cliente en Europa que no quiere o no puede gastar más sí tiene una base para comparar la calidad entre distintas propuestas económicas, lo que aumenta la competencia por la calidad en este segmento.
Luego los cambios globales en las costumbres de consumo y la distribución de la riqueza. El crecimiento de las economía en Asia y América ha propiciado la demanda y las marcas se afanan por ofrecer productos de calidad a un mercado creciente cuyos salarios no pueden permitirse instrumentos fabricados en USA o Europa.
Y este es el otro factor importante, la estructura de costes de producción. Madera, piezas, electricidad… son costes relativamente insignificantes en el precio final. Los beneficios del capital y los salarios de los trabajadores son la parte mayor de lo que pagamos en una guitarra. Y si los beneficios del capital son más o menos los mismos en todas partes, los salarios son la diferencia principal. Porque si hace 30 años aún podíamos decir que las habilidades de los trabajadores indonesios o chinos no podían compararse con la de los Norte Americanos o los Alemanes, hoy eso no es cierto, pero sus salarios no son iguales, como no lo son sus derechos, y ese es el principal factor que abarata el coste de esas guitarras.
Por supuesto que las maderas más deseadas son limitadas y se reservan para aquellas guitarras que se les puede sacar más rentabilidad por unidad. Pero eso no es lo que cuesta dinero. Lo que cuesta dinero es pintarla y que eso lo haga un trabajador especializado que cobra un salario decente, con seguro médico y vacaciones anuales. Tampoco van a meter herrajes de las mejores marcas en una guitarra barata porque cada euro que le ahorren es beneficio para el capital (no nos metieron condensadores de lenteja en guitarras de 2000 pavos hasta que empezamos a quejarnos?). La cuestión es si estos factores hacen una gran diferencia y si esa diferencia cuesta lo que pagamos por ella.
Yo diría que cada vez menos, ya que la calidad de fabricación se ha igualado en todo el mundo y (esto es una opinión muy personal) apreciando la diferencia en el sonido de esta madera o aquella, tal o cual pastilla, no me parece algo tan relevante. Parece que muchos artistas están más que contentos girando con sus Epiphones y otras “marcas baratas” hoy en día. Que sí, que tocaran sus Gibson en el estudio, pero si a alguien que llena salas y estadios 100 noches al año le vale una Epiphone, cuánta falta me hace a mi una Navigator, que llevo sin subirme a un escenario 4 años? Pues poca o ninguna, más allá de que como me la puedo permitir me la compro.
Por otro lado, si el factor más importante en el precio de una guitarra (o de un frigorífico) es lo que cobran los trabajadores que lo producen, igual no debiéramos dar palmas con las orejas porque haya guitarras baratas de gran calidad fabricadas con estándares salariales y laborales muy inferiores a lo que consideramos aceptables en Europa porque, si los trabajadores polacos compiten con los españoles en calidad y los trabajadores españoles compran frigoríficos pensando únicamente en la relación calidad precio, no le auguro un gran futuro a los aproximadamente 8000 trabajadores de Bosch España ni, por tanto, a la capacidad de España para mantener los servicios que consideramos esenciales y que se financian fundamentalmente con los impuestos derivados de la actividad productiva.
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