Como siempre he sido un hombre”make your self”, y dado que por mi trabajo revisando depósitos de agua y potabilizadoras paso bastante tiempo por campos y montañas me dije – “ leche! Si tengo materia prima para cejuelas y selletas por todos lados”, y es que cuando los buitres vuelan en circulo sobre algún punto, date que hay cadáver vacuno, solo es cuestión de esperar a que la naturaleza siga su curso para conseguir la materia prima.
Si, ya sé que diréis: “tío, si no merece la pena el hueso es muy barato y lo tienes en cualquier tienda”, etc, etc, patatín, patatán, vale, si, os doy la razón por adelantado, sobre todo por la zorrera pestilente que se prepara al cortar el hueso, pero como hasta que no lo pruebo no me bajo del burro…pues eso, y al final si tienes un sitio donde hacerlo y le coges el punto resulta muy sencillo.
1. Lo primero la materia prima; la desventurada vaca y sus ansiados huesos diseminados y relimpios pos buitres y alimañas varias.
2. Después elegir uno apropiado, creo que el que elegí era de la parte mas baja de la pata pegado al casco de la vaca, aunque no lo sé seguro (no soy forense), el caso es que tenga bastante densidad y grosor para que te dé para cejuelas anchas también. Para acabar de limpiarlo y desinfectarlo lo tuve un día en agua con un 10% de cloro, valdría lejía pero quizá a un 15 o 20% que es menos concentrada por lo general, después secarlo bien.
3. Cortarlo; en mi caso a radial con disco fino, aquí es donde se prepara la zorrera (me tuve que poner hasta mascarilla).
4. La parte fina de hueso que dejaba el hueco del tuétano, venía e perlas para las selletas de mi acústica y mi clásica.
5, Medir, cortar las piezas “en bruto” para trabajarlas a lija y “clonárlas” de las que he quitado de las guitarras.
6. Utilicé lija de grano 40 para lijar "basto" y después ir subiendo el grano hasta 200 en tres-cuatro pasos hasta llegar a la forma adecuada.
7. Para la compensación de la selleta de la acústica usé unas limas de metal pequeñas y malísimas de los chinos que alguna tuve que tirar después (por 4.95 el juego de 6 que quieres)
8. Después, medir con precisión y calibre la posición y el ángulo de los surcos que alojan las cuerdas, copiando de las cejuelas quitadas y corrigiendo si hace falta. El ángulo es very important ya que el adecuado colocará la cuerda hasta el “tronco” del afinador de la forma mas optima posible evitando fricciones innecesarias a la hora de hacer bends y demás, para ello utilicé las nada precisas, herramientas de un cuchillo muy afilado para hacer las marcas, un cuchillo de sierra para devastar y una serreta de marquetería con su respectiva cuerda colocada para adaptar la cuerda y dejar el “lecho” de esta lisito, idea que saque de un forero al que casi linchan por semejante chapuza.
9. Para el acabado final lijas varias de uñas hasta el pulido, una gotita de adhesivo para dejar las cejuelas en su sitio y a correr.
El resultado, bueno realmente se nota, en la acústica y la española un timbre mas brillante y “empastado", mejor permanencia de la afinación y mas sustain, el la Charvel mas sutain en las cuerdas al aire, la afinación siempre había sido buena.
Espero haberos entretenido un rato, y que no pidan mi cabeza los amigos del buen hacer.
Y por dios! hagan esto en sus casas.
Si, ya sé que diréis: “tío, si no merece la pena el hueso es muy barato y lo tienes en cualquier tienda”, etc, etc, patatín, patatán, vale, si, os doy la razón por adelantado, sobre todo por la zorrera pestilente que se prepara al cortar el hueso, pero como hasta que no lo pruebo no me bajo del burro…pues eso, y al final si tienes un sitio donde hacerlo y le coges el punto resulta muy sencillo.
1. Lo primero la materia prima; la desventurada vaca y sus ansiados huesos diseminados y relimpios pos buitres y alimañas varias.
2. Después elegir uno apropiado, creo que el que elegí era de la parte mas baja de la pata pegado al casco de la vaca, aunque no lo sé seguro (no soy forense), el caso es que tenga bastante densidad y grosor para que te dé para cejuelas anchas también. Para acabar de limpiarlo y desinfectarlo lo tuve un día en agua con un 10% de cloro, valdría lejía pero quizá a un 15 o 20% que es menos concentrada por lo general, después secarlo bien.
3. Cortarlo; en mi caso a radial con disco fino, aquí es donde se prepara la zorrera (me tuve que poner hasta mascarilla).
4. La parte fina de hueso que dejaba el hueco del tuétano, venía e perlas para las selletas de mi acústica y mi clásica.
5, Medir, cortar las piezas “en bruto” para trabajarlas a lija y “clonárlas” de las que he quitado de las guitarras.
6. Utilicé lija de grano 40 para lijar "basto" y después ir subiendo el grano hasta 200 en tres-cuatro pasos hasta llegar a la forma adecuada.
7. Para la compensación de la selleta de la acústica usé unas limas de metal pequeñas y malísimas de los chinos que alguna tuve que tirar después (por 4.95 el juego de 6 que quieres)
8. Después, medir con precisión y calibre la posición y el ángulo de los surcos que alojan las cuerdas, copiando de las cejuelas quitadas y corrigiendo si hace falta. El ángulo es very important ya que el adecuado colocará la cuerda hasta el “tronco” del afinador de la forma mas optima posible evitando fricciones innecesarias a la hora de hacer bends y demás, para ello utilicé las nada precisas, herramientas de un cuchillo muy afilado para hacer las marcas, un cuchillo de sierra para devastar y una serreta de marquetería con su respectiva cuerda colocada para adaptar la cuerda y dejar el “lecho” de esta lisito, idea que saque de un forero al que casi linchan por semejante chapuza.
9. Para el acabado final lijas varias de uñas hasta el pulido, una gotita de adhesivo para dejar las cejuelas en su sitio y a correr.
El resultado, bueno realmente se nota, en la acústica y la española un timbre mas brillante y “empastado", mejor permanencia de la afinación y mas sustain, el la Charvel mas sutain en las cuerdas al aire, la afinación siempre había sido buena.
Espero haberos entretenido un rato, y que no pidan mi cabeza los amigos del buen hacer.
Y por dios! hagan esto en sus casas.